Revista Viajero Nro. 84 - Junio de 2014




Noche, día, noche


Alboroto,alegría,música a todo volumen, baile,
bebida que corre como agua de la canilla.
todo es alegría desmedida, luces intermitentes,
de diversos colores, marean,van, vienen, bailan, corren,
llega la madrugada ,amanece lentamente, van saliendo
a la vida nuevamente, atropellándose, corriendo,
algunos quedan tirados, casi inconscientes,
luego de una larga noche pasada por alcohol.

Aparecen las patotas de engreídos, comienza una gran pelea,
pareciéndose a una gran batalla campal, riña, bronca, discusión,
trompadas van y vienen, revoloteando en los cuerpos
casi inconscientes, pasados de alcohol al limite del limite.
De pronto, un grito desgarrador... rojo como el amanecer
incipiente, todos corren, se dispersan del gran alboroto,
ellos, soberbios, no se involucran, las puertas de lo que había sido
el cielo, se cierran estrepitosamente, desolación en la calle,
sólo él queda, ahí, quieto, inmóvil, único testigo mudo
de tanta crueldad, mientras una rosa roja,
se abre alrededor de su cuerpo tieso.

Altaneros, arrogantes, engreídos, desdeñosos, crueldad sin límites,
se creen superior a Dios, huellas de horror van dibujando,
en este nuevo día por comenzar, nada los detiene, es lo que ellos creen,
llegará el día que los derribaran, recibirán su castigo merecido,
purgando sus culpas, tarde o temprano.

Marta Nastaly

















Romance valenciano
        Capitulo 4


Tras un corto lapso de noviazgo, Mariela y Felipe decidieron formalizar su promesa de amarse para siempre. Pero antes, debieron asistir a un evento no menos importante: el nacimiento de John, el hijo de Margarita y Richard, la mañana del 5 de Mayo. Finalmente, la boda se realizó en el mes de Agosto, exactamente un año después de que la artesana y el bailaor se conocieran. 
Llegó una nueva Navidad. Mariela había decorado las tres casas con hermosos adornos hechos con su incansable aguja de crochet. La mesa familiar en el comedor de María era mucho más grande ahora. En el ambiente fluían las risas y la felicidad. 
A la medianoche, todos intercambiaron presentes. El más significativo de ellos fue el que Margarita le dio a su madre: una figura de cerámica, delicadamente pintada y barnizada, de toda la familia: Felipe y Mariela, vestidos con sus atuendos de danza; Jeanette, con su gatito a sus pies; la Sra. Virpple, elegante como siempre; la destinataria del regalo, distinguida por su delantal manchado de pintura que rara vez en el día se sacaba; y la creadora del obsequio, sosteniendo a John y rodeada por los brazos de Richard. 
María, emocionada, abrazó a su hija y recibió grandes aplausos. Después, puso la figura de cerámica en el centro de la repisa, junto a las fotos de su boda y de la infancia de sus hijas. Toda la felicidad, unión y sencille de su familia vivía en aquel pequeño regalo de Navidad. 
Espero que te haya gustado esta historia. Quería pedirte si, por favor, podrías decirme alrededor de que fecha estarías pasando por casa, así te abonamos la suscripción y te entrego una historia que terminé este verano, pero que es muy larga para escribirla por mail! Bso a vos y a tu familia, especialmente a la Princesa Emma. 

Vicky

















       Eduardo Munsters
y el ojo rojo de Ksorten Hárri


Mi nombre es Eduardo Munsters y soy un científico. Durante toda mi vida, por necesidad de mis investigaciones, he aprendido muchos idiomas, y sé que hay sílabas que se pronuncian con los labios, otras con el paladar y otras con el interior de la garganta. Pero las más fáciles de aprender y cuya pronunciación es imposible olvidar, son las que se escuchan en un grito y son pronunciadas llenas de horror: ¡Ksorten Hárri! 
La primera vez que escuché este nombre y su historia, fue en un bar cosmopolita del puerto de Londres, en la canción picada de ron de un alegre marinero de Nueva York:

Estoy buscando a Ksorten Hárri
Me vigila el ojo rojo del viejo Hárri
Su cuna era de hierro y hielo
Su madre era un cordero
Su padre era una ballena
Voy a poner en su cola un poco de salmuera
Cuando encuentre al viejo Ksorten Hárri

Continuará en la próxima edición

Federico Rodriguez

















se puede,
seguro no nos van a oír,
pasa una señora,
y después de varias cuadras
 para ir a.....
hayyy!
después caminar,
el cielito,
una ciudad,
recordaremos.
Domingo de madrugada reverente.

Lucía Tyburczy






Al papa Francisco


Tenemos nuevo papa,
y justo es argentino,
con humildad y bonanza
a todos conquistó.
Hasta los que no creen
lo sienten casi amigo,
pienso que es un regalo
que nos ofreció Dios.
Ojalá Dios lo guíe
para cambiar el mundo,
que no hayan tantas muertes
en la vida de hoy.
Que nos amemos todos
aún pensando distinto,
como buenos hermanos
unidos con amor.

Isabel Corrao Santos









 


Imposible dejar de mirarte,
Eres la exponente de lo perfecto.
Argumentos sobran para no dejar de mirarte,
refleja tu figura la armonía y
a tu lado andar acompasado: el deleite inmensurable
Imposible ignorar tu frondoso, negro y extenso cabello,
que trasluce y contrasta en tu blanca piel
Es tu mirada limpia, radiante y oscura como el tizón,
si sonríes no evito transformación,
visualizar tus labios me deleita y
Al expresarse, cual lejos esten, anhelo llegar
y ostentoso mostrarme oteando tu imagen,
la cual, toma posesión de mis virtudes y defectos
ansiando pertrechar con caricias,
tu piel a pertenencia y en perpetuidad.

Luis 528
















Las Malvinas


Olas y olas en el mar, los barcos pasan por el mar a las islas, que siempre fueron nuestras y serán nuestras en una guerra de muertes profundas. Soldados atacan y algunos no vuelven, la gente enloquece de tristeza, por la sangre derramada de nuestros soldaditos, sin parar los soldados valientes atacan aunque sepan que no volverán, protegiendo nuestros derechos, sin aliento quedan los soldados, palomas blancas pasan con banderas argentinas en su corazón, las familias lloran y lloran, pensando si sus hijos volverán o volverán doloridos, el dolor fluye por los cuerpos de nuestros soldados, el cielo llora por los soldados argentinos fallecidos. Las olas con sangre van y vienen, sin mirar a donde van los soldados argentinos, con corazón valiente van y bien atacando, tanques, barcos y muchas personas en riesgo y hoy le agradecemos a esos protectores de las islas Malvinas ,
Que fueron y son nuestros soldaditos, hoy ya son hombres orgullosos de ser argentinos.

Facundo Lucero
2 de Abril de 2013
                                                                                             
                                                                                                 















Algodón Sobre El Puente


Las mañanas de Mayo, son siempre frescas, con una brisa agradable, el sol que por momentos aparece y desaparece, no nos deja sentir el calor al que nos tenía acostumbrados el verano.
Dos meses de otoño transcurridos, nos invitan a ingresar  en la estación gris, en la que por momentos es como si refrescara también en nuestra alma.
La ventanilla del auto baja, deja ver lo bueno y lo malo de nuestra ciudad, calles, veredas, esquinas muy prolijas algunas y otras abandonadas vaya a saber por qué motivo, animales abandonados y hambrientos. Basura desparramada en los alrededores de la avenida. Arboledas, a las cuales el otoño comienza a abrazar y deshoja a paso agigantado, innumerable cantidad de hojas amarillentas, adornan los jardines como si fueran recortes de papel madera. Lo que más me entristece del otoño es la ausencia del trinar de los pájaros. Ellos tienen la amabilidad de despertarnos muy temprano, todos los amaneceres como si fueran despertadores naturales.  Fue en ese preciso instante, que Quimet, ve al subir el puente un bulto blanco, envuelto con una bufanda;  eso fue lo que observó en un primer momento. Luego giró la cabeza hacia la derecha y miró con mayor detenimiento y vio parte de un caniche toy muy pequeñito, con la pata hacia arriba, ya sin vida. Absorto pensó y repensó qué le pudo haber ocurrido?, un animal tan bien cuidado hasta su pull-over impecable (como recién comprado).
A lo largo del viaje imaginó varias situaciones entre ellas, que tal vez iba con algunos niños y se cayó del auto en un descuido y los dueños se vieron imposibilitados de frenar para rescatarlo, porque estaban en la parte más elevada del puente, o quizás llevaban al caniche muy mal y murió en el camino y no queriendo sepultarlo lo dejaron que permaneciera a cielo abierto, o bien que se les cayó a la familia y no se dieron cuenta, y una vez que regresaron buscaron desesperadamente debajo del puente y no lo hallaron.
Cual haya sido el motivo, aquel algodón sobre el puente hizo que todas las miradas ese día le prestaran atención al puente, que ese día fue escenario de una pérdida que a más de un niño o adulto hizo llorar.

Elinor Alfonzo






Tu amor es la invención…


Tu amor es la invención
de mi cabeza corta en madurez
un amor idílico, hecho de canción
semilla y poca sensatez

Te ame, tal vez por haber sido
el único hombre que me quiso
tus ojos fueron el hechizo
y tu solo me querías.

Si pudiera remover el tiempo
y no tener que pedir perdón
si pudiera remover las hojas
y no sentir tanto dolor

Ojalá no haya quedado dañada
tu bien amada
y que te acuerdes de mí
con tu sonrisa mas humana.

Adriana Ferreyra