Revista Viajero Nro. 112 - Diciembre de 2016





Signo de Dios
Inspirado por la Divina Madre María
Hoy llegan a mi Alma
estas PROFUNDAS VERDADES,
que como pequeñas SEMILLAS
van brotando desde el CENTRO DE MI SER.
Y con FUERZA TODOPODEROSA,
emergen a la LUZ
de un NUEVO Y GLORIOSO AMANECER.

VERDADES SAGRADAS,
MENSAJES DE PAZ,
DIVINAS ENSEÑANZAS,
para toda la Tierra recorrer.

Verdes brotes, hojas nuevas
de la PLANTA DIVINA DEL SABER.

Agua PURA, LIMPIA, TRANSPARENTE
solo eso necesito para hacerlas florecer.
Y por donde paso ir dejando
UNA DIVINA FLOR
que como SIGNO DE DIOS,
A M O R  Y  V I D A,
al mundo entero han de TRAER.

Erika Luz de Dios




Pariendo utopías

Un paraíso.
El nuestro...
Palmeras y horizontes.
Inconmensurables extensiones de médanos, mares y campos.
Arroyos y lagunas.
Torrentes. Escarcha. Rocío.
Cascadas.
Baños de energía.
Sombras como sosiego.
El día y las estrellas.
Granjas y huertas.
Todo a nuestra merced…

Sin embargo...

Gemidos y dolor.
Almas colapsadas.
En tinieblas.
Angustia que invade.
Terror que no cesa.

Carencias...
Espiritual y material.

Fe escuálida.
La ilusión, raquítica.
Retazos de lo que debiéramos ser.
La honradez,
espina dorsal de nuestra existencia, malherida.
Escepticismo.
Conductas que dilapidan porvenir.

La naturaleza ofrenda.
La tierra, generosa, nos agasaja.
Pero el hombre… no.

Sin embargo…
Nuestro planeta sin luces, luciendo mal, y aún así, va a dar a luz un nuevo mundo.
Por la urgencia de recrear la confianza se produce el milagro.

Un misterioso huevo fisura, un corazón brota de él y se eleva buscando luz.
Es nuestro agrietado planeta que corrigió su rumbo.
Torció su destino.
Incrédulos, nuestros rostros en la corteza observan esperanzados. Expectantes.
Y renacemos.

Una nueva oportunidad nos visita.
La reivindicación, tal vez.
La rectificación de nuestros actos.
Tiempo de concordia.
Una esperada alianza con la naturaleza
y el arribo de la certidumbre.

Vamos hacia el hallazgo de una utopía.
La máxima, la insuperable.
Un mundo pleno de amor.
Un puente, impostergable, hacia un futuro digno.

Lo conseguimos.
Nos elevamos a lo más alto de la cumbre.
Reverdece lo herido de muerte.
Y estamos,
Definitivamente,
a salvo.

Alejandro Costas




Un nuevo pimpollo
Dedicado con todo mi amor a mi nietita n°17
Jueves 19 de Julio del 2012
en pleno invierno
para la calidez de su hogar
un angelito llegó.
De suavísima piel rosadita
a este mundo llegó
su nombre, María Pía,
para alegría de sus papis.
Como flor en primavera
un hermoso pimpollo 
a la vida se abrió,
custodiada por ángeles celestiales.
A este hogar llegó,
junto a sus hermanitos,
una hermosa familia se agrando
entre risas y llantos.
En los brazos de su mami
con el calor de su regazo
su sonrisa le regaló
entre nubes de algodón.

Marta María Nastaly




Ojitos de cielo

Aquella noche donde el dolor y la depresión se apoderaban de mi, esa noche donde llorando me dormí, preguntándole a Dios si el amor verdadero existía.
Te soñé, vi tus ojitos de cielo por primera vez, entonces supe con serteza que Dios había respondido mis plegarias.
Ese día llegó, te conocí y llenaste mi vida de amor real, tangible y sincero.
Un amor para nada idílico, donde somos libres y nos elegimos cada nuevo día, porque nos complementamos y es real.
Puedo mirarte a los ojos;
Esos ojos color cielo que me iluminan y me dicen tanto sin necesidad de palabras.
Este es el amor verdadero, sí existe, y tu me lo has demostrado cada día, en cada desafío y en cada turbulencia que vivimos, que puedo creer en ti. Sos un loco de la vida, que despierta amores y odios, pero siempre es auténtico, sin máscaras ni caretas.
Sos ese hombre que nunca creí que podía existir.


Dedicado a Javier Julián... con amor...
TE VEO.

M.A.K




El adiós

En el ocaso de un día de septiembre
me vi dispuesta a decir ¿Esto se terminó!
Con tristeza profunda yo me iba...
y al marcharme llorábamos los dos
En el silencio de la noche repetías...
volvé, te quiero, volvé, te pido perdón.

Amelia Paccaloni (90 años)




Prejuicio

La belleza que encandila..
ensordece los oídos.
¿No habrá palabras y recovecos maravillosos?
como si la figura dibujara el corazón,
como si fuera una estatua de cemento.
Pensamiento prejuicioso,
esclavo de inseguridad.
Espinas tienen las rosas...
más pequeñas y ardientes que las de un cactus.
Si las miradas pudieran ser ..
frente a  cualquier presencia por igual,
escuchar, creer e intentar.
Que es una lotería entre reina y cenicienta....
que sea cielo o tempestad.

Marina Aguirre




La pasión

La pasión por algo o alguien puede ser hermosa.
A mi me apasiona leer y escribir. Me apasionan las series románticas y aventureras a la vez.
Pero como alguien alguna vez me dijo: “Todo exceso es malo”.
Aprendí que yo me pasaba horas leyendo y mirando series, aislándome de todos.
No comía, no caminaba, no compartía tiempo con mi familia.
Desde entonces desarrollé una lección:
“Toda pasión se puede convertir en adicción y ésta en exceso, es tu decisión controlarte y no cambiar el amor por obsesión, la felicidad por locura.”


Sol Rodríguez

Revista Viajero Nro. 111 - Noviembre de 2016



Me gustás así, a las tres de la mañana, cuando me acuerdo que estás y te abrazo. Me gustás así, trabajando, apasionada; cuando volvés a descansar en mi. Así te quiero, con tus ojos, tu nariz, tus piernas y tus pechos; sin un solo retoque que los arruine. Tanto me gustás, tanto, así, al despertar, sin maquillaje, despeinada. Sabiendo que por mi es que estas despeinada, y así me gustás. Me gustas saliendo cuando quieras, con quien quieras; y volviendo a la hora que quieras, pero siempre volviendo. Así de libre te quiero, vistiendo libre, soñando libre. Porque tan libre como seas, así soy yo, libre. 
Y te pido que así de libre me quieras a mi. Que así de Yo, me quieras. Que me mires profundo, más allá de la vestimenta y las fanfarrias de títulos y posiciones. Y que me quieras más allá de mis falencias. 
Porque así te quiero yo, estés donde estés… asi te quiero.

Lucas Lohrmann




Retorno

Caminito hermoso y distante. Mi huella que marco en ti, sobre idas y vueltas se ha extinguido, como también mi sonrisa. El tiempo a secado mis furtivas lágrimas que sobre ti derramé.
La ambisión me apartó de tu curso y, efímero y volátil creí poseer la luna y solo transcurrió un veloz meteoro.
Imaginé un jardín de sueños, cual hoguera se consumió. Qué perspectiva creó mi incauto pensamiento. Qué derroche de energía por mi desamparada expectativa. Dónde transladose su vigencia, dónde se ha llevado mi ilusión.
Hoy emprendí el retorno. Ya no estás, caminito hermoso, te ha cubierto la losa. Sobre ella deberé emprender e imaginar un sendero y tal vez mi otrora dicha logre reencontrar aquí, en éste, mi lugar de existencia.

Luis 528




Vuela

Vuela como las mariposas
ellas se dejan llevar
por la suave brisa del viento
sin detenerse hacia su meta.
Vuela, en busca de nuevos sueños
nuevos horizontes, nuevos amores
deja atrás los sueños perdidos.
Dejate llevar por la suave
brisa de la vida.
No te detengas, no dejes de soñar
no dejes de amar.
Sueña, ama, por sobre todo
¡Vive intensamente!

Marta María Nastaly



Soy plegaria

Soy una plegaria en la vertiente
porque me divierte escuchar,
en todo el recorrido,
ese sonido continuo y sonoro en el aire.

Soy una plegaria en la vertiente
porque desconozco donde está la llegada final
pero viajo feliz, entre soles y lunas, llanos y montañas,
aquerenciando mi mensaje.

Soy una plegaria en la vertiente
porque imagino ser recibido
durante mi largo trayecto
como el mar recibe a los ríos.

Soy una plegaria en la vertiente
porque sueño que algun rayo luminoso
me ayude a dejar en el mundo, después de los amaneceres,
Mi plegaria. La plegaria de la amistad.

Tomás Vicente Gomez




El pampero

Hijo audaz de llanuras
y guardián de nuestro suelo,
que arrebatas en tu vuelo
Cuando empañas su hermosura.

Ven y vierte tu frescura
de la patria en el ambiente,
ven, enérgico y valiente
bate el polvo en tu camino.

Si hasta soy más argentino,
cuando me azotas la frente.

Amelia Paccaloni (90 años)
Libro de lectura (1934)




La imaginación

La imaginación es la puerta a un mundo de fantasía.
Un mundo sin preocupaciones, ni labores, sin molestias
Es un mundo donde todo es posible, un mundo lleno de fascinaciones.
Un lugar donde expresarse libremente sin ser  juzgado.
La imaginación te hace creer que eres capaz de cualquier cosa;
Y pronto se convierte en esperanza.
La imaginación te puede traer desilusiones;
como puede ser tu forma de descansar, liberarte o incluso escaparte de tus problemas.
Para relajarte y volver a la realidad con la mente despejada,
para poder combatir esos problemas, ya sea en la realidad o dentro de tu imaginación.
Esta es mi manera.


Sol

Revista Viajero Nro. 110 - Octubre de 2016




Sueño de primavera

Aquí estoy contemplando el cielo,
me lleno de vida y de paz mirando
hacia todos lados, el cielo tan celeste
tan limpio, tan puro, siento paz.
Miro hacia el norte, veo ríos, rocas;
Miro hacia el este, veo sierras, flores;
miro hacia el oeste, veo arboles;
miro hacia el sur, veo volar las aves.
Me lleno de vida y paz, cierro los ojos;
oigo el rumor de los ríos pasando lento
y apacible entre las rocas, sin detenerse nunca.
Siento la suave brisa del viento, el rumor de los
árboles, ciprés, álamos, siento el aroma de
las flores silvestres, siento el trinar de los pájaros.
Me lleno de vida y paz, aquí estoy sentada sobre
una roca, junto al rio, contemplando todos los
colores naturales, maravillosos que nos da
la madre naturaleza. Parece un sueño, pero
no; no es un sueño, es realidad. Aquí estoy
llena de vida y paz, de aromas, colores
y la suave brisa del viento.
¡Qué más le puedo pedir a la vida!

Marta María Nastaly




Blancos, tan dóciles

Somos parte del pasado. Este beso
que te doy, esta forma en que te miro,
la levedad de tu mano tomando la mía…,
todo es ya parte del pasado; como tu voz
que me atraviesa y se pierde, trivial,
en la brisa que turba el sosiego del jardín.
Es que así sucedemos, mi vida, fugaces
y superfluos, como la sombra de un grillo.

Ese beso que no nos dimos…

Ese beso que no nos dimos
podría haber ganado, ¡estoy convencido!,
un concurso de besos. Sin embargo,
lo dejamos ir, soberbios, como si anduviesen
sobrando besos de esa clase. Ahora, como quien
suelta en una plaza un globo inflado con gas,
ya alejados de la dulce amenaza de aquel mimo,
Seguro volveremos, a desgano, eso sí,
sin convicción, a malograrnos en besos
y caricias vulgares, aunque añorando, claro,
los tensos instantes en que, embozados,
nos espiábamos las bocas, intentando adivinar
Cómo sería darnos ese beso.

César Bandin Ron




A mi madre

Ven para aca, me dijo dulcemente mi madre,
cierto día.
Aun me parece escuchar en el ambiente su voz,
de celeste melodía.

Ven y dime ¿Qué causa tan extraña te arrancan
esas lágrimas, hijo mio?
Que cuelgan de tus trémulas pestañas
como gotas cuajadas de rocío

Tu tienes una pena, y me lo ocultas,
¿No sabes que la madre más sencilla,
sabe leer en el alma de sus hijos,
Como tú en la cartilla?

Amelia Paccaloni (90 años)




Primavera

He olvidado la expresión de alegría. Detrás de un sueño se ha marchado. Agobio,  desdén y frío por doquier hallo. Como el ardiente febo daña mis días, persigo sombras donde guarecerme y encontrar respiro. Desojada flora cubrió mi planicie de acolchadas hojas. Pero el intenso viento, no deja mi huella observar ni yacer en ellas.Y un pesar profundo donde en invierno, gélidas ventiscas cubrieron mi suelo de heladas mañanas. Dónde se ha perdido esa primavera. Yo sigo esperando que logre mi vida poder rehacer. Necesito de ágiles y robustas raíces, que impulsen incipientes retoños de brillos profundos; formando mi base donde avanzar, retomando el camino y así, tal vez, reencontrar mi sueño perdido.

Luis 528

Revista Viajero Nro. 109 - Septiembre de 2016



En ti puedo descansar

Cuando la tormenta en mi alma arrecia,
cuando el sol deja de brillar,
cuando esta vida parece no dar ninguna oportunidad,
ya no me preocupo más...solo ELEVO MI ORACIÓN HUMILDE,
y sé que EN TI PUEDO DESCANSAR.

Cuando los problemas inundan mi mente,
cuando las cosas parecen no tener ninguna solución,
cuando la injusticia tiene lugar,
ya no me preocupo…solo junto mis dos manos con AMOR
y sé que EN TI PUEDO DESCANSAR.

Cuando se hunde todo lo que había creado,
cuando todo parece perdido,
cuando la batalla aparente no puedo ganar,
ya no me preocupo…
solo ME ENTREGO POR COMPLETO A TI.
Y sé que en EN TI PUEDO DESCANSAR.
Porque TÚ, desde el AMOR QUE TODO LO PUEDE,
me enseñaste a decir:
¡¡¡PADRE,       
         EN TUS MANOS     
                ENCOMIENDO
                                                MI ESPÍRITU DE VERDAD!!!
Erika Luz de Dios





Amor

A través de la ventana
observo tu partida,
que difícil es la vida!!!
si no se siente amor,
jamás me amaste
y me deseaste como mujer,
nunca te importé.
Ahora comprendo
porqué tus besos
los sentía lejanos
vacíos y solitarios,
me pregunto porqué
me llenaste de ilusiones,
cuando yo me entregué
al juego de tu amor,
ahora tengo heridas en mi corazón
angustia, tristeza y dolor.
Espero encontrar un amor,
un amor verdadero y digno
que colme mi espíritu de lealtad y de pasión.
A través de la ventana
observo tu partida,
cierro los ojos unos instantes
y le pido a Dios
que se apiade de tu vida
y tus mentiras.

Gabriela Gargiulo





Es raro, con el tiempo…

Es raro, con el tiempo, no caer en la tristeza.
El trabajo de construir versos es extenuante,
devastador: el poema nunca se resuelve,
a lo sumo se abandona; cada ajuste, cada reemplazo,
abre nuevos caminos, propone otros poemas.
Y esto no cambia mucho con la experiencia; es otra
la perspectiva, tal vez sean otros los intereses
y el paisaje interior, pero la batalla es la misma:
el hombre enfrentado a sí mismo, como quien intenta
descifrar las claves de un enemigo desconocido.
El poeta joven escribe con rebeldía y audacia,
el viejo con prudencia y algo de escepticismo, pero
ambos saben que el esfuerzo es inútil y que éste es,
sin duda, un oficio propio de locos y desahuciados.

César Bandin Ron
 (de "Poesía y virtud", 2013)





La felicidad

Si todo en la vida es relativo, relativa también es la idea que cada uno tiene de la felicidad.

Para algunos, felicidad es dinero, cerveza en la heladera, ropa nueva en el armario.
Para mí, ser feliz es diferente, es ser persona, tener una vida sana. A pesar de que nos miente, nos engaña; la felicidad es ver la familia reunida, es vivir sin llegada ni partida.

Rodeada de amor, es sembrar amistad... Es brindar el afecto a los demás, pero ante todo, la verdadera felicidad consiste en proceder bien en todos los actos de la vida.
Exactamente, la felicidad es estar en paz consigo mismo.


Amelia Paccaloni (90 años)

Revista Viajero Nro. 108 - Agosto de 2016



Te amo

Te amo por el sol. Por ofrecerme la luna, por el mar, por tus imponentes cerros, por tus valles, tus lagos, tus estepas, tus ríos, sus cascadas, tu condor, tu ceibo, tu hornero. Te amo por mi tango, por dejarme escuchar a Gardel, por Pugliese, el gordo Troilo, Darienzo, por Moran, Fiore, Echague. Te amo por la negra Sosa, Lolita, Sandro, Atahualpa, Estela Raval, Oscar Alemán. Te amo por km 11, por luna tucumana, por la última cita, por penumbra, Alfonsina y el mar, no llores por mí Argentina, solo le pido a Dios. Te amo por Petrone, la Tita, Hugo, Nini, Sandrini, Alcón; por mis padres, mi hermano, nuestros hijos, los hijos de ellos. Te amo por mi barrio, mis amigos, por saberme compañero en las malas y en las buenas; disfrutar. Por tu escuela, tus calles, por ser tan hospitalaria. Y permitirme ser tan feliz sin nada a cambio. Por todo te amo. Y me embelesa ese sol que ostenta tu bandera.  

Luis Estevez





A "Tronco"  noble perro amigo
Al cumplirse,
el día 4, un año
de su desaparición física

Te veo en todas partes
mi  "noble amigo"

Te fuiste muy temprano
de la vida,
pero no, de mi corazón.

¡Cuántas alegrías
mi amado "Tronquito"!

Abriendo puertas en el cielo,
persiguiendo estrellas,
ahora estarás

Imborrables son
tu recuerdo y
tu amor incondicional.

¡Siempre en mí vivirás!

Esther Beatriz Castrellón





Anhelo

Ayer quise ser poeta, saber su magia.
Herí mis dedos con una rosa, tratando encontrar musas en ella.
Quise ver volar una mariposa, buscando inspiración.

Ayer quise ser poeta y dormí sin sueño;
y dije cosas raras, para disfrazar mi lengua.

Ayer tome vino y una guitarra.
Ayer sin quererlo, comprendí algo.

Ayer quise ser poeta, para decir lo que comprendo.
Pensé el cómo sin ver más allá.

Ayer, sin ir más cerca, equivoqué mi elección.

Jonatan





Almas Gemelas

Mi Alma Gemela:
Solamente el BIEN, la VERDAD y el AMOR DE DIOS
me lleva hacia tu encuentro y nos UNE ETERNAMENTE.

Encuentro verdadero
de Alma a Alma,
de Ser a Ser,
de Espíritu a Espíritu.

Sentimiento de AMOR, de VERDAD y de LUZ,
viene a mí cuando te veo, te percibo y te siento.

Hoy estás aquí para mí, hoy estoy aquí para ti,
brillos de Luz brotan de nosotros.

Unidos somos UNO, en mente, cuerpo, alma y espíritu.
Hoy, vamos avanzando juntos por el CAMINO DE LA LUZ,

¡EL CAMINO DE NUESTRO PADRE CELESTIAL!

Erika Luz de Dios





Tú me deleitas
con tus besos ardientes.
Extiende tus brazos
y abrázame fuerte.
No puedo dejar
de amarte y quererte,
recorro tu cuerpo
tu piel suavemente.
Me hace feliz
que yo pueda verte.
El solo pensar
que un día te vayas...
mi corazón dejaría
de latir para siempre.
Tu mundo y el mío
comparten ideas
de amor y ternura,
frescura y pureza.
Reina amada, mujer,
te deleito de placeres y goces,
de hermosos encuentros.
Eres como un ángel
que brilla en el cielo,
como un pétalo de rosa
que perfuma mi cuerpo.

Gabriela Gargiulo





En el ocaso de un día de septiembre
nuestra vida terminó.
Con tristeza profunda yo me iba,
y al marcharme llorábamos los dos.
En el silencio de la noche repetías
Volvé, te quiero, volvé, te pido perdón..


Amelia Paccaloni (90 años)

Revista Viajero Nro. 107 - Julio de 2016




Cautivo

Mi sueño me obliga a perseguirte y el mismo te desea, como la flor al abejorro, que insemina el polen al posarse. Te desea como al viento la fértil semilla, irse de su madre y formar su espacio. Te ama como la luna al estanque, donde su imagen refleja. Te ama como la aurora al ave, que a su brillo la recibe con su trino. Te extraña como esa golondrina, que al migrar deja en su retorno la esperanza. Te extraña, cual añejo árbol en su desnudez espera su pronto retorno y poseer su arrogante vestidura. Y así estoy yendo tras tu frágil presencia, que oculta esa fuerza predominante, sobre mi entereza.
Y ahí mi pensamiento, cautivo se halla de ti.

Luis 528





Te pensé...
hasta desear el cansancio.
Perdí el control de mi mente,
y ya no me responde el corazón.
Le ordeno a mi cuerpo olvidarte...
Pero aún te deseo.
Creo equivocada ....
que formo parte de tu vida,
que me dedicas instantes...
en tus pensamientos.
Caen mis esperanzas...
con el transcurrir del tiempo.
El teléfono no suena...
símbolo de tu olvido.
El dolor!!!!
Presiona como una morsa a mi pecho...
porque no estás conmigo.
Aunque no me des tus sentimientos...
eres dueño de los míos.

Marina Aguirre





El diálogo del Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo,
Hijo mío que estás en la tierra,

santificado sea tu nombre.
santificada sea tu vida.

¡Venga a nosotros tu reino!
¡Venga a mí tu alma!

Hágase tu voluntad,
Hágase Una nuestra voluntad,

así en la tierra como en el cielo.
así en la mente como en el corazón.

Danos hoy nuestro pan de cada día.
Dame hoy la alegría del buen obrar.

Perdona nuestras ofensas,
Perdono si realmente tú cambias,

como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden
con la misma misericordia que te doy así también debes obrar

y no nos dejes caer en la tentación
,y nunca te dejaré caer porque el poder del Espíritu Santo te doy,

Más líbranos del mal. Amén.
Más unido a mí siempre protegido estás. ¡¡¡Así es!!!

Erika Luz de Dios





¿Qué?

Qué decir de Ella, si es brillo.
Ella sabe recorrer el mundo con ingenuidad mágica.
Me fascina con sus lógicos disparates.
Poesía es, que acaricia el alma.
Son miles de sentimientos con un solo gesto.
Duerme y ríe; sueña y canta.

Qué decir de Ella, cuando sus manos te besan,
y con sus besos entendés todo.
Brilla y juega; ama y contagia.

Desarma todo lo certero y lo transforma en claro.
Ella luz. Ella canción. Ella poema.

Ella

Jonatan





El silencio

Muchos afirman que el silencio, es la carencia de palabras,
la ausencia de ruidos. Es la oportunidad de comprenderlo
todo. Es una caricia sincera, el silencio interpreta lo
tuyo.
El silencio de una anciana pensativa en el parque o
en cualquier ventana, dice más que una docena de poemas.
Oye tu silencio interior, es el silencio que habla.

Amelia Paccaloni (90 años)





El campo con Juan y los caballos

Un día en el campo con la familia
Un día Juan fue a un campo con  su familia, el chico estaba muy emocionado cuando llegó vio muchos caballitos, fue corriendo, los acarició, se subió a un caballo y cabalgó hasta cansarse, después de un largo recorrido a caballo por el campo, fue con los chanchitos a darles de comer calabaza, cuando estaba oscureciendo fue un rato con las ovejas, después ya muy cansado, se fue a dormir. Al otro día fue con las vacas, después buscó uvas con el abuelo para hacer mermelada casera, así la disfrutarían en familia, en una rica merienda con las tostadas, luego de merendar se fue al río a ver a los patos, después hizo galletitas para festejar Navidad con su familia. Juan se fue a cortar un pino con el papá y el abuelo para decorarlo, al árbol le adornaron con cosas muy lindas y de muchos colores, comieron todos juntos, pollo, ensaladas, ricas cosas dulces, turrones, nueces, pasas de uvas, brindaron, abrieron los regalos, y tiraron muchos globos inflados, así van subiendo al cielo, en lugar de los fuegos artificiales, para no contaminar el aire, la naturaleza y los animales. Al otro día Juan y sus padres se despidieron de sus abuelos y se fueron a su casa en la ciudad.

Facundo Tomás Lucero
13 años
Enero 2013





Máscara encubierta de amor

Sombras, solo sombras, cubren mi cuerpo,
sediento y llagado tantas veces por tus falsas caricias 
llenas de amor, solías decir, tanto amor pesaban sobre mi cuerpo,
doliente, abatido, herido, padeciendo tanto dolor.

Máscara llevabas puesta, bien disimulada
asomando crueldad desquisiada, salvajismo
espejismo de tu amor encubierto,
de promesas y más promesas, de amor eterno
prometiendo cambiar tus golpes por amor.

Desprevenida en mis silencios
creía en tus dulces palabras
al pedirme perdón de mil maneras
no eras más que destino cruel en mi vida .

Despojada, engañada, abusada, herida
en lo más profundo de mi ser
lágrimas de sangre, corroen mi rostro
tan angustiado, temeroso desconsolado
creyendo en tu amor y promesas repetidas.

Altanero, soberbio, te creías Dios omnipotente
tu máscara arrogante, engreído del horror
se te está cayendo, derribando tu crueldad
cansada de soportar este tormento.

Tu salvajismo mediocre, no era amor verdadero
lo que jurabas, prometiendo cambiar,
tarde me di cuenta del horror que soportaba a tu lado,
así solo conseguiste perder mi amor ,
tu máscara cayó para siempre
y podré por fin vivir en paz
y libre de tu desquicio enfermizo.

Marta María Nastaly

Revista Viajero Nro. 106 - Junio de 2016



Aroma

De tanto buscar mi felicidad, este día me llegó la participación, a la cual acudí presuroso y dichoso. No era una cita más. Algo muy especial y  transcendental invadía mi tembloroso cuerpo y, armado de coraje, emprendí el camino de embelecido galán, no dejando nada librado a un descuido. Frente mío se hallaba la mujer de mis noches de insomnio. Ella, que en mi corazón su blasón ostenta. En mi cabeza circulan intrépidas imágenes, formando pelotones con su preciada figura. Y con ojos seductores y sonrisa picaresca, sabiéndose dueña de la situación, echando por tierra mi verborrea declaración que estudiada minuciosamente, evaporó de mi memoria su bello aroma.

Luis 528





Paradoja

En la helada tristeza
y gris bruma de mis días.
En la incomprensible quietud
y el desorden de mis pensamientos.
En la lucha mental contra mi cuerpo
y tratando de comprender la necedad del corazón.
En este lugar sin saber porque es este el lugar
y porque pareciera que es donde permanezco.
En este padecimiento que no termino
y es porque no encuentro el motivo de su existencia.
En esta noche que volviste
y se esfumaron los fundamentos de estos versos.
En este instante en el que se el motivo y es que tu ausencia es caos.
En este día de retorcidas paradojas
y como si fuera una encrucijada pasajera
Tomé la decisión más dolorosa
pero la única certera.

Marina Aguirre





Higuera de mi infancia

Higuera querida, del fondo de mi casa natal
estás envejeciendo, tus ramas se van doblando
hacia la madre tierra.
Cuantos higos nos brindaste
en todos estos años
había que cortarlos temprano, por la mañana
Así comerlos en ayunas
decía mi mama, cuantos frascos de dulces
hacia ella, para mi deleite,
todavía recuerdo su aroma y sabor
recuerdo de mi infancia
Trepándome en tus fuertes ramas
éramos tan jóvenes entonces
ahí estás firme a pesar
del tiempo, dándonos tus
sabrosos frutos, higuera querida
de mi infancia, cuantos recuerdos
asoman en mi memoria
cada vez que arranco un hijo tuyo,
tus dulcísimos higos.

Marta María Nastaly





El atardecer

Sos el brillante lucero, que se asoma en el oriente.
solcito replandeciente, ilusión de este trovero.
Sos la prienda que más quiero y aunque te cause sonrojo,
y aunque te cause enojo, china te via decir…
que me quisiera morir, besao por tus labios rojos.

Amelia Paccaloni (90 años)





Abrazando los sentidos

Un jadeo desesperado me despierta.
Ondula en el aire su fresco aliento.
Friego mis pestañas somnolientas.
La boca me dispara panales olvidados.
Caen notas musicales de colores en mi lecho.
Ordeno en una partitura una bella melodía.
Mis cómplices tímpanos, estallan de placer.
Todos mis sentidos abrazan la sombra.
Sin verlo, fui nuevamente una mujer feliz

Nilda Etel Deluca






Apenas 15 años...

Hace mucho tiempo atrás, había una adolescente que amaba a su padre.
Él era un hombre de bien. Era como se decía antes: “Un Señor dentro y fuera de su casa”.
Cierto día un hombre fue a su casa, y lo agredió verbalmente. Su hija salió en su defensa y le dió una paliza.
Dicho hombre hizo la denuncia en la comisaría y la citaron. Ella se presentó y le preguntaron. Y con tal determinación en sus palabras, respondió que era verdad, y si volvía a molestar o agredir a su padre, le volvería a pegar. Los policías rieron, el hombre guardó silencio.
No fomento la violencia. Por si acaso no se crucen con ella.

Ine





Caíste del cielo
Para consolar mi dolencia
Para protegerme de los males
Y para purificar mi corazón,
Ángel bello que me cuidas cada día
Que me enseñas que en la vida
La maldad y la hipocresía
Son bajezas que no tienen solución.
Pero también hay cosas buenas
Como la verdad y la pureza
Son loables en la tierra
Y ayudan a los seres a ser dignos de nobleza,
Me enseñas y me escuchas
Cuando más te necesito
Deposito en ti todo mi amor y mi confianza
Porque eres honesto y eres sincero
Yo lo valoro y por eso te respeto.
Ángel jamás me dejes, protégeme siempre
Guíame en la vida, a un camino de sabiduría
A un camino de amor y comprensión.
Nunca te defraudaré y sé que tú tampoco lo harás
Gracias por estar en mi vida, y ser compañero
Hasta la eternidad.!!!

Gabriela Gargiulo


Revista Viajero Nro. 105 - Mayo de 2016



Amor

Que la luz te ilumine
y que el silencio se acabe,
que seamos aves para poder volar
en nuestro interior estará la respuesta
de saber como amar.
Tu nombre resuena en mis oídos
Y te amo cada día más!!!.

Gabriela Gargiulo





Me tienes triste muchacha

Me tienes triste muchacha
Porque no has venido hoy
Yo te esperaba en la plaza
Con una bonita flor

Esa flor que te ofrecía
En mis manos marchitó
Esperando que vendrías
Con los besos de tu amor

La tristeza me trasunta
Porque tu no has venido
Y hoy me hago esta pregunta
y si nunca me has querido

Me recorre un viento frío
Que me hace estremecer
Tal vez seas como el río
Que se va para no volver

Ya se está poniendo el sol
Y la noche se aproxima
Estoy sintiendo un gran dolor
Y tu ausencia me lastima 

Me tienes triste muchacha
Y tú no has venido hoy
Volveré a esta plaza
Con la esperanza y la flor

Pedro E. Palacios

Revista Viajero Nro. 104 - Abril de 2016



Subí a una altura en La Paz
“Subí a una altura.
Allí me senté.
Encontré una cruz.
Me puse a llorar.”
Poema Chibcha
"Es poesía el silencio.
Es poesía cada alma.
Es poesía la plegaria
de las manos vacías
de la espera lavada.
Es poesía el llanto
de tus ojos verdes
cuando exasperan la manía
de extrañar algo en la soledad.
Es poesía este final
sin rima y sin complejos
de alcanzar la plenitud.”

Elizabeth Francken
Día 241 Pág. 61 de "Los años ámbar"





La paz en el hogar

-Yo quiero una campera nueva-dijo Marina.
-Y yo las zapatillas negras-pidió Carlitos.
-¿Y adónde vamos en las vacaciones de invierno, Pa’? - preguntaron a dúo.
Esa noche, desde sus camas, los chicos oyeron a sus padres discutir y se durmieron preocupados.
En casa de Marina y Carlitos, como en muchos hogares, la economía trae problemas.
A la mañana siguiente, durante el desayuno, Marina les preguntó a sus padres qué pasaba. Ambos se miraron, indecisos, y finalmente el papá contestó:
-Miren chicos, nuestras pequeñas discusiones son porque no podemos darles todo lo que quisiéramos, este año no tendremos vacaciones y tampoco podremos comprarles esa ropa que ustedes tanto desean. De verdad chicos, estamos haciendo todo lo posible, por eso les pedimos que tengan paciencia, todo lo que hacemos es para y por ustedes.
La mamá suspiró y apoyando una mano sobre el hombro de su esposo dijo:
-Vayan tranquilos a la escuela. Todo se va a arreglar pronto.
Pero en su mirada se notaba una gran preocupación.
A la mañana siguiente, fue Carlitos quien, abrazando a Marina y dirigiendo la mirada a sus padres, dijo:
-Anoche hablamos con Marina y queremos decirles que estamos muy orgullosos de ustedes, que estando los cuatros juntos no precisamos las vacaciones y tampoco esa ropa, sólo queremos seguir estudiando y llegar a ser personas de bien. Sabemos cuánto les cuesta pagar nuestros estudios y se los agradecemos muchísimo. Y no queremos verlos tristes.
Mientras el café se enfriaba en las tazas, las manos de la familia se encontraron y se apretaron muy fuerte. Las lágrimas se mezclaban con las sonrisas. La alegría de los padres al sentirse comprendidos hizo que ya no hubiera más discusiones. Todos entendieron que la PAZ en el hogar, aunque no se puede comprar con dinero, vale más que ninguna otra cosa en el mundo.

Pancho Aquino





Una Inocente Culpable

Parte 1

Por primera vez en dieciocho años, Annabelle Swan tenía motivos para sonreír. Por fin se había liberado de ese odioso sistema de adopciones que la hacía ir de un hogar de acogida a otro para que al final siempre la regresaran como si fuera un simple objeto. Ahora podía vivir bajo sus propias reglas. Y después de tanto tiempo deseándolo, había encontrado el amor en un muchacho unos pocos años mayor que ella, llamado Samuel Cassidy. Él era encantador, amable, compañero: en una palabra, el hombre perfecto.
Samuel y Annabelle tenían el plan de reunir dinero y marcharse juntos a otro lugar donde construir una vida nueva. Un día, el joven extendió un mapa sobre la mesa y le dijo a su novia que cerrara los ojos y posara el dedo en cualquier región, y ese sería su destino. Con una sonrisa, ella lo hizo: Tallahassee, al sur.”Será ideal”, respondió él tomándola de la mano. Annabelle sentía que flotaba en las nubes…
Cuando Samuel regresó de un viaje corto a Boston, pasó la tarde con ella para compensar sus días de ausencia. En un momento, mientras observaban desde su lugar en un viejo banco de madera cómo los niños y las mascotas con sus dueños jugaban a la distancia, le entregó un papel donde figuraba un número de casillero, pidiéndole si por favor podía ir esa noche a la estación de trenes a recuperar unas pertenencias suyas. “Es un bolso gris con manijas negras”, explicó.
“¿Por qué no vas tú o vamos juntos? ¿Y por qué no puede ser ahora?”
“¿Recuerdas a August, mi amigo de la secundaria? Tengo que encontrarme con él esta noche, me dijo que tenía que hablarme de algo importante. Además, si vas tarde, habrá menos gente y podrás moverte más tranquila. Créeme, con parte de lo que hay adentro de ese bolso, tendremos el dinero que nos falta para cumplir nuestro sueño. Tallahassee…”
Al oírlo decir esto, la ilusión nubló las dudas de Annabelle. Más tarde, se despidió de él con un dulce beso y, al caer la noche, fue a la estación. Sigilosa como un ratón, abrió el casillero y, cuando encontró el bolso, lo abrió por curiosidad. Sus ojos se volvieron grandes detrás de sus anteojos negros al ver dentro un montón de relojes, al parecer muy caros.
“¡Alto ahí! ¡Manos arriba!”, gritó un policía desde atrás. La joven dejó caer el bolso abierto, dejando a la vista su contenido. Al ver los relojes, el vigilante le esposó las manos detrás de la espalda y se la llevó. Annabelle no entendía, y a pesar de que intentaba mostrarse tranquila, en su interior su corazón latía más y más rápido a cada minuto. En la comisaría, le informaron el origen de los objetos contenidos en el bolso y que Samuel Cassidy y August Wayne eran buscados por el robo.
La pena y la furia invadieron el corazón de la joven. Al parecer, una buena vida no era su destino; para ella habría siempre sólo sufrimiento y soledad. Pero al responder que no sabía dónde se encontraban los dos hombres, lo cual era cierto, la acusaron de encubrimiento y la sentenciaron a diez meses en prisión.

Parte 2

A los pocos días, Annabelle comenzó a sentirse mal. Primero lo atribuyó al torbellino de sentimientos encontrados que atravesaba y las emociones que la ahogaban, pero luego de un examen médico, descubrió que estaba embarazada. Mientras corrían los días y su vientre se iba ensanchando, lo único que hacía era llorar: no tenía absolutamente nada ni a nadie allá afuera, y el sujeto que debió cuidarla la engañó para que pagara por sus crímenes; ¿qué clase de vida podría darle a su hijo? Entonces, pensó en dar al bebé en adopción apenas naciera para darle una mejor oportunidad, pero luego lo sentía dentro suyo y la sola idea de que se lo quitaran la entristecía muchísimo.
Una noche en la que no podía dormir, recordó a cada persona que había conocido en su camino, mas no había ninguna a la que pudiera volver a encontrar, y mucho menos desde una celda. Hasta que en su memoria apareció un muchacho de ojos profundamente azules, cabello castaño y una melodiosa voz con la que siempre encantaba a todos en los actos escolares: Brennan Jones, descendiente de irlandeses que había crecido con ella y, tras el fallecimiento de su único hermano, había vuelto a su país para averiguar si allí vivía alguien más de su familia. Se habían enviado cartas a menudo, por lo que Annabelle recordaba la dirección a la perfección.  A la mañana siguiente, pidió la autorización para escribirle. Tal vez él podría aconsejarla: ya lo había hecho antes, aunque en ese momento los problemas eran mucho más pequeños.
Al leer lo que su amiga había escrito en un papel húmedo de sus lágrimas, Brennan tomó una pluma y le respondió: “Annabelle, bajo ningún punto de vista pienses en entregar al bebé. Si lo conservas, será el inicio del fin de la soledad que te ha hecho sufrir toda tu vida. Sé que tienes dudas, pero yo te ayudaré. El día que salgas, estaré ahí esperándote. Confía en mí”. Enseguida tomó lo indispensable, lo metió desordenadamente en una maleta y corrió hacia el aeropuerto de Dublín.
Pasaron los meses y Annabelle dio a luz un varón, al que llamó Henry. Al instante en que lo tomó en sus brazos, una gran alegría le llenó el corazón, y lágrimas emocionadas empañaron sus ojos verdes. Unos días después, la liberaron, y tal como había prometido en su carta, Brennan estaba allí. Se fundieron en un abrazo sin poder contener el llanto, y apenas lo vio, el bebé comenzó a reír, contagiándolos a los dos. Brennan llevó a Annabelle a su departamento y le aseguró: “Puedes quedarte aquí el tiempo que necesites, no importa si son dos meses o toda la vida. Pase lo que pase, estaré a tu lado”.

Parte 3

Pasó un año. Henry crecía contento; Annabelle trabajaba como mesera en la cafetería principal de la ciudad, donde Brennan cantaba algunas noches al volver de su empleo en el muelle. En la casa, funcionaban como uno solo, se entendían con solo mirarse.
Una noche, después de la cena y de que Annabelle llevara a su hijo a dormir, Brennan reunió valor y le confesó que la había amado desde que estaban en la secundaria, y que había vuelto a Irlanda para no interferir en su relación con Samuel. Ella tampoco pudo negar lo que sentía por él; por alguna razón, él había estado ahí siempre y la vida los había vuelto a reunir en el momento más difícil: él y Henry eran su futuro y su destino.
Al poco tiempo, los jóvenes se casaron en la iglesia de San Patricio, el Santo Patrono de los irlandeses, y recibieron la bendición tradicional celta. Brennan dio su apellido a Henry, y Annabelle pudo formar lo que siempre había soñado: Una familia unida y felíz.

María Victoria Perez

Revista Viajero Nro. 103 - Marzo de 2016



Despojo

Solo se derraman lágrimas
cuando se cansa el alma.
El desprecio casi toca mi espíritu.

Lo detengo con las últimas fuerzas
que hacen mas digno
este viaje de vuelta.

Esta derrota, retirada
abandono la pelea
esta batalla perdida
tras una y otra mentira.

Un manto negro
cubrió mis ilusiones
destruyo mi fe
y desintegro mi confianza.
Distraído ...
no imaginaste esta partida
el adiós a tu amor escondido
impalpable, temerario
destructivo y denigrante.

Marina Aguirre





Páramo sin luz

La escalera en diagonal se sostiene
sobre muros laterales ausentes.
De frente una ventana donde alguien
se refleja, se mira, se busca.

En aquél intersticio se vuelve ajeno
de sí mismo y su sombra no ha desaparecido.
En este sitio vacío la Tierra le da la espalda
a la estrella del centro, emerge la noche...

Se aleja, hacia otro páramo en un lugar en donde
los muertos flotan y se hunden, se precipitan,
ascienden, observan.

Miran a esa sombra cuya presencia aún se puede
divisar desde el sepulcro y el cajón deshacido,
que se torna intima y su indulgencia la habilita
a deambular alrededor de aquel laberinto de soledad, tan difunto.

Su estadía es efímera en donde es ínfimo el instante
de dolor y la exasperante característica infame del que late,
del que se limita al suelo y a ese abismo terrenal
lo deshace, lo desintegra.

Atmósfera cada vez menos disímil de atravesar y unos cuervos,
alejados, que no muestran su imagen.
Los laterales resplandecen, se reintegran; la alejada del alba
ahora es la que late, se limita a un silencio, tan callado, que
se asemeja a un lamento profundo.

Jonathan Arias





Escúchame

Cierro los ojos y espero que escuches mi alma
a través de la distancia
océanos e historia
escucha mi alma libro abierto
en la primavera de hoy y el verano de mañana.
Escucha mi alma con su grito desesperado
por abrazarte,
con su silencio eterno de amarte
con su sello inconfundible de esperarte.
Te lo suplico....
escucha mi alma.

Elizabeth Francken
Pág. 30 de "Los años ámbar"





Me sentí,
una verdad cambia,
Causó estupor
y hace quedar sin presiones,
sexuales incluso.
Y ya estará todo dicho
la clave para el juego
así, para ofrecerles.

Lucia Tyburczy