Revista Viajero Nro. 125 - Febrero de 2018



Ojos por siempre

No habrá lugar en el mundo
para la eternidad de tus ojos
Sé que de ellos nace humanidad
y el alma de los árboles...
no habrá lugar
porque la extensión de tu mirada
volverá
y si me dicen que no es cierto
enterraré sus palabras en mis deseos
para dar nulidad a sus credos...
no habrá lugar en el mundo
para la eternidad de tus ojos
sin ellos
Estaría perdida dentro del misterio(...)

Maria M. Stanganello
meri.marta@hotmail.com







La biblioteca


Anochecía, el día había pasado como todos los días, con la actividad diaria de esa casa, donde todos iban y venían sin parar. La familia que allí vivía estaba compuesta por Alicia y Joaquin, los padres, y tres hijos adolescentes: María, Ernesto y Pablo. Los padres sostenían el hogar, trabajaban todo el día y solo se encontraban por la noche. Los chicos estudiaban por la mañana y luego cuando salían de la escuela volvían y pasaban toda la tarde con sus juegos electrónicos: tablet, celular, computadora. No existía otra cosa, los amigos eran virtuales. De deportes y actividades artísticas ni hablar y el estudio siempre en último lugar. 
    La casa era amplia, con varias habitaciones, y en una de ellas donde nadie entraba, estaba la biblioteca, sola y por supuesto con mucha tierra, allí no se limpiaba.

     Esa noche, como siempre cada uno estaba en sus cosas, nadie se sentaba a cenar, la comida esperaba. Alicia y Joaquín discutían, los chicos con su electrónica.

     En la biblioteca todo estaba quieto y a oscuras, de pronto...un ruido, el diccionario cayó al suelo. “¡Vamos chicos! estoy cansado del estante, vengan conmigo!” Y uno a uno fueron cayendo los libros, La Cenicienta, Pulgarcito, La Historia de Grecia, todos caían y empezaron a caminar por la habitación. “¿Qué hacemos?”, preguntó el diccionario. “¡Nos tienen que escuchar!” contestó la Enciclopedia. “¡Hagamos mucho ruido!” dijo el libro de Geografía. Comenzaron a saltar, el desorden era cada vez más grande, pero...en la sala nadie escuchaba nada, el televisor al más alto volumen, las computadoras, los celulares, todos andaban a la vez, ni los padres ni los chicos se daban cuenta de lo que estaba pasando. 
     Los libros estaban desesperados , muchos años sin que nadie los leyera, hasta que sucedió lo inesperado...se cortó la luz.  Se hizo el silencio por un momento pero los chicos empezaron a gritar: “¡¿Y... ahora qué hacemos?!. Se les había acabado el mundo, sin electricidad no había nada. Alicia comenzó a encender las velas y las repartió. “Vayan a la cama” dijo, “No hay más nada que hacer”.

     Los chicos se levantaron y comenzaron a caminar hacia sus habitaciones, cuando pasaron por la biblioteca, la puerta estaba abierta.

“Qué raro” dijo María. “¿Quién la abrió?”. “No sé”, contestó Ernesto. “¿Y...si entramos?” dijo Pablo. “Sí, probemos, mal no nos va a hacer” contestó María. Entraron y que sorpresa: todos los libros estaban tirados. “¿Qué pasó?” gritaron todos. Entonces comenzaron a mirar: allí estaban, libros que no sabían que existían, cuentos, libros de texto, novelas; de todo había y ellos no conocían ninguno. El diccionario miraba atento, pero no se movía para que no se dieran cuenta. “¿Y si los ordenamos?” dijo María. “¡Sí, vamos a ordenar!” contestaron sus hermanos. 
     Buscaron franelas, limpiaron todos los libros y los ordenaron por temas en la biblioteca. “¿Y.. si leemos?” dijo Ernesto. “Claro, con la luz de nuestras velas podemos hacerlo” contestó Pablo. Cada uno tomó un libro, se sentaron en el viejo sofá, y comenzaron a leer. En eso pasaron Alicia y Joaquín, no podían creer lo que veían, ¡sus hijos leyendo juntos! Entraron, tomaron un libro cada uno y se sentaron en el otro sofá. 
     El diccionario estaba muy contento y observaba la hermosa escena familiar, porque no solo leían sino que cada uno estaba fasscinado y contaba lo que por primera vez aprendía a través de un libro.

      Y lo bueno fue que cada noche la escena se repetía, todos iban a la biblioteca y charlaban sobre lo que leían: SE COMUNICABAN.

El diccionario vigilaba y anotaba en secreto los libros que habían sido leídos.         

Cristina Quarella
cristinaquarella@hotmail.com.ar







Sobre la justicia

Los filósofos antiguos que suponen la cúspide del pensamiento universal, eran particularmente Aristóteles y Platón.
En el Diálogo de La Republica de este último encontramos a un personaje: Trasímaco,  excelente retórico y orador que estaba interesado por la enseñanza de la ética y la política. En una intervención suya en la Asamblea Ateniense, aconseja armonía entre los partidos, y evitar que sea el ansia de poder lo que legitime sus luchas partidistas.
Su realismo le llevaba a afirmar que la justicia era el interés del más fuerte y que las leyes son dictadas por los que ejercen el poder para beneficiarse de ellas. Así pues, la justicia beneficia al gobierno establecido, esto es, al más fuerte y los Estados justifican sus abusos mediante las leyes. El realismo de Trasímaco le lleva a considerar cómo es la justicia, no como debería ser, por que para él el núcleo de la cuestión en la vida social es el dominio del fuerte sobre el débil. Platón pone en sus labios en “La República” estas frases: “La injusticia beneficia a su autor y la justicia perjudica”. Trasímaco practicaba el realismo político. El filósofo político Leo Strauss opinaba que puede pensarse en términos de realismo político… pero es mucho más peligroso actuar en política provisto de esos criterios.
Si la población llegara a compartir las opiniones de Trasímaco, por ejemplo, sobre la justicia, el orden social sería inviable. Delinear una comunidad política orientada por la idea de justicia dice el Profesor de Filosofía Política Stefano Petrucciani, implica ante todo, el enfrentamiento con quienes, como el sofista Trasímaco, niegan la validez misma de la idea de justicia. En el referido diálogo platónico aquel fustiga a Sócrates refutándole que: “. . .ignoras que la justicia y lo justo es en realidad bien ajeno, conveniencia para el poderoso y gobernante y daño propio del obediente y sometido;.. ...” Estaba convencido Trasímáco que en verdad lo que resulta útil al poder constituido es lo que se considera justo. Y puesto que el poder tiene la fuerza:”. . . .lo justo es lo mismo en todas partes: lo que conviene al más fuerte”.-

Jorge Omar Alonso
jorgeomar_alonso@yahoo.com.ar







Vieja plaza de barrio

Con tu pasto amarillento, las hamacas medio rotas, con el tobogán vacío de sonrisas infantiles, hoy volví a recorrer la vieja plaza, del barrio de mi infancia. Aquella que nos vio correr, saltar, que vivió los picaditos que se armaban, contra el equipo de los mellizos, esa donde el guardián nos sacaba de raje cuando pisábamos los canteros o recorríamos las veredas de sus cuatro esquinas en bici. Ya no están los amigos, recorro despacio tus bancos, donde quedaban tallados los nombres de un amor.
¿Dónde fue mi niñez? A dónde fueron a parar tus canteros llenos de flores, las mamás llevando en sus cochecitos a sus bebés, que luego seguirían nuestros pasos como nosotros lo hicimos de los que eran mayores, cómo el tiempo destruye todo, el óxido de las cadenas de tus juegos, son el mudo testigo de los años, que va matando ilusiones y sueños de otrora.
Qué habrá sido de la vida de Rodolfo, Pepino, Yuli, Randall, Alberto, Pájaro, Cachi, compañeros de andanzas y de plaza. 
Con tu pasto amarillento, las hamacas medio rotas, con el tobogán vacío de sonrisas infantiles hoy volví a la vieja plaza del barrio de mi infancia y tristemente me voy dando cuenta que solo tu apariencia te reconoce como tal, atrás quedaron los años que degradan, pero hay algo que jamás se puede oxidar, son los recuerdos y la alegría que uno siente al volver a vivirlos.

Carlos Rojas
carlos1952rojas@yahoo.com.ar







¡BAUTIZAME, TÚ JESÚS!

Dedicado al ESPÍRITU SANTO, que me llena de la PRESENCIA DE DIOS

Hoy con INMENSA ALEGRÍA                                   "Yo bautizo con agua, pero el que viene puede mucho más:
abro las puertas de mi CORAZÓN,                           él los bautizará con el Espíritu Santo y el fuego." Lucas 3, 16
¡BAUTIZAME, TÚ JESÚS!

Hoy quiero sentir el VIENTO
que sacude todo mi SER,
¡BAUTIZAME, TÚ JESÚS!

Hoy mi ALMA
busca tu PRESENCIA incesantemente,
¡BAUTIZAME, TÚ JESÚS!

Hoy en profunda PAZ
mi conciencia se sumerge en tu CONCIENCIA,
¡BAUTIZAME, TÚ JESÚS!

Hoy quiero sentir TU LUZ RADIANTE
iluminando toda mi EXISTENCIA,
¡BAUTIZAME, TÚ JESÚS!

Hoy mi VIDA se PURIFICA
con el FUEGO DE LA ÚNICA VERDAD,
¡BAUTIZAME, TÚ JESÚS!

Hoy quiero que el SANTO ESPÍRITU
habite en mí por SIEMPRE,
¡BAUTIZAME, TÚ JESÚS!

¡En el nombre del PADRE,
del HIJO y del ESPÍRITU SANTO!
¡BAUTIZAME, TÚ JESÚS!

Erika Luz de Dios
erkabd2008@hotmail.com







Usted

Se me adentra usted,
quizás no lo sabe aun,
dañándome la ausencia a cuenta gotas,
transido de distancia.

Me aprendí una risa, una mueca
para todos los días
y si ese sabor fuese un soplo de su piel,
no lo se,
ya no soy más que el resultado de palabras reunidas
quicios de puertas.

La quiero libre, bella, irreductible,
como al eterno desnudo
de la piedra,
y los angostos atajos que propinan misterios.

A usted
que con su imagen
derrumba la tarde
en cada ventana.

Y quizás no lo sepa aun,
no deseo más sus abrazos detenidos
¿por dónde se ha marchado?

No sabe que sus ojos lo concluyen todo.

Luciano Calzada
lucianoquilmes@yahoo.com.ar







Solía pensarte

Solía pensarte 
pero 
ahora  es todo tan distinto…
De imaginarme tu perfume,
de viajar.
Sí, de viajar en tu auto con la imaginación 
de estar juntos en nuestros sueños, 
bien o 
mal…
pero juntos, superando los terremotos y los
sismos… y las vivencias terrenales… más que nada.
Las experiencias que nos llevaban al vacío, 
sí, sí,sí
sí Señor.
Es que Dios aprieta pero no ahorca, es por eso que vivo en 
agonía 

Ximena Lupis
ximenalupis@outlook.com