Revista Viajero Nro. 14 - Diciembre 2006




Las palabras son parte del sol


El atardecer se esconde dentro de un mar de dudas,
yo lo salgo a buscar para no quedarme asustado,
no quiero pertenecer al mundo de los que no viven,
pues ya me he aburrido de su idiotez.

La tarde es esperanza sin serlo,
todo es contradictorio si se trata del amor
y si acaso nadie me escuchara,
seguiría siendo lo que las flores son en el invierno.

Y si puedes verte feliz
entonces hazlo y disfruta del mundo así como es,
y si no puedes hacerlo,
entonces lucha porque siempre podremos sonreír.

La vida es una vuelta por el río,
su corriente nos arrastra pero también es suave su imaginación,
su color nos disuelve pero es tan dulce verlo al sol
que si quieres a la risa reirás,
y si quieres al llanto, alguna lluvia se encargará de ti.

Un día en el tiempo puede ser una sombra en el pasado,
y el pasado a veces es lo que tenemos para soñar,
y si de repente un nuevo silencio te interrumpe,
entonces dejaras de volver y comenzarás a viajar...

Esteban











Puertas abiertas dan a mágicos crepúsculos desde tiempos inmemorables. Qué manos. Qué manijas. Por qué pregunto. Mis preguntas son fantasmas disueltos en un sin respuesta; mis respuestas fantasmas inexistentes.
Miro el crepúsculo (soy el crepúsculo). Y digo, ríos. Ríos yo digo, corrientes adversas. Peces locos y ávidos de memoria y espinas. Un viento funesto arrastra objetos invisibles de colores no identificados. ¡Es nuestro rey, el único y más arcano! Y van, vienen, se mueven en direcciones delirantes; no es que vayan hacia abajo, no es que vayan hacia arriba…no es que se muevan. Se comportan de modos nuevos que mueren en su nacimiento. (“Lo que se ve, lo que se va, es indecible. Las palabras cierran todas las puertas”).

Proclama de mí mismo


Aquí los parpados de la razón se desmoronan brusca y crónicamente, para que las bellas y azules pupilas del absurdo y lo maravilloso se propaguen y reinen reivindicando su condición de elementales, su espacio derrocado por el enemigo: el asesino de niños y de locos.

                                                            

Reivindicación y comprobación


Recuerdo el miedo sin estribos; una propagación ilimitada de monstruos en la noche fantástica. Exageración alucinada y paranoica con espejos sicodélicos. Y recuerdo personajes anónimos aparentemente inexistentes, multiplicándose a mis espaldas, lejos de mi reconocimiento.


Sebastian Humberto










Tus ojos


Estoy pensando y de pronto miro el cielo
y me parece ver en ellos tus ojos
ya no se si son celeste si son grises o verdes
pero si son transparentes
como es tu corazón, una se siente
a tu lado como si tocara el cielo
contemplando tus cabello
me parece ver brillar el sol mas fuerte
que de costumbre hasta nublarme la razón
eres hombre y demonio, eres santo eres ángel
y eres toda la ternura y la bondad del amor
y serás siempre mi ángel, guardián de mi placeres
la alegría y la bondad de mi felicidad.

Llagas


Llagas, que el alma me quema por este amor imposible
que va derecho a la sangre, de mi sangre ya impotente
que me lleva por caminos, caminos de soledades.
llagas que queman por dentro como queriendo matarme
¿pues, me has visto ya muy triste o es que quieres probarme
que aun me sobran fuerzas para poder rechazarte?
llagas que desde muy adentro con tanta rabia te siento.
                          
Baby












El horizonte


El horizonte en la pampa,
el pasto, el color al viento que derrama,
todo eso y la dulzura de tu voz en la ciudad,
con el sabor a primavera,
con todo eso que tiene el silencio
cuando quieres hablar ...

Apenas unas horas,
unos minutos y el recuerdo permanece
no es paisaje sino una postal,
la postal del adiós.

De lejos te pregunte sin decirte nada,
tu me regalaste bombones
por anticipado,
y yo que de repente respiraba sin saberlo
no pude regalarte ninguna esperanza ...

Si pudieses escuchar mis palabras
escucharías lo que la tarde no pudo recitar,
solo los libros que deambularon
para seguir en camino,
y algún olvido o recuerdo o futuro,
recorre por momentos a mi atardecer,
pues de repente no es el tiempo quien manda,
sino el destino de volvernos a encontrar ...

Carlos Portillo













Verdades

Mirémonos frente a frente;
espalda a espalda.
Mirémonos con los ojos del amor,
con la luz del alma, a veces caída.

Nada es tan malo, todo se sana.
Alguien sabe de nosotros, ese alguien nos sana:
el dolor es para los felices, para aprender a vivir.
Nada es tan malo, todo se sana.

El espíritu me habla distinto;
mas no soy quién para juzgar
cómo crece la flor en el lodo,
ni quién esta creyendo más en Dios.

Mi fe es sencilla, así como mi amor;
el tiempo es liviano, así como mi corazón.
El amor es puro pues lo creó Dios;.
y eso es lo que Él es.

Las nubes rondarán nuestro cielo;
y será hermoso disiparlas,
para que la luz de tus ojos
contemple el trono que te espera.

Siempre mi vida sin mi vida;
mi no vida con tu vida;
tu vida y mi vida,
juntas.

Jonatan
















Tu nombre me inspira


La otra noche tuve un sueño:
me soñé escribiendo tu nombre en el sol;
junto a tu nombre puse la palabra libertad.

La otra noche tuve un sueño:
soñé que abrazabas mis espaldas;
y mi vuelo de golondrina te mareaba.

La otra noche tuve un sueño:
te soñé inventando primaveras;
y besando mis huesos con tus caricias.

La otra noche tuve un sueño:
nos soñé derrochando el tiempo juntos;
y caminando ríos y horizontes.

La otra noche tuve un sueño:
me soñé escribiendo tu nombre en el sol.

Escribí tu nombre en el sol y la luna;
junto a tu nombre puse la palabra libertad.

Danilo














Ilusión 

La niña dormía plácidamente en su cama, mientras el libro que había estado leyendo reposaba abierto sobre sus piernas. La vela había quedado encendida, iluminando parte de la habitación. Cerrada estaba la ventana y corridas, las cortinas; sus padres se habían encargado de hacerlo antes de partir. Los minutos transcurrían sin que la pequeña pudiera notarlo. Su mente se encontraba sumergida en otra realidad, SU realidad ahora.
La tenue luz de la vela disminuía poco a poco. Pronto se extinguiría por completo. Los últimos hilitos de claridad se los adueñó la imagen del difuso arbusto del libro. Finalmente, la luz desapareció. La liviana hoja, en la que se encontraba la figura, se sacudió. De su inexistente interior, pareció surgir una especie de rama, como una enredadera.
La planta se arrastró lentamente por el brazo de la niña que aferraba con entusiasmo el libro, pese a su ensueño. Rozó su hombro y luego acarició tiernamente su mejilla. La pequeña, emocionada, la tocó. Abrió los ojos, una insignificante hojita verdosa revoloteó y cayó al suelo, pero ella no alcanzó a verla; la planta ya no estaba allí, había vuelto a ser una imagen plana en el papel.
Se sintió sola, extrañaba a su padre, sus dulces caricias y su beso antes de dormir. Intentó volver a soñar, retomar sus hermosos pensamientos inconscientes para no sufrir la momentánea ausencia de su progenitor. Haciendo un gran esfuerzo mental, logró sosegarse, una vez más. Oyó, muy a lo lejos, como proveniente de un mundo ajeno al suyo, el sonido de la puerta de la habitación abriéndose. Percibió una lucecita en su cara, aunque sus ojos no quisieron despegarse. Algo volvió a rozar su mejilla, pero ni aún así pudo regresar de su letargo. Se aferró con ansias a lo que la estaba acariciando y soñó que su padre le daba un fuerte abrazo. Sintió que aquello comenzaba a rodearla completa y pensó que su padre tenía grandes brazos que la hacían sentirse protegida. Se sujetó con más fuerzas y más ganas que antes, no quería que su dulce papito se alejara de ella, ni siquiera por un instante. Lo que la sostenía la acorraló y empezó a apretarla, aprisionarla, ahogarla, asfixiarla. Cuando por fin quiso abrir sus ojos, ya era tarde, su frágil cuerpito ya no era capaz de continuar.

Natalia Soledad Rotelo













Invita al festejado


Como sabrás nos acercamos nuevamente a la fecha de mi cumpleaños, todos los años se hace una gran fiesta en mi honor y creo que este año sucederá lo mismo. En estos días la gente hace muchas compras, hay anuncios en el radio, en la televisión y por todas partes no se habla de otra cosa, sino de lo poco que falta para que llegue el día. La verdad, es agradable saber, que al menos, un día al año algunas personas piensan un poco en mí. Como tú sabes hace muchos años que comenzaron a festejar mi cumpleaños, al principio parecían comprender y agradecer lo mucho que hice por ellos, pero hoy en día nadie sabe para que lo celebran.
La gente se reúne y se divierte mucho pero no saben de qué se trata. Recuerdo el año pasado al llegar el día de mi cumpleaños, hicieron una gran fiesta en mi honor; pero sabes una cosa, ni siquiera me invitaron. Yo era el invitado de honor y ni siquiera se acordaron de invitarme, la fiesta era para mí y cuando llego el gran día me dejaron afuera, me cerraron la puerta. ¡Y yo quería compartir la mesa con ellos! (Apocalipsis 3,20). La verdad no me sorprendió, porque en los últimos años todos me cierran las puertas. Como no me invitaron, se me ocurrió estar sin hacer ruido, entre y me quede en un rincón. Estaban todos bebiendo, había algunos borrachos, contando chistes, carcajeándose. La estaban pasando en grande, para colmo llego un viejo gordo, vestido de rojo, de barba blanca y gritando: "JO JO JO JO", parecía que había bebido de mas, se dejo caer pesadamente en un sillón y todos los niños corrieron hacia el, diciendo " SANTA CLAUS" "SANTA CLAUS" ¡como si la fiesta fuera en su honor! Llegaron las doce de la noche y todos comenzaron a abrazarse, yo extendí mis brazos esperando que alguien me abrazara. Y ¿sabes?, nadie me abrazó. Comprendí entonces que yo sobraba en esa fiesta, salí sin hacer ruido, cerré la puerta y me retire. Tal vez crean que yo nunca lloro, pero esa noche llore, me sentía destruido, como un ser abandonado, triste y olvidado. Me llegó tan hondo que al pasar por tu casa, tu y tu familia me invitaron a pasar, además me trataron como a un rey, tú y tu familia realizaron una verdadera fiesta en la cual yo era el invitado de honor, además me cantaron las mañanitas; hacía tiempo que a nadie se le ocurría hacer eso.
Que DIOS bendiga a todas las familias como la tuya, yo jamás dejo de estar en ellas en ese día y todos los días. También me conmovió el pesebre que pusieron en un rincón de tu casa. ¿Sabías que hay países que se esta prohibiendo poner nacimientos? Hasta lo consideran ilegal. ¿A dónde irá a parar este mundo? Otra cosa que me asombra es que el día de mi cumpleaños en lugar de hacerme regalos a mí, se regalan unos a otros. ¿Tu que sentirías si el día de tu cumpleaños, se hicieran regalos unos a otros y a ti no te regalaran nada?. Una vez alguien me dijo: ¿Cómo te voy a regalar algo si a ti nunca te veo? Ya te imaginaras lo que le dije: Regala comida, ropa y ayuda a los pobres, visita a los enfermos a los que están solos y yo los contare como si me lo hubieran hecho a mí. Cada año que pasa es peor, la gente solo piensa en las compras y los regalos y de mí ni se acuerdan.

Jesucristo













La lluvia


El tiempo es una batalla
los minutos desarman al destino
cuando una lluvia cae desconsolada,
cuando alguien lamenta la ausencia
y cuando ya no quedan tantas lágrimas guardadas.

El tiempo es un amigo que no aparece,
es su lejanía más indeseable,
yo creía que el silencio era demasiado
y hace bastante que me acostumbro
y en realidad no me acostumbro.

Un paso al frente dan los que no temen
y los que perdieron el pudor,
Atrás quedamos a veces los que sentimos demasiado
Los que caemos derrotados solos
y por el infinito misterio del dolor.

¿Acaso el futuro es para todos?
Yo me pregunto para no responderme,
Si al final la lluvia cesa y el misterio continua,
Todo al fin sucede hasta lo que no sucede,

Yo sé que nos encontraremos
Porque a veces un cielo es una excusa
Una palabra, un te quiero,
es un sinónimo de libertad.

La lluvia vomita su ignorancia,
el mundo no es para tanto pero lastima
y hoy el día terminará cuando empiece,
dentro del aire estamos todos
pues yo creo que nadie camina sin caminar.


Elvio Perazo