Revista Viajero Nro. 75 - Julio de 2013



Arte de tapa


"La creación del ideal"
(Homenaje a Miguel Ángel)
Recrear "La creación", mi objetivo.
Dios crea al hombre y el hombre crea las diferencias.
Pueblos lujosos, pueblos humildes; un antagonismo milenario, una rivalidad histórica quebrada con apenas una flor. La naturaleza como elemento de unión.
Flor que surge de un pueblo ideal, sin extremos aberrantes.
Un lugar más sobrio pero sin dudas, más humano y más digno de ser habitado que el nuestro, con canillas de oro y gente sin agua.

"La creación... del ideal", un trabajo en equipo con Miguel Ángel...

Alejandro Costas
Artista Plástico










“La creación… del ideal”, una obra de Jacinto,
con la invalorable colaboración de Miguel Ángel.


No tenían demasiado contacto con el mundo del Arte, por no decir que era prácticamente nulo. No frecuentaban ni teatros ni centros culturales, aunque sí sentían cierta debilidad por el cine. Pasaban horas viendo películas de diferentes matices. Mientras que al resto de la familia, las más profundas y pensantes le aburría, a Jacinto, el sólo hecho de que se le presentara un conflicto y de difícil resolución, lo inquietaba. Cuanto más compleja era la trama a desentrañar más estimulante le resultaba. Pero tenía un problema, no menor, no tenía con quién compartir sus conjeturas y pensamientos. Lejos de vivirlo como un trauma trataba de inducir a sus hermanos y padres a ese otro mundo, el de la reflexión. Y los resultados, reconozcamos, no eran demasiado alentadores.
 Sin embargo allí estaban, excepcionalmente, disfrutando un domingo otoñal dentro del museo más importante de la ciudad. Con sus compañeros de escuela había recorrido sus laberínticos pasillos hacía unos días y fue tan gratificante que impulsó a sus padres y hermanos a que lo conocieran. Afortunadamente le hicieron caso y accedieron a su pedido.
 Jacinto aseguraba que una obra, fundamentalmente una, le provocaba sentimientos hasta ese momento jamás conocidos. No obstante recorrieron todas las salas y  disfrutaron en familia, como hacía mucho tiempo no ocurría. Se les presentaba un mundo inexplorado, virgen y remoto. El gran Arte entraba en sus mentes y en sus almas.
 Revivieron las etapas de Picasso, revolucionarias pinturas que marcaron, sin dudas, un antes y un después en la historia del Arte. Yendo un poco más allá en el tiempo, recorrieron el impresionismo de la mano de su padre, Vincent Van Gogh. Supieron no sólo de la tan tortuosa como apasionada vida que ha llevado sino también del incondicional apoyo, económico, moral y anímico que ha recibido por parte de Theo, su hermano. Y de los exaltados enfrentamientos con su amigo Gauguin, otro gran exponente de este movimiento. Se deslumbraron al conocer la obsesión de Monet por la luz y por plasmar en un lienzo sus efectos.
 De la mano de un guía del museo se ilustraron acerca de otro valioso movimiento, el surrealismo. Salvador Dalí, su máximo exponente, cautivó por su desbordante creatividad y una impecable calidad en su trazo. Ser creativo, dibujar y pintar bien, les enseñó el guía con un contagioso entusiasmo, eran tres atributos que, juntos, no se encontraban muy a menudo entre los artistas. Y Dalí los tenía, y en cantidad. Impensadamente se vieron desbordados por la locura creativa de sus mentores y el sinnúmero de lecturas que podían darle a cada obra. Jacinto asoció esta particularidad a las situaciones más simples, la de todos los días, ya que hay más de una lectura y múltiples interpretaciones, aseguró. Y todas válidas. Su padre le explicó que estaba describiendo, casi sin querer, a la subjetividad.
 Luego de visitar algunas salas con pinturas contemporáneas, paisajes tradicionales exentos de dificultad de comprensión, y obras abstractas, algunas demasiado herméticas, se deleitaron con los clásicos, los que habían estudiado tantas veces en la escuela. Les parecía mentira verse allí con semejantes obras, réplicas casi del tamaño natural. Y allí, frente a sus ojos, desfiló el multifacético arte de Leonardo da Vinci, el encanto de Botticelli, la pureza técnica de Rafael y tantos otros pioneros que abrieron un surco. En él, cientos de pintores sembraron sus semillas de idoneidad y talento, escribiendo la historia de la pintura, que acompañaron los pasos del hombre durante siglos y siglos. El Arte, como testigo involuntario de nuestros días.
  Mientras recorrían los laberínticos pasillos del museo disfrutando de ese aroma particular que emana de la historia, una obra sacudió en forma notable su mente, notablemente. Se trató de una trascendental pintura que refleja un pasaje bíblico denominado “La creación de Adán” y que enaltece parte de la bóveda de la Capilla Sixtina en el Vaticano. Según la descripción que estaba debajo de las obras supieron que Miguel Ángel Buonarroti, Michelangelo, la creó entre los años 1508 y 1512 en épocas del reinado del Papa Sixto IV, sorprendiendo a todos los presentes quienes acababan de comprender la causa del nombre de la Capilla. En esa obra el artista imaginó el momento sublime en que Dios creaba al hombre. La mano del Creador tocaba a la mano de Adán y se producía el milagro de nuestra creación. La vida misma.      Quedó absolutamente abrumado ante esa obra de contundente belleza que se le presentaba por segunda vez, donde podía observarse dos manos a punto de rozarse. La más decidida y recta perteneciendo a Dios, de frondosa barba y aire místico. La otra, la de Adán, inerte, sin vida, que nos representa. Así reflejó notablemente Miguel Ángel aquel elevado instante en que el hombre es creado.
 Dios creó al hombre y el hombre, con peores intenciones y menor creatividad, creó las diferencias, pensó Jacinto. Y su mente diseñó sobre ambas manos estructuras disímiles enfrentadas. Pueblos lujosos y pueblos humildes, un antagonismo milenario, una rivalidad histórica aparentemente sin solución.

Exagerando un poco, el niño era casi un artista que desplegaba creatividad en su quehacer cotidiano, resolviendo siempre de un original modo los problemas que le iban surgiendo, ya sea en el hogar o en la escuela. Con una vocación intensa por defender la justicia y los valores esenciales. Por esto, y fiel a sus convicciones imaginó entonces, y casi como esbozando una nueva obra, una flor entre ambos dedos, naciendo en las entrañas de un pueblo y quebrando definitivamente semejantes diferencias. La naturaleza, como elemento de unión, se consoló. Flor que nace en un pueblo que, en la mente del niño, era casi ideal, más sobrio pero indudablemente más humano. Un pueblo sin contrastes tan violentos con extremos que rozan la obscenidad.  Un mundo, sólo imaginario, más digno de ser habitado que el nuestro, con canillas de oro pero con gente sin agua.

Alejandro Costas
Cuento a partir de la obra de tapa










Amor


¿Qué es el amor?
Es sentir mariposas en la panza, es
que me tiemblen las piernas
cuando te veo, es soñar
con despertarme a tu lado cada mañana  y verte sonreír al abrir los ojos, 
es estar a tu lado cuando estés triste
y abrazarte tan fuerte que puedas
sentir que nada malo puede pasar,
porque estamos juntos.
El amor es desear que seas feliz
por encima de mis propios deseos, 
es darte sin esperar nada a cambio.
El amor es sentirte pleno y
que nada más te hace falta,
es poder decir todo con tan solo
una mirada, si tuviera todo el oro del
mundo, pero no tengo amor, no
tengo nada...
Amar es sentir el roce de tu piel
junto a la mía.
Y que me estremezca el alma misma,
amar amor, es entregar todo
en un suspiro, es el escudo para
enfrentar los malos momentos.
Amar amor, es estar a tu lado.

María Krause










Ideal


Mi hombre sin rostro,
río tanto contigo, me divierto
lloro de felicidad con tus palabras hermosas.
Me deslumbra tu inteligencia y humildad.
Estoy en este cuento de hadas a tu lado.
Como el caballero de mis fantasías
construiste la casa de mis sueños.
Los jardines llenos de flores
donde jugarán nuestros hijos.
El palacio de amor
donde seremos felices siempre.
Cada mañana habrá una flor a mi lado,
cada tarde una sonrisa
y cada noche tus caricias.
Quisiera dejar de crearte en mis pensamientos
que por fin tengas rostro y cuerpo
poder ver tu figura y admirarte
que te materialices y al fin abrazarte.
Dónde estás en el mundo aún no lo se,
sólo existe la esperanza
de poderte encontrar. 

Marina P. Aguirre










Sigue tus Sueños.


Cuando se aleja el Sol
y el día llega a su final
una luz se enciende en nuestra mente:
es el poder de Soñar.

Hay un sueño en especial
del que les quiero hablar:
es una meta que, si intentamos,
logrará hacerse realidad.

Si hay gente que te dice
que pierdes tiempo nada más,
no los escuches, pues no saben
lo que es Imaginar.

Aunque al principio cueste
nuestro Sueño realizar,
nunca te desanimes:
lo que importa es Intentar.

Sigue tus Sueños,
escucha a tu Corazón.
Abre tus alas y vuela alto
y, si te caes, levántate otra vez.

Sigue tus Sueños,
escucha a tu Corazón. 
Si tus Amigos te acompañan 
es más fácil y divertido el andar.

La Vida es como una danza,
hay que amarla, comprenderla y disfrutarla.
Persigue tus Ideales
sin descuidar lo bueno que hay a tu alrededor.
Cree en tí, no decaigas,
aumenta soñando tu Fuerza Interior.
Si mantienes firme Tu Meta
podrás algún día alcanzarla.

Vicky (14 años)