Revista Viajero N° 46 - Julio 2010




Amistad

A mis amigos de siempre…, 
y a los de hoy… ; 
a los que se han ido…, 
y a los que vendrán… ; 
a los que nunca se fueron 
porque en mi alma vivirán… ; 
a los de lejos… 
y a los de más acá… ; 
y…a todos aquellos con quienes 
compartimos el pan de la amistad.
Amigo mío…,
cuando el dolor y la tristeza,
desgranen gota a gota tu alma,
en tus nítidas manos,
yo posaré mi corazón, 
y te daré mi  alma.

Amigo…, hermano-amigo…,
cuando la soledad te envuelva,
y dejes caer una lágrima,
me quedaré, al lado tuyo,
en sigiloso abrazo, 
si decir una palabra.

Amigo del alma…, 
cuando todo parezca desierto,
cuando ya no queden ganas…,
a tu lado, aún me quedaré, 
para abrevar, juntos en amistad,
de alguna copa de esperanza.
 
Amigo…, hermano…, compañero…,
amigo mío…, amigo del alma…,
cuando el tiempo haya cambiado,
y el sol brille en tu mirar,
serán, pues, tus ojos,
la luz que iluminen,
las noches de mi andar...

Beto Cardozo
23/06/10
















Carta a mi queridísima...


¿Qué decir?...  nuevamente pensando qué escribir, será acaso que años de práctica impiadosa no fueron suficientes para poder esbozar sobre un papel, perenne testigo, un artero dictamen.  Quiero lograr expresar lo que siento por vos pero no sé cómo, y rondan por mi mente miles de ideas bifurcadas que no consiguen un rectilíneo rumbo. Realmente desconozco la respuesta de esta abrumadora tarea. Un verso propiciamente robado puede, fortuitamente, impulsarme a la gloria que vela tras la gracia de tu subliminal sonrisa aceptadora. Pero yo no sirvo para eso, conozco mis humanas limitaciones.
Tras algunas horas de disertación, creo haber conseguido un ejemplo que ilustra, esquemáticamente, mis sentimientos hacia vos. Pensé en las religiones que poseen visiones pesimistas de este suelo mundano, pensé pues en Dante, quien no se adhiere a esta desesperanza, y sobre todo en su “nobile castello” (infierno). En el mismo, Dante se encuentra con grandes personalidades de renombrados nombres tales como Homero, Platón y Ulises, entre otros, pero justamente en el canto V ve a dos personas que desconoce. Ellos son Paolo y Francesca quienes han muerto a causa de adulterio. Al dirigirles la palabra, Francesca, que habla por los dos, cuenta su trágica historia, insistiendo en que ella sigue enamorada de Paolo. El arrepentimiento está vedado en el infierno; ella sabe que ha pecado y sigue siendo fiel a su pecado, lo que le da grandeza heroica. Francesca sabe que el castigo es justo, lo acepta y sigue amando a Paolo. 
El punto sublime es que a Dante no le interesa el adulterio, no le interesa el modo como fueron descubiertos y ajusticiados, le interesa algo más íntimo, y es saber cómo supieron que estaban enamorados, cómo se enamoraron. Francesca declara que a veces se ruborizaban, pero que hubo un momento, cuando leíamos la deseada sonrisa, en que fue besada por su amante.
Es aquí donde quería detenerme, en medio de estos días tan turbulentos, y en los cuales tu vida puede cambiar en forma definitiva, me consultaste: ¿Qué es estar enamorado? Yo declaré, y creo ciertamente, no saberlo, y posteriormente esbocé una absorta definición. Hoy con unas horas más puedo retractarme, tal vez no en su totalidad, afirmando que no es eso estar enamorado, ya que es justamente algo que no se piensa. El intento de racionalizar el amor es el primer paso para desfigurarlo y mutarlo. Realmente creo que el amor se basa y reposa en esa sonrisa ruborizada de Francesca que no tiene ni un cómo ni un por qué; creo que se reposa en la absurda y eterna espera de un mensaje de texto; o tal vez, en poner tantas cosas en juego como aquellos amantes infieles que supieron perder su vida. No sé si estoy enamorado, si es lo que querías leer en este relato, tampoco puedo afirmar no estarlo, pero lo que sí puedo decir y asegurar es que siento cosas muy fuertes por vos que me llevan a poner muchas cosas en juego.
En cuanto al relato hay algo que no dice Dante, pero que bien destaca Borges, y se siente a lo largo de todo el episodio y que quizás le da su virtud. Con infinita piedad, Dante nos refiere el destino de los dos amantes y sentimos que él envidia ese destino. Paolo y Francesca están en el infierno, él se salvara, pero ellos se han querido y él no ha logrado el amor de la mujer que ama (Beatriz). Dante lo siente profundamente porque él ya está ausente de ella. En cambio, esos dos réprobos se hallan juntos, no pueden hablarse, giran en el negro remolino sin ninguna esperanza, ni siquiera, nos dice Dante, la esperanza de que los sufrimientos cesen, pero están juntos. Cuando ella habla usa el nosotros, habla por los dos, otra retórica forma de estar juntos. Estar juntos por la eternidad, comparten el infierno y eso para Dante tiene que haber sido una suerte de Paraíso. Tal vez, en este tiempo que compartimos girando casi sin poder hablarnos y condenados a no poder consumar nuestros deseos de complementariedad, aprendimos a saber estar juntos superando obstáculos y distancias.
A modo de desenlace puedo afirmar que creo que me ganó mi rol docente y terminé dando cátedra en lugar de decirte lo que siento, o tal vez es mi forma de decirlo, y tengo que volver a lo simple, frases simples y acotadas que solamente esbocen que te quiero muchísimo y que estoy. Que más allá de los problemas, dificultades y distancias estoy.
Quizás solamente quería decirte eso, pero soy muy complicado como para decirlo tan fácilmente. Sin más, me despido esperando que sepas leer estas míseras líneas contemplativas, escritas en tiempos robados al estudio facultativo y ganados al idilio de extrañarte.
















Día del Amigo


Cuando al sentirnos solos
en noches de desvelo
tan sólo nos acunan
las voces del silencio.

Cuando el alma perdida
no consigue consuelo
y el soplo que acaricia
se detiene en un vuelo.

Si rondan los fantasmas
en derredor del fuego
que consume en sus llamas
los fríos del invierno
y no se halla el abrigo
que nos entibie el pecho.

Si el corazón vacío
es un nido desierto,
y no llena su hueco
el consuelo del rezo.
¡Es la voz de un Amigo
la que acude al encuentro!

Élida Galego















Salix Babylónica


Nubes de flores
paseando por mis hojas en blanco,
algunas marchitas, otras fulgurosas.
Riñas entre alegrías y tristezas,
debaten como escribirse.
Categorías en lucha por definir,
como una sonrisa es invadida de lágrimas
sin mojarla, sin ahogarla.

Girasoles se ocultan del sol
y se duermen bajo la tierra,
para dejar espacio a las hormigas
que deciden emprender camino,
dedicándose hoy, laboriosas 
para pasar el frío invierno.

Sueños, sacrificios, triunfos, derrotas,
conviven en el alma cotidianamente
experimentando el dolor y la impotencia;
Reside también la esperanza 
decorando de verde el alma
aunque aveces ese verde traje 
sea un simple sauce llorón.
















digo yo  |  hablo de mí
pero ese yo es el otro  |  el que me habita
el que sustenta y a la vez carcome  |

ese que se alimenta del niño que fui
y apuñala la sombra que tal vez seré

el que lucha por sobrevivir toda vez que muero
el yo que se vuelve uno  |  reverso
implacable  |  pura alteridad

Miguel Angel Morelli


















Cuando duermen las palabras


Cuando esperamos de una palabra su belleza,
y no se unen las rimas.
Están los girasoles dando envidia al pasto,
la risa de las violetas esperan primavera y luna;
la noche silba el silencio de los grillos.
Una palabra y la belleza estéril.
Esperamos belleza;
esperamos palabras.
Rima girasoles con pasto estéril en una noche bella
y aun esa noche no contempla las caricias tímidas;
aun el silencio grita rimas brillantes
y las palabras, musas, inspiración, violetas, rimas no llegan.
El sueño jugó con mis dedos;
párpados, ventanas que no silban.
Un brazo se mueve y cierra la página,
la rima bella se fugó por la ventana y cerró la persiana.

















El agua no es agua porque sí, la misma creó la vida y desarrolló la vida de todo ser dentro y fuera de ella. 
La madera no es madera porque sí, es por algo que ha vivido lo suficiente para formarla, y algo que crea bienestar a nuestras vidas y a la tierra también.
La piel no es piel porque sí, es por algo que con años abrigó nuestros cuerpos y también nos alimentó. 
La vida no es vida porque sí, nos enseñó a buscar nuevos caminos y dejar senderos para que otros siguieran nuestros pasos, nos dio la templanza y sabiduría de valernos por nosotros y forjar nuestros elementos de caza, pesca y alimentación, descubrir de las piedras su valor y luchar por ello, la capacidad de montar los equinos y trasladarnos sin esfuerzo, y más deprisa y dar temor sobre ellos de arrogancia guerrera.
Haber desarrollado los elementos de transporte y de vivienda, la pesca, la agricultura, la ganadería, para luego la revolución cultural e industrial.
El hombre puso de sí lo mejor al servicio de la humanidad y el bienestar de sí mismo.
Tal vez si la evolución de la vida estaría en manos de la famosa costilla deberíamos retrotraernos al primer eslabón del Homosapiens. 

Luis Estevez