Revista Viajero N° 51 - Diciembre 2010




Momento


Veo caer las hojas de los árboles/
la oscuridad llegará pronto/
el día va de salida.
Los colores se pierden.
El viento interrumpe el silencio.
Miro el retrato en la penumbra/
la cuerda del tiempo
es  interminable/

Olga Besada














Mi Amor


Se me fue de las manos
igualito a un sueño,
igualito al agua que se escurre 
en los dedos sin lograr atrapar;
se reviste de dicha,
se disfraza de bello
y corre así en el mundo
buscando prisioneros
con quien poder jugar.

Se me fue sin que nadie
me dijera… se escapa…
Sin que nadie me ayude
a que no escape más,
y grité como loca.
Me desgarra hasta el alma,
pero se que igual
no me quiso escuchar.
Me quedé como el sueño 
de que quise ser dueño,
con el alma y el cuerpo
en tinieblas total.
Describí mil piruetas,
arme mil carnavales,
mas abrazado al tiempo
corrió a otros festivales,
y amante fervorosa.
Quedé como ese libro
al que todos hojearon,
mas del que nadie quiso
jamás profundizar.

Mari Bacot














Se levantó muy temprano el escritor y emprendió su viaje para buscar a Amor, lo buscó en las plazas, aldeas, de ciudad en cuidad, el escritor lo buscaba para decirle que estaba enamorado de la mujer ¡mas hermosa! que sus ojos hayan contemplado, pero buscaba a Amor para que este le ayudara a conquistar a aquella mujer. 


¿Qué hago ahora? ¿Dónde estarás mendigo amor? Exclamó en voz alta. En la orilla de un río se hincó y con los brazos al cielo gritó “! Dios, tú sabes que amo a esa mujer! ¿Pero como la conquistaré?, ¿Dime como encontrar a Amor para que se apiade de este escribidor?
Pasaron unas horas y el escritor estaba tirado en el suelo, desconsolado y sus lágrimas rodaban por sus mejillas, porque se sentía herido en su corazón, ¡decepcionado! porque el amor era para muchos pero parecía que para él no.

De pronto escuchó una voz que le decía: “! Levántate y deja de llorar! Deja de estarte quejando de mí, ¿Cuantas veces traté de que te enamoraras mas sin embargo tu no quisiste?” le dijo Amor. El escritor alegre porque había encontrado a Amor le dijo: “Esta vez es diferente Amor esta es la mujer que amo, ella es la mujer que por tanto tiempo he estado esperando y al fin la encuentro ¡Tienes que ayudarme! Por favor, ¿Cómo hago para conquistarla?
¨Tienes que buscar la flor mas hermosa y llevársela como regalo” piensa donde la puedes encontrar como la expresión mas grande de amor¨. -Le contestó Amor.

Bueno tú eres muy poderoso, ¡Ya sé!, le dijo el escritor, transpórtame al pasado quiero ir a los jardines colgantes de Babilonia y traer la flor mas hermosa para ella.- Con su gran poder, Amor hizo que el escritor apareciera en la puerta de la majestuosa ciudad de Babilonia, estando allí, pidió hablar con el Rey Nabucodonosor II. El rey sorprendido ante semejante historia, pero admiraba al escritor, ya que comprendía muy bien ese amor, ya que él también amaba mucho a su esposa, “Ven le dijo te daré lo mas preciado de mis jardines colgantes, la flor mas hermosa de todas, porque sé que la amas”
  El Rey le dio ¡la rosa mas hermosa! y esplendida que el escritor se quedó ¡perplejo! ante semejante belleza, aquella hermosa rosa llevaba el nombre de la esposa del rey; Amytis.
El escritor durmió en la ciudad, al despertar se dio cuenta que estaba en la orilla de aquel río, pero en su mano estaba la flor.

Viajó a España porque allá se encontraba su amor, cuando llegó a la casa de su amada, el escritor con la flor en su mano le dijo: “Viajé hasta la esplendida ciudad de Babilonia, allí encontré esta rosa, que es la rosa más hermosa, y he venido hasta aquí para decirte ¡que te amo!, y que te amaré en esta vida en las que han de venir, ¡te amaré por siempre y para siempre!' las lagrimas del escritor rodaron nuevamente por sus mejillas pero de la emoción, un grupo de mujeres que estaban observado la escena de amor, decían: “!Que hermoso!, que hombre tan romántico, ¡Acéptelo!!Acéptelo! le decían en coro a la bella dama. Otros hombres que están cerca se decían “ Que cursi, vámonos mejor, en fin en la vida hay de todo jajá!

¿Dime que serás mi esposa y prometo amarte siempre? ¿Dime que me aceptas y que me amaras?” esta es la rosa ¡mas hermosa! que encontré en los jardines de Babilonia pero tu  amor mío eres aun mas hermosa que ella, he visto muchas mujeres pero ninguna se compara a ti, ¡solo pienso en ti!, ¡tu eres mi vida!, mi sol, el oxigeno que me hace vivir, ¡la fuerza para que empuñe mi pluma!, escriba y emborrone verdades, ¡acéptame! como tu amor.” Le dijo el escritor a su amada.
 La mujer le dijo al hombre que se pusiera de pie y con su mano tomó la rosa y con un tierno beso le demostró al escritor que lo amaría ¡para siempre!, en esta vida y en las que han de venir, al oído le dijo en voz baja ¡Si! te acepto.
Se tomaron de la mano y vivieron felices para siempre, el amor le ayudo al escritor para poder conquistar a esa hermosa mujer.

José Francisco Mejía Ramírez
Miembro de la Sociedad Literaria de Honduras
Articulista Nacional e Internacional














Hay un espacio


Hay un espacio infinito
que separa nuestros sueños,
hay un espacio tan leve
entre amarse y despertar.
Hay un espacio tan grande
entre amar y ser amado,
hay un espacio pequeño 
entre hoy y nunca más.
Hay un espacio en tinieblas
y te alcanzo a divisar,
eres luz y soledad.
Hay un espacio colmado por el sol
verde mirar, un lugar donde no
alcanzan
mis temores a brillar,
tanta niebla, tanto sol,
tantas dudas, tanto amor.
Hay un espacio imperfecto
entre amarte y el adiós.















Tete


La fina llovizna suave y triste 
Es casi ahogada por el gris de la mañana 
Que inunda mi vista a través del cristal de la ventana. 
Una imagen desolada, vacía y melancólica, 
De una clara oscuridad, deslumbrante ante mis ojos 
Regados de sueño. 
El silbante viento ausente; 
Hojas inmóviles abrazadas a las ramas, 
Muertas de soledad. 
Las aves apiñadas en coros mudos, 
Inmutables, como en tierna meditación. 
Y el buda imaginario sentado bajo el árbol 
Pidiendo limosna a los ángeles de Domingos 
Por la mañana; quienes todavía exhiben 
Sus trajes fosforescentes de demonio de Sábados 
Por la noche. 
Y Cristo en la cruz, 
Sobre cabeceras de cama de hospital, 
Sujetando con los dientes las flemosas plegarias 
Que no podrá responder ni firmar. 
El cielo continua con su llanto lastimoso 
Recién nacido pero con recuerdos de una vida anterior 
Escondida en anaqueles mentales como libros viejos, 
Llenos de polvo y humedad, de lagrimas y tiempo, 
De borracheras y colocones rústicos. 
El silencio hace ecos en los cuartos de baño, 
Las paredes tosen en los pasillos contiguos, 
La nada es inmensa. 
Nada que hacer, nadie con quien hablar. 
A solas, mi mente y yo nos entretejemos 
Y nos vamos por las ramas solitarias 
Junto a las aves que aun permanecen mudas 
Pegadas unas con otras. 
Las visiones se multiplican 
En el frescor de las horas infinitas 
Y la locura anida en mi cabeza, 
Encuentra refugio. 
La nostalgia se convierte 
En el único mal que me acosa 
En esta enorme nada 
Donde todo, incluyendo la vida, 
Es dolor.

Emanuel Rodrigo Paz














Vale la pena


Aunque pierdas las fuerzas,sigue adelante,
aunque te sientas rendido y aun vencido, sigue con fuerzas,
aunque todo parezca desmoronarse en un instante, sigue de pie,
y si después de todo lo que has pasado te sientes abatido,
aun así, piensa...
que lo que vendrá sera aun mas reconfortante
...y cuando te hayas caído y levantado tantas veces
y estés preparado para celebrar la vida,
ahí te darás cuenta que valió la pena!

Karina C.