Revista Viajero Nro. 22 - Diciembre 2007





Mis consejos

No sabes que encierro en mi interior pero te aseguro que no es grande. Cuando te cuente no vas a entender, vas a pensar que soy tonto, pero no. El día se aproxima y es tan lejano a este momento, porque mañana sé que va a pasar, ahora los dedos se mueven solos y sin rumbo. Que voy a escribir, ni mi cabeza lo sabe, eso es lo interesante eso es lo grandioso como se mueven mis ideas, quien las pone en mi cabeza, para decir lo que digo y para callar tantas otras.
 El cerebro humano es un  mundo tan distinto al cotidiano, que es difícil entender como se ha creado éste tan simple y vacío por la mano del hombre. Dentro de nosotros hay infinitos sentidos, no se porque el exterior puede ser tan concreto y racional, matemático como una pared de cemento. Los valores humanos son postergados por la codicia, el dinero, las guerras, la tierra, el poder, trivialidades si uno las compara con lo hermoso y vital que es el corazón humano. El amor nos da el poder de ser feliz, eso vale mas que papelitos verdes que cuantos más tengas más van a ser tus problemas.
En la simplicidad veo el futuro de la sociedad, no es necesario dar muchas vueltas, la calesita es divertida pero no lleva a ninguna parte. Vale seguir tus sentimientos, luchar por tus valores, alcanzar lo que buscas. Ojo por ahí te equivocas y buscas lo que no hay que buscar, ahí esta el problema, volcate a la libertad, sé un libre pensador para buscar en tu interior esa verdad que todavía no encontraste, esta ahí para ser descubierta solo falta abrir los ojos de tu alma para ver con claridad tu vida, plantearte lo hecho y lo que harás para llegar a ser voz, para sentirte mejor como ser humano, ahí esta tu felicidad. Yo no sé que buscas, hoy te digo Paz, Amor, Tranquilidad, Honestidad y muchos otros sentimientos buenos que tenemos todos los seres humanos. Muchas veces tapados por la mierda que nos meten en la cabeza, que nosotros dejamos que se nos meta. Sé que a veces resulta difícil, solo hay que ser uno mismo, dejar que las cosas se vallan dando, no hay que dar vueltas, hay que proponerlo y hacerlo.
El torno que taladra nuestra mente es solo imaginario, nosotros lo inventamos para automutilarnos, no seamos bobos pensemos claro, expresarse y hablar, escribir y cantar, decir lo que esta pasando. No es tan grave, es como lo miras lo que importa. Una mente tranquila es una mente clara.
Estos son mis consejos, un humilde ser pensante.  

Leandro O. Szilvay















Me gusta imaginarte



En la frontera verde de la tarde
Los pájaros se beben el ocaso,
filtra en las hojas una mirada de humo,
            medita el horizonte
            El sol de octubre gime
encendiendo siluetas en las ramas.

Jadean las palabras del poeta:
“Transitar la vida sin imaginación
es andar ciegos... caminar a oscuras”.

Por eso...
            cuando los pájaros se beben el ocaso
me gusta imaginarte al borde del camino
como en aquella tarde luminosa,
           con un pequeño bolso
           y un atado de sueños.

No sé cómo es amarte
y casi sin quererlo,
          obstinado,
          contra viento y marea,
          obediente al mandato,
          me he vuelto caminante.

¿Puede negar el pájaro su idilio con el viento?
            Y en esta tarde blanca
          imagino tus ojos,
          tu sonrisa,
oigo la voz que ordena 
seguir siempre adelante,
mientras crece en el alma
la hermosa sensación de estar volviendo.

Eterno peregrino,
avanzo...  siempre avanzo,
me empuja la esperanza de encontrarte
           al borde del camino
           con tu pequeño bolso
           y un atado de sueños.

Pedro Soto















Te necesito


Necesito tus ojos hablándome suavemente
Necesito tus labios tocándome el alma
Te necesito cuando mis manos ansían besar
o cuando el recuerdo de tu fragancia me duele

Necesito tu cuerpo entibiando mi corazón
Necesito tu piel rozando mis deseos
Te necesito cuando mis huesos sufren el hastío
o cuando un jacarandá deja caer sus flores

Necesito cada mañana ver tu resplandor,
imaginarme tus sueños mientras duermes.
Necesito despertarme con tu sonrisa

Necesito tus dedos, tus manos, tu pelo
tu cara, tu risa, tus enojos, tu pelo.
Necesito tu ombligo, tu pancita,
tus hombros, tu cuello, tu alma, tu voz.

Necesito tu esencia, existencia, tu presencia
tus caricias, besos, y abrazos.

Necesito en fin,
mucho menos de lo que me das
Necesito tu amor
tu amor y tu amar
Siempre…

Jonatan













Símbolo del hogar


La mesa de mi hogar,
¡Cuantas cosas simboliza!...
años de un pan amado,
miguitas sobre el mantel
que pájaros del jardín,
recibieron con dulzura
y aire de mucho amor.

Rayones que en el tiempo
de aprendizaje, mis niños
lastimaron sin querer,
quizás...para no olvidar
un camino a defender.

¡Cuantas tazas derramaron!
con leche del desayuno
o el chocolate a la tarde
con tostadas y manteca,
vainillas y mermelada.

Muchas veces sus manitas
se apoyaban en el asa
y al descuido se rompían,
repitiendo el alimento
que enriquecía su vuelo.

Mesa que cobijó a una familia
tan plena de maravillas,
que soportó despedidas
y comprendí las heridas.
También vio crecer boquitas
que fueron soplando velas
y hoy recibe los retoños
de aquellos niños de antaño.

Mesa que sos mi aliada,
junto al lápiz y al papel
para escribir cada verso,
con lágrimas de nostalgia,
por el amor que se fue.

Mesa, ¡Te quiero tanto!
sos una gran compañera,
contemplas mi vida entera.
El árbol que fue tu padre
me impulsa a seguir andando
al ver las ramas crecer
sin olvidar el ayer.

Nilda Deluca













Carta para Gisela


Te extraño mucho. Si no te hubiera conocido ¿qué estaría haciendo ahora? No estaría mirando una computadora, o quizás sí, pero mi vida no sería la misma, eso seguro. No tendría un poster de star wars, pero vos tampoco. Eso es raro. Estaba esperando la oportunidad de volver a escribir; la necesidad y el momento. A veces, últimamente, me siento mal cuando no estás. Quiero que todo tenga sentido, lo que estamos haciendo, pero parece que es muy difícil. El mundo está mal y no lo podemos arreglar. Vos me ayudás a vivir, me enseñás sin explicar, me metés en la vida, directamente. Hacés que deje de observarla objetivamente y la viva. Por eso te necesito siempre conmigo. ¿Qué hago en este momento? Todo es para lograr algo, al final. Lo que me gusta hacer es entender las cosas, pero llega un momento en que eso no te alcanza. Me encierro y me seco, no quiero hacer nada, porque nada se puede hacer si no es un fin en sí mismo. Siempre queda un para qué, una pregunta. Escribir tiene sentido (¡lo digo yo que siempre odié las palabras, por superfluas, por imperfectas!). No se explica nada, al final, pero ¿qué hay que explicar?. Por lo menos en algún momento está la posibilidad de la belleza, expresión del amor que no encuentra objeto último, o algo así. Puedo escribir por lo menos, gracias a vos y a esta vida que elegimos juntos. Por lo menos tengo tiempo para estar (en el tiempo) para sentirme estar, un rato. Es lo más parecido a estar juntos: mirarte y preguntarme algo vago, un cómo... y sentirme real, aunque duela. Aunque esté todo bien, duele, porque nacemos heridos. Nacer es herirte de muerte, enfermarte de entrada, caer. ¿Qué diferencia hay entre decir “pecado original” o “estar arrojado”? La hay, pero ahora no importa. La separación es lo que duele, del ser, de Dios; no ser, morir, es lo mismo. Empezamos muertos, pero vivos, no tenemos paz. El cansancio y el hastío de no poder estar quieto, no poder apoyar la cabeza un rato. Lo que no termina nunca, el círculo, la mala eternidad que nos toca, no es feliz, es insoportable. No sufro la pesadez del aburrimiento, todo lo contrario, no puedo dormir; es estar con los ojos abiertos todo el tiempo, sin descanso. Pero con vos pesa menos. Es como si viviera lo que tengo en vez de faltarme algo. Es como si pudiera entrar en contacto con lo que falta. Es la promesa de lo que no está. En tus ojos está Dios.

Nicolás














Perdón naturaleza

     
     
   El hombre, que destruye
cual feroz asesino,
las bellezas terrenas
que de Dios recibió,
se  encontrará algún día
en medio de un desierto,
pues con sus propias  manos
su legado mató.

  Contamina vertientes,
ríos, lagos y mares,
ensucia lo que toca,
todo, sin compasión,
cambia causes a gusto
tan solo por dinero
y de sed muere un día
sólo por ambición.

    Se dará  cuenta entonces,                          
en medio de los restos
de la fauna y  la flora
que en vano pisoteó,
que la naturaleza
es un don tan preciado,
que no hay mayor tesoro,
que un trino o una flor.

Isabel CORRAO SANTOS