Revista Viajero Nro. 31 - Febrero 2009







Poema 1


Sutil, diáfano, tibio, mi pensamiento vuela hacia ti,
y se sumerge suavemente entre tus pechos
para beber de ellos, la esencia madre y eterna de la vida.


Como una lanza punzante,
que se clava en la carne trémula,
así desgarraste con su moharra
el bastión sólido de mis pensamientos,
navegas en el flujo constante de mi sangre
y son todos mis sentidos los que sucumben,
al dulce suave y profundo estallido de tu voz.


Te recuerdo adormecida entre mis brazos,
Con esa necesidad casi ancestral de ser amada
y en la penumbra gris del pequeño cuarto,
alumbrabas con mil estrellas,
la presencia cálida y sabrosa
del fruto que tú me dabas.



Cecchi
Quilmes 23/11/07
Gracias Musas por acariciarme hoy.















Stop!


Aun no es hora de apagar la luz,
todavía queda mecha en esas velas que se funden.
La noche me llega a través del sonido del silencio.
La paz sepulcral de los vivos, en sus camas dormidos.
Soy lo que en las películas denominan zombis.
Mitad vivo, mitad muerto.
Entre la noche y la luz del día.
Mitad vampiro, mitad vacío.
Solo mi corazón sigue su latido,
su constante resonar en este cuerpo sin sol.
Mi mente controla el descontrol de mis impulsos,
genera dolor en forma de aviso.
No logro dilucidar lo que pretende de mi,
ni sé que es lo que alguien quiere de mi.
No se si quiero saber, pero tampoco quiero olvidar, ni dejar de sentir.
Parar la razón es tan difícil amor
 
¿A dónde voy tan rápido?
 
¿Por qué se frena el tiempo y parece nunca terminar?
 
Leandro Szilvay















Suelo extrañar a menudo
las caricias que inhiben mi seguridad.
Recordar que los momentos
solo momentos son,
estremecen mis ganas
y encogen los hombros de mi excesiva inquietud.

Derrámense las lágrimas contenidas,
las culpables de oxígeno escaso en tu piel.
La tormenta en tus ojos te pide cesar,
el temblor en tus manos no acaba jamás.
Tu cara empalidece el alrededor ahora gris
pero tus oídos bailan con melodías cálidas al tacto del azar.

El río de tus dudas
son el interrogatorio cotidiano en el periódico del presente.
Es que su corriente es tempestad,
y sus orillas peligrosas
el principio de un final.

María Luján
abstractaspalabras.blogspot.com















ella sí me conoce                                 
[...] entiende de mí                         
cada respiración                   
cada no quiero          
José Catillo

                          no es real
pero sí está cuando me acerco
sabe como usar el silencio en respuesta

es la única que me ignora al mirarme
                que me canta antes de dormir
       la que                        en sueños
se queda quieta

a veces
      es la única a la que no le duelen mis caricias

Agostina Ciccone















El laberinto


Salí como tantas otras veces a la calle a buscar una chica. Caminé durante horas y no encontré a ninguna; obviamente hay mujeres por la calle, pero es muy difícil encontrar a una que esté sola, tenga más o menos la misma edad de uno, y una vez habiéndola encontrado, que con uno quiera hablar. Ya me había rendido y volvía a mi casa.
   Enfrente de mí había un boliche que parecía tener una salida del lado opuesto a la entrada, por lo que decidí cruzarlo para acortar camino; el lugar era una especie de casa convertida en bar. Entré en la primer habitación y después a la segunda, cuando vi la salida, salí, pero en vez de aparecer fuera del negocio, aparecí de nuevo en la primer habitación; No creí estar viviendo una experiencia fantástica ni nada de eso, supuse que era una especie de laberinto como los de los parques de diversiones, ya que vi varias cosas raras, pero no tuve miedo, ya que como dije, creí que era solamente eso. Había un tipo de pelo largo al que le pregunté como salir, me dijo por donde se salía y me fui. Pasé otra vez por la misma habitación y volví otra vez a entrar a la primera. Lo vi al tipo de nuevo y le dije:
   -Che, decime como salir porque sino me quedo acá con vos para siempre, ¿querés que me quede acá?
   El tipo dijo que no y se reía, pero no me decía por donde salir. Había una mujer y le dije lo mismo.
   -Te voy a decir lo mismo que le dije a él: decime como salir porque sino me quedo acá con vos para siempre, ¿querés que me quede acá?
   La mujer me dijo:
   -Seguime.
   La seguí y entramos a la segunda habitación, la mujer empezó a buscar la salida y no la encontraba, entonces pensé que estaba en la misma que yo. Hablamos un rato y después ella se acercó a una puerta y la abrió. La puerta la atrajo y no la dejó ir. Habían del otro lado almas que me pedían que las ayudara, una imagen propia de película de terror; Ni siquiera intenté acercarme a la puerta. No sé si todavía creyera que solamente era un lugar diseñado para asustar o que se trataba de otra cosa, lo que sí sabía era que quería irme. Vi una salida y salí esperando entrar de nuevo en la primer habitación, pero aparecí afuera. Una vez ahí, me vi sosteniendo una especie de globo del cual podía escuchar una suave voz de mujer; entendí que era de la misma con la que había estado. Le pregunté:
   -¿Te voy a ver otra vez?
   -Tal vez.
   -¿Voy a vivir mucho tiempo?
   -No. tenés una misión importante en la vida, vas a hacer muchas cosas antes de morir, pero no te va a hacer falta mucho tiempo para hacerlas.
   -Voy a escribir un cuento sobre esto, ¿está bien?
   -Sí, escribilo.
   -¿Qué tengo que hacer para cambiar mi vida?
   -Nada, todo se va a arreglar solo.
   Después de eso y con una calma impropia de la situación vivida, me fui a mi casa.

Martín x















Poeta delibery 

A Oscar Macho                       
Para un poeta entrañable 
con mucho cariño 
No hace falta que lo llames 
... aparece: 
en cualquier parte; 
desde el sur de Buenos Aires. 
Se dirige a la ciudad, 
recorriendo cada oído, 
recitando apasionado 
sus poemas colorido,.
a su paso.
Pintoresco personaje ciudadano, 
sentimientos ambulantes 
declamado. 
Amor, nostalgia, 
encuentro, infancia.
"Sueño azul" como lo llaman, 
pronuncia un verso 
entusiasmado 
y vuela lejos. 
Es ave libre. 
Auto instruido se define,
piensa, escribe, camina y proclama, 
sonrisa amistosa 
mirada tranquila, 
calidez y simpatía, 
Cabello cano, ojos claros, 
ademanes fervorosos... 
Es Oscar Machos, 
         te encontrará!!!

Cintya














Noche sabia


Si tu alma está dolida
no llores esta noche,
déjala pasar y espera la mañana, 
seguro todo estará mejor.
Sientes pena, ganas de romper las cosas;
haz lo que sea, grita si quieres,
pero no llores esta noche.
Piensa en mí o en ti
créete que esto también pasará
y cuando eso pase, solo un
recuerdo será.
Alma perdida, corazón desvariado
no le consultes al día
consúltaselo a la noche
ella y tu almohada comprenderán
tu pesar, te dará un sabio consejo
y por la mañana todo terminará.
Por eso no llores esta noche
déjala pasar.

Héctor