Revista Viajero N° 51 - Diciembre 2010




Momento


Veo caer las hojas de los árboles/
la oscuridad llegará pronto/
el día va de salida.
Los colores se pierden.
El viento interrumpe el silencio.
Miro el retrato en la penumbra/
la cuerda del tiempo
es  interminable/

Olga Besada














Mi Amor


Se me fue de las manos
igualito a un sueño,
igualito al agua que se escurre 
en los dedos sin lograr atrapar;
se reviste de dicha,
se disfraza de bello
y corre así en el mundo
buscando prisioneros
con quien poder jugar.

Se me fue sin que nadie
me dijera… se escapa…
Sin que nadie me ayude
a que no escape más,
y grité como loca.
Me desgarra hasta el alma,
pero se que igual
no me quiso escuchar.
Me quedé como el sueño 
de que quise ser dueño,
con el alma y el cuerpo
en tinieblas total.
Describí mil piruetas,
arme mil carnavales,
mas abrazado al tiempo
corrió a otros festivales,
y amante fervorosa.
Quedé como ese libro
al que todos hojearon,
mas del que nadie quiso
jamás profundizar.

Mari Bacot














Se levantó muy temprano el escritor y emprendió su viaje para buscar a Amor, lo buscó en las plazas, aldeas, de ciudad en cuidad, el escritor lo buscaba para decirle que estaba enamorado de la mujer ¡mas hermosa! que sus ojos hayan contemplado, pero buscaba a Amor para que este le ayudara a conquistar a aquella mujer. 


¿Qué hago ahora? ¿Dónde estarás mendigo amor? Exclamó en voz alta. En la orilla de un río se hincó y con los brazos al cielo gritó “! Dios, tú sabes que amo a esa mujer! ¿Pero como la conquistaré?, ¿Dime como encontrar a Amor para que se apiade de este escribidor?
Pasaron unas horas y el escritor estaba tirado en el suelo, desconsolado y sus lágrimas rodaban por sus mejillas, porque se sentía herido en su corazón, ¡decepcionado! porque el amor era para muchos pero parecía que para él no.

De pronto escuchó una voz que le decía: “! Levántate y deja de llorar! Deja de estarte quejando de mí, ¿Cuantas veces traté de que te enamoraras mas sin embargo tu no quisiste?” le dijo Amor. El escritor alegre porque había encontrado a Amor le dijo: “Esta vez es diferente Amor esta es la mujer que amo, ella es la mujer que por tanto tiempo he estado esperando y al fin la encuentro ¡Tienes que ayudarme! Por favor, ¿Cómo hago para conquistarla?
¨Tienes que buscar la flor mas hermosa y llevársela como regalo” piensa donde la puedes encontrar como la expresión mas grande de amor¨. -Le contestó Amor.

Bueno tú eres muy poderoso, ¡Ya sé!, le dijo el escritor, transpórtame al pasado quiero ir a los jardines colgantes de Babilonia y traer la flor mas hermosa para ella.- Con su gran poder, Amor hizo que el escritor apareciera en la puerta de la majestuosa ciudad de Babilonia, estando allí, pidió hablar con el Rey Nabucodonosor II. El rey sorprendido ante semejante historia, pero admiraba al escritor, ya que comprendía muy bien ese amor, ya que él también amaba mucho a su esposa, “Ven le dijo te daré lo mas preciado de mis jardines colgantes, la flor mas hermosa de todas, porque sé que la amas”
  El Rey le dio ¡la rosa mas hermosa! y esplendida que el escritor se quedó ¡perplejo! ante semejante belleza, aquella hermosa rosa llevaba el nombre de la esposa del rey; Amytis.
El escritor durmió en la ciudad, al despertar se dio cuenta que estaba en la orilla de aquel río, pero en su mano estaba la flor.

Viajó a España porque allá se encontraba su amor, cuando llegó a la casa de su amada, el escritor con la flor en su mano le dijo: “Viajé hasta la esplendida ciudad de Babilonia, allí encontré esta rosa, que es la rosa más hermosa, y he venido hasta aquí para decirte ¡que te amo!, y que te amaré en esta vida en las que han de venir, ¡te amaré por siempre y para siempre!' las lagrimas del escritor rodaron nuevamente por sus mejillas pero de la emoción, un grupo de mujeres que estaban observado la escena de amor, decían: “!Que hermoso!, que hombre tan romántico, ¡Acéptelo!!Acéptelo! le decían en coro a la bella dama. Otros hombres que están cerca se decían “ Que cursi, vámonos mejor, en fin en la vida hay de todo jajá!

¿Dime que serás mi esposa y prometo amarte siempre? ¿Dime que me aceptas y que me amaras?” esta es la rosa ¡mas hermosa! que encontré en los jardines de Babilonia pero tu  amor mío eres aun mas hermosa que ella, he visto muchas mujeres pero ninguna se compara a ti, ¡solo pienso en ti!, ¡tu eres mi vida!, mi sol, el oxigeno que me hace vivir, ¡la fuerza para que empuñe mi pluma!, escriba y emborrone verdades, ¡acéptame! como tu amor.” Le dijo el escritor a su amada.
 La mujer le dijo al hombre que se pusiera de pie y con su mano tomó la rosa y con un tierno beso le demostró al escritor que lo amaría ¡para siempre!, en esta vida y en las que han de venir, al oído le dijo en voz baja ¡Si! te acepto.
Se tomaron de la mano y vivieron felices para siempre, el amor le ayudo al escritor para poder conquistar a esa hermosa mujer.

José Francisco Mejía Ramírez
Miembro de la Sociedad Literaria de Honduras
Articulista Nacional e Internacional














Hay un espacio


Hay un espacio infinito
que separa nuestros sueños,
hay un espacio tan leve
entre amarse y despertar.
Hay un espacio tan grande
entre amar y ser amado,
hay un espacio pequeño 
entre hoy y nunca más.
Hay un espacio en tinieblas
y te alcanzo a divisar,
eres luz y soledad.
Hay un espacio colmado por el sol
verde mirar, un lugar donde no
alcanzan
mis temores a brillar,
tanta niebla, tanto sol,
tantas dudas, tanto amor.
Hay un espacio imperfecto
entre amarte y el adiós.















Tete


La fina llovizna suave y triste 
Es casi ahogada por el gris de la mañana 
Que inunda mi vista a través del cristal de la ventana. 
Una imagen desolada, vacía y melancólica, 
De una clara oscuridad, deslumbrante ante mis ojos 
Regados de sueño. 
El silbante viento ausente; 
Hojas inmóviles abrazadas a las ramas, 
Muertas de soledad. 
Las aves apiñadas en coros mudos, 
Inmutables, como en tierna meditación. 
Y el buda imaginario sentado bajo el árbol 
Pidiendo limosna a los ángeles de Domingos 
Por la mañana; quienes todavía exhiben 
Sus trajes fosforescentes de demonio de Sábados 
Por la noche. 
Y Cristo en la cruz, 
Sobre cabeceras de cama de hospital, 
Sujetando con los dientes las flemosas plegarias 
Que no podrá responder ni firmar. 
El cielo continua con su llanto lastimoso 
Recién nacido pero con recuerdos de una vida anterior 
Escondida en anaqueles mentales como libros viejos, 
Llenos de polvo y humedad, de lagrimas y tiempo, 
De borracheras y colocones rústicos. 
El silencio hace ecos en los cuartos de baño, 
Las paredes tosen en los pasillos contiguos, 
La nada es inmensa. 
Nada que hacer, nadie con quien hablar. 
A solas, mi mente y yo nos entretejemos 
Y nos vamos por las ramas solitarias 
Junto a las aves que aun permanecen mudas 
Pegadas unas con otras. 
Las visiones se multiplican 
En el frescor de las horas infinitas 
Y la locura anida en mi cabeza, 
Encuentra refugio. 
La nostalgia se convierte 
En el único mal que me acosa 
En esta enorme nada 
Donde todo, incluyendo la vida, 
Es dolor.

Emanuel Rodrigo Paz














Vale la pena


Aunque pierdas las fuerzas,sigue adelante,
aunque te sientas rendido y aun vencido, sigue con fuerzas,
aunque todo parezca desmoronarse en un instante, sigue de pie,
y si después de todo lo que has pasado te sientes abatido,
aun así, piensa...
que lo que vendrá sera aun mas reconfortante
...y cuando te hayas caído y levantado tantas veces
y estés preparado para celebrar la vida,
ahí te darás cuenta que valió la pena!

Karina C.

Revista Viajero N° 50 - Noviembre 2010



Encarcelamiento


Rejas. Rejas. Rejas.
Un candado en las rejas
y una llave en mí.
Barras negras
invadiendo mi lugar
miedos que no me dejan
acercarme a tu rostro.
Rejas. Negro. Blanco. Rejas.
Un grito que quiere surgir
desnudo por los pasillos.
Rejas, yo soy la llave.
Rejas, afuera la libertad
y la angustia de dejar
este espacio de angustia.

Elizabeth Paula Francken














Amor Eterno


Hoy quiero escribirte a vos
porque tu eres mi niño,
mi pecho de orgullo se llena
porque te siento muy mio.

Tu compartes mis días,
colmas mi alma,
sabes de mis tristezas
y también mis alegrías

Es difícil volcar al papel
lo que mis sentimientos me dictan
pongo la mano en mi pecho
y por vos mi corazón palpita

Invoco plegarias al cielo
y muchas veces repito tu nombre
aunque fue difícil el camino
hijo, “Amado mío”
has llegado siendo un buen hombre

Héctor D. Carpio














Caída Libre


Y caí…
Abismo de tormentos en caldos de existencia,
malogrado en su argot me enredaba
y descendía ( ¿o ascendía ? ).

Escenografía siniestra de rayos y truenos
en su agonía persistente,
sacudido en el agite de ser
atravesando el reloj de arena de playas bohemias.

Allá iba el loco rebozado en mi arte
como expresión del que era;
deslicé mi corazón entre paredes
hasta verlo sangrar.

Fue ese fluido de vida
con el que pinté el diario rupestre,
en masoquismo barato,
tanta sencillez me cegaba.

Sumido en conciencia atemporal
con geometría ilustrada de logia,
vi en el tablero dual mi despertar.
Suprarealista aprendiz libre, construía.

Experimentaba gravedad universal,
mientras tanto saboreaba manjares,
pasteles de raciocinio decorado
hasta brebajes de un pseudophilo.

Alucinógeno viaje de colores,
ficción terapia de lo real.
Jardines de decepción,
Traicioneras flores perfumadas…

¡Mi impacto!
¡Puf!

Mago en Prosa
Matías R. Cárdenas
Mendoza














Para Qué...


Si no logro calmar la tristeza que así
se resbala en mi piel.
Si no logro alejar,
este acecho tenaz que mutila sagaz
la alegría de andar.
Si no logro mostrar esta forma de amar
que no puedo plasmar
más llorar y pensar
preguntando y soñar
para que nada más
nada más para qué.

Debo morir con mis sueños
llevarlos tan lejos de esta realidad
debo creer que están muertos
tan muertos y secos de tanto esperar,
quiero sentirlos muy vivos
crecer con sentido y verlos andar,
si no los siembro se mueren
se mueren sin alas y sin libertad.

No he podido llegar a la cima total
donde verlos volar es placer de vibrar,
no he podido calmar
en mi sangre el fluir que me vierte en el ser
con su fuerte poder,
he debido ocultar tanta pena y llorar
sin llegar al final me pregunto porqué,
para qué es este amor, para qué nada más
nada más para qué.

Mari Bacot














Oriente


En el lejano Oriente, en el desierto
he visto a un hombre caminar,
pensativo, quizá turbo o fatigado
como un viento tomado de la mano!
recorriendo toda la inmensidad.

Su cuerpo se notaba derrumbado
en su mirada había soledad
sus pasos aletargados
marcaban en la arena huellas
de gran profundidad

Un instante pasó, para que al verla
cobrara su firmeza al caminar
alejó la tristeza de sus ojos
y vio a su amada en el portal
con sus brazos abiertos aguardaba
el regreso de su amor en libertad.

Luisa Landó















Cuarto Oscuro


En este cuarto oscuro,donde puedes ver sombras de gente pasar. En este cuarto reina el silencio y la paz, me quiero levantar de mi lecho pero el cansancio me lo impide, y aunque quiero dormir no puedo porque se que ella esta por ahí buscándome, acechándome...Ella la que lleva a los muertos al inframundo, ella que vive en soledad... Ella que siempre me quiso a mi y yo siempre la quise a ella, ¿Pero de verdad quiero que mi vida se termine como la de ella,sin nadie que me cuide ni me ame?
Miro la ventana a mi izquierda, cierro los ojos y escucho con cuidado el leve crujido de hojas caer en el verde pasto,y como los lobos le cantan a la luna blanca como la nieve, de pronto presiento y veo como una sombra me ahoga, me abraza... Me inunda todo el cuerpo... Una lágrima cae en el piso y en cada una de esas gotas se va mi vida... En ese cuarto oscuro donde la luz del sol nunca entró y nunca salio, donde todo cada vez está peor... Acá nací,viví y morí... Con ella a mi lado esperándome...

Victoria Caronzo














No encontraste el momento?


Al final de los gritos
durante el estupor enfermo de mis ganas?
No viste en cada cara de la luna 
mis ojos del otro lado de los tuyos?
Jamás sentiste las marcas de tu ausencia 
en mis muñecas 
otras huellas en mi cuerpo y el olor 
húmedo de mi tierra desvanecido en 
muchas bocas? 
Busca la manera, escucha los gritos 
enjaulados en mis signos invisibles, lee 
mis crayolas de agua en tu fuego salado.

Dartea Lisiux
Colombia

Revista Viajero N° 49 - Octubre 2010





Dulce


Es en la penumbra de la noche
cuando la poesía me llama.
Tomo un papel 
urgida
y la creación (un capricho)
da su puntada inicial.
Leo y releo
asiento, cambio y escribo
palabras enlazándose 
en cascada
hasta el punto final.
Sensación de grandeza
en la que me sumerjo
cuando escribo poesía:
los ojos a punto lágrima
las manos a punto letra
¿y el corazón?
el corazón a punto almíbar.

Elizabeth Paula Francken















Paradigmas encriptados

“Y EN MI LOCURA HE HALLADO LIBERTAD Y SEGURIDAD; 
LA LIBERTAD DE LA SOLEDAD Y LA SEGURIDAD DE NO SER COMPRENDIDO, 
PUES QUIENES NOS COMPRENDEN NOS ESCLAVIZAN.”
G. KHALIL GIBRÁN “EL LOCO”

En algún momento de ésta, nuestra apócrifa historia, la cual no figura ni en libros ni manuales de escuela, el deber ser se localizó en el debe y comenzó a cobrarnos intereses a escalas apocalípticas.  Es así que al igual que Jesús, somos apedreados cotidianamente por nuestros taciturnos coterráneos, pérfidos espectadores, que entre tanta aspirina, tanta cocaína y tanta soledad, pretenden convencernos con su absurda verdad. Hasta me parece escuchar sus inquisidoras voces injuriando: ¿qué hacés pensando estas cosas?; ¿por qué no hacés algo productivo?; ¿Por qué no ganás dinero? A lo cual yo contestaría, porque no me interesa. Y es precisamente en ese momento en donde sus paradigmas se desvanecen, es que el dinero es un medio para la obtención de un fin, y no un fin en sí mismo. Será tal vez que este tipo de consideraciones son productivas para mí, quizás sea la única forma de lograr erradicar el deber ser del debe, para depositarlo finalmente en el haber. No me encuentro versando en pro de desidia o sedición, sino de algo mucho más agreste y lóbrego, me refiero a eludir esta imposición de antaño basada en una palindrómica ecuación, tan simplista y corrosiva, que se redime en un ser = tener. Lograr aquella meta es, entonces, desencriptar aquel paradigma y buscar la formulación de uno propio.
Tal vez tardamos mucho en comprender que el camino es personal, que no hay nadie que pueda hacerlo por nosotros, por más que padres, docentes, amigos y quien más quiera, intente ayudarnos, el camino es personal y somos nosotros los impelidos a realizar los sucesivos pasos. No hay verdadero logro sin esfuerzo obstinado, y para ello es necesario no sólo poner todo de nosotros, sino tener nuestra cabeza bien despierta y nuestros sentidos bien atentos. En definitiva, tras tiempo donado al insomnio y ganado a la hipnótica televisión, nos dediquemos a la mandria tarea de indagarnos qué es lo bueno y qué lo malo, qué hacer y qué no. Y es muy probable que culminemos como aquel personaje de Oscar Wilde que postulaba que la verdad raramente es pura y nunca es simple; pero de seguro con muchos paradigmas derribados. 















Burbuja funcionaria


Podríamos decir
que al atragantarse la palabra
en el límite del deseo castrado
por la burbuja funcionaria
solo queda un lugar
para que la música
devuelva el respiro
que abre las fronteras
de tu más allá.















Los amantes


Fue un día de mayo, cuando comenzaba a caer la tarde, poco a poco se fue apoderando de mí una sensación extraña, que me hizo dejar la habitación donde estaba escribiendo mi próxima novela, la cual arrastrándome hasta salir de casa y sin conciencia casi, comencé a caminar y caminar sin rumbo fijo: Mi mente estaba turbada y sin conocer el lugar al cual se dirigían mis pasos, sorpresivamente algo impactante ante mis ojos me hizo detener. Allí estaban ellos, de pie frente a mí, juntos, bellos, erguidos, desafiando al mundo todo, extrañamente unidos, a pesar de los años transcurridos.
Cuando los demás desaparecieron hacia tiempo ya, ellos continuaron firmes y fuertes, más juntos que nunca, contemplando el atardecer, así como lo hacían todos los días, durante esos años, entrelazados como de costumbre elevados en un gesto triunfal.
Aquel espectáculo era digno de verse, tras ellos, el horizonte dividía cielo y tierra, ese cielo crepuscular con el sol que se esfumaba lentamente entre las nubes cada vez más rojizas y para resaltar, debajo, el breve cielo celeste quedaba tímidamente pegado al horizonte.
El contraste de sus figuras bien trabajadas, oscuras y desnudas, completaban el resto del paisaje. Había un silencio total y ese instante único e irrepetible me conmovió hasta provocar que brotaran lágrimas de mis ojos, gastados ya de tanto escribir.
Volví a casa, seguí la rutina del día, hasta que a la mañana siguiente, cerca del mediodía, un hombre joven, alto, de piel morena y rostro adusto, golpeó fuertemente sus palmas, dejé mis apuntes y me acerqué hacia la tranquera. Venía a ofrecerme leña a buen precio para encender el hogar, debido al gran frío que reinaba en la zona. Le dije que no necesitaba. Y resignado, como al pasar, sin querer me dijo: ¡Qué lastima, nadie quiso comprar esta leña, si sabía no cortaba a los amantes!
Algo dentro de mi mente rápidamente me hizo comprender y preguntar con curiosidad, “¿Los amantes?”.
 - “Sí”, me repuso, “los amantes”, así los llamaban en el pueblo a los árboles que continuaban solos de pie junto al final del viejo sendero del campo de los Carrazco.
No lo podía creer, tenía que haber escuchado mal, me puse loco y salí corriendo, hasta que agitado llegué al lugar, los amantes no estaban, me acerqué y con tristeza comprobé que el leñador los había hachado por completo, pero por esos milagros de la vida, sus raíces que se veían en la superficie de la tierra seguían entrelazadas y parecían tener mucha fuerza como defendiendo ese amor que nadie jamás podría destruir.

Luisa Landó














A Mélani (de quilmes "montmartre")


(la acentuación no tradicional muestra como deben pronunciarse las palabras con una mejor sonoridad)

¿me olvidaste? ¿por qué habrías de recordarme? ¿por qué habrías de salvarme?
solo por piedad vos me hablaste. pero la misma no bastó, para que quisierás reencontrarme.
a nuestra cita faltaste, y ni siquierá me llamaste. mi "salvadora" te llamaste, bondadosa te mostraste, me conmoviste al mirarme, y me hiciste nécesitarte.
 
si bien de dios vos me hablaste, eso no me hizó despreciarte, el que me hablaras me
hizo mucho apreciarte, me moría pór encontrarte. y todavía muero por vos, 
tanto como por mi vos no, morís ni jamás morirás, a otros vos te éntregaras.
 
sí tengo éxito tal vez, conmigo quieras hablar, sí todavía mé recordás, 
tal vez me quieras llamar.
 
¿sabés qué quiero de vos? todo, o algo dé tu atención, pero quien tiené dignidad,
no suplicá nunca amor. no te súplico yo, ni un mínimo dé tu atención, por más 
que muchó me duelá, a mí estar lejos de vos.
 
sos pendejá y el amar, es aún nuevo en tu andar, y yo ya muy viejo estoy, 
veintinueve años árrastro yo.
 
como sos linda te van a amar, besos nunca te van a faltar, por eso agradecele a tu
dios, tanto como lo máldigo yo, porque él me hizó nécesitar, lo que no puedo encontrar.
 
Mélani, criolla, es mi ser redentor, una mujer como vos, pero sé que en mi interior, 
yo no tengo más qué perdición.
 
¿estarás leyendo lo que yo, escribo ahorá para vos? estuve pocó junto a vos, pero
para amarté me bastó.

Martín X
(mi página en you tube es accesible a quienes tengan mi correo electrónico)















Perfume de Amor


Dulce mujer encantada
con idilio de amor,
y por muchos admirada.

Hoy quiero expresar
lo que tu presencia me provoca;
suave, segura al andar
una estela vas dejando
como estela te llamas tu,
a tí lo estoy dedicando.
Perfume de amor
siempre lo huelo en silencio;
perfume de amor huelo yo
cuando tu aroma me trae
el viento.
Busco tu mirada en el cielo
y tu imagen me atropella,
te veo caminar hacia mí,
tan linda como una estrella.

Héctor D. Carpio

Revista Viajero N° 48 - Septiembre 2010



Grotescamente inteligentes


qué se hicieron
aquellas sonrisas de sabio
...que habitaron mi pasado?
cómo es que llegaron estas otras
falsas carcajadas
de chistes contados para ellos mismos?
a qué hora me empecé a perseguir
con esto de superficies y profundidades?
cuándo se hará manifiesto el temblor
anunciado por las olas?

Imanuela Jirón
Chile
http://imanuelajiron.artelista.com












¿Te llega mi chamuyo lírico? 

(A Virginia Luque. guitarrista española) 

la acentuación no tradicional muestra como deben pronunciarse las palabras con una mejor sonoridad) 

No te quieró lagrimear, mas quiero que puedas manyar, lo que significa en mi andar, 
el que aprecies a mi expresar: yo soy un pobré batemusa, que bandeó de versos a 
muchas minusas, y lejos de ser apreciado, he sido por ellás despreciado. 

hay muchas musas boludas, y no creí que hubiera ninguna, que así no lo fuera, ninguna 
que me desmintiera. mas me he equivocado, ¡qué bueno que me hayas probado! 
que hay algó de sensible, en una nami de facha querible. 

me cubré la amargura, mas la convierto en dulzura, la convierto en palabras, que se me 
escapan del alma. palabras dé esperanza, nacidas de mi désesperanza, que escribó y 
te dirijo, y te pregunto, Virginia, ¿te alcanzan? 

glosario: chamuyo: habla, palabras. lagrimear: llorar. manyar: entender. batemusa: poeta. minusa: mina. musa boluda: mujer que no aprecia a la poética que inspira. nami: vesre de mina

Martín X
martinrabezzana@yahoo.com.ar
(la “canción para Virginia Luque” 
está disponible en you tube)














¡Se busca una musa!


Mi nombre es Andrés, caminaba descalzo por la playa, y en mi mano izquierda llevaba mis sandalias. A lo lejos divisé a un hombre sentado en la arena y sus pies descalzos eran cubiertos por el agua, al estar cerca de aquel hombre, me senté a su lado y le dije: el atardecer es hermoso, tan bello, mira como surca el cielo.
Aquel tipo sin mencionar ni una sola palabra, miraba hacia el mar, su vista parecía perderse en la nostalgia, sus ojos reflejaban una profunda tristeza. A su lado tenía una libreta y un lápiz.
 
Mi nombre es Andrés, cuál es el tuyo? el mío me dijo- mi nombre es Escritor.
- Es un placer escritor, que haces aquí en la playa solo?, que haces tu a estas horas en la playa? yo, le contesté, bueno ando de vacaciones y decidí caminar por la playa.

Porqué estás triste escritor? quiero escribir poesía y no tengo! una musa! y para qué querés una musa? le pregunté extrañado. Cómo que para qué la quiero? con una musa mi querido amigo, podré escribir los versos mas hermosos que jamás se han escrito.
Y porqué no la buscas? claro que la estoy buscando, he puesto un rótulo en diferentes lugares.
Un anuncio? y qué dice el anuncio?
Me mostró, el cual aparecía en un diario de aquella ciudad, también fue colocado en puntos estratégicos de la ciudad.
El anuncio decía lo siguiente:
 
¡Se busca una musa!
Edad, no importa
Estado civil, soltera o separada
Físico: no importa
Que su belleza interior sea grande.
Solo interesadas, por favor escribir a la dirección de correo electrónico
Josefranciscoramirez1978@hotmail.com

Oye escritor, pero me parece que no es mucho lo que pides, y siendo tu un escritor me imagino hay varias en la lista queriendo ser tu musa.
Mi querido Andrés, el asunto es que muchas o varias hay, sin embargo creen que la belleza física es lo mas importante, no han entendido que la musa que yo busco, tiene que ser bella interiormente, solo así esa hermosa dama, podrá inspirarme a escribir y a emborronar las cuartillas mas esplendidas, que podrán unir a muchas parejas en los brazos del amor.


Seguiré esperando se que vendrá y la amaré con todo mi corazón, será mi reina, y la plasmaré en novelas, en fin mi amigo será la que me impulse a ser un buen novelista.

Me puse de pie, me despedí del escritor, cuando llegué a mi hotel me di cuenta de que era un gran escritor, aquel hombre escribía para diferentes diarios, en varios países, me dije, este hombre con una musa sería un genial y brillante escritor, ojalá la encuentre.

José Francisco Mejía Ramírez
Miembro de la Sociedad Literaria de Honduras.













Mujer


Mujer del viento
anídate en su corazón de arcilla
pinta minotauros de luna
limpia tu lastima y misterio
sobre su astringente bravura

Mujer con cabellos del tiempo
haz que borre la nimiedad de sus jornales
aliena su indigencia al olvido
calla con racimos de alegría, su penuria

Deja que delinee tus días
mujer ojos felinos
que coseche lo que ha sembrado
para que sepa cuánto han perdido

Mujer, voz de jilguero
eleva su existencia hasta la cima de sus sueños
aléjalo de su permanente letargo
endulza sus oídos de fuego 

Emilia Vega Hünicken













Ave Fénix


Desde el más profundo de los letargos, de los silencios, y de la muerte, 
entre tus propias cenizas vuelves a surgir  
y entonces con más vigor que antes te incorporas, te abrazas con tus alas a la vida 
y emprendes un vuelo triunfal, tan brillante, tan ligero, que al mirarte 
pareciera que la imagen de tu bello viaje fuese eterno.
Y al verte me pregunto cuánto durará esta sensación tan extraordinaria, 
cuánto tiempo tu fuerza podrá seguir, sin que nada con lo que roces en tu vuelo 
te vulnere y te dañe nuevamente. 
Soportará tu corazón nuevos dolores y seguirás viaje con coraje 
o podrá herirte fácilmente y logrará que caigas hasta el fondo 
y transformes tu vida en cenizas otra vez y así por siempre.

Luisa Lando













Se escuchan risas


Se escuchan risas 
no sé si son las tuyas o las de la gente 
que le causa gracia que te vea 
en forma de tortuga, de sueño
o de panfleto entregado en la calle
con la inscripción “Rey de los Reyes”
una tarde en la que necesitaba tu contención.
Se escuchan risas y estoy convencida que es la tuya.
Tu alegría de saber que pasaron diez años 
y todavía te recordamos todos los días.
Se escuchan risas y tal vez sean las mías
por sentirte acá conmigo;
Tan pero tan instaurado en mi corazón 
que ni los años
ni la aparente ausencia
ni los ojos necios de la gente que no te ve
ni los corazones fríos que no te sienten
hacen que te desvanezcas.
Se escuchan risas y son las nuestras
las de siempre, las de cómplices que sabemos ser
las de hermanos que siempre quisimos ser.
Se escuchan risas, nuestras risas
porque sabemos que al final no hubo final
que supimos desafiar al tiempo y al espacio.
Se escuchan risas, nuestras risas
porque después de diez años seguimos en contacto
a nuestra manera.
¿Entonces qué es lo que ha cambiado?
siempre tuvimos nuestra manera de relacionarnos,
una manera que, aún hoy, nadie entiende
nada ha cambiado.
Y por eso nos reímos.
Se escuchan risas y son las de tu sonrisa que ilumina,
las de mi corazón que te siente,
las de mis ojos que te ven,
las de mi alma que se abraza con la tuya.
Se escuchan risas y definitivamente son las mías
porque tengo el privilegio de tenerte conmigo
cuando nadie te ve.

María Eugenia Nebbia  













Ilusión


La tarde nublándose está,
mi cansancio acompaña,
la tristeza de este día.
No llego a distinguir lo mucho
que tu deambulas en mi cabeza, 
tu imagen aparece fugazmente.
Deseo mirar tus ojos,
ansío besar tu boca, 
pero ocultas tu mirada 
y un velo cubre tus labios. 
Y se enturbia todo y no logro 
concretar nada. 
Absolutamente desguarnecido quedo 
y a merced de convertir mis sentimientos 
en esclavos 
de un recuerdo que ha marchado 
en la distancia. 
Tanto espacio que es imposible 
poder regresarlo.

Luis 528













si en este instante | si en este abismo de luz
el tiempo se detuviese ante tus ojos
podrías ver la flecha todavía en el aire
y al pájaro ensangrentado cayendo desde el cielo

la herida amor es siempre una parte de abismo |
la flecha una excusa de la muerte

Miguel Angel Morelli














El árbol (microrelato)


Las frenéticas hojas del denso follaje corroboraban todas mis sospechas, “eso” aún estaba ahí. El último jardinero contratado para podar el vetusto árbol había dejado sus herramientas al pié del gran tronco para desaparecer una tarde de abril; nunca hubo noticia alguna de aquel pobre hombre. Yo tenía mis propias teorías al respecto, pero siempre eran tomadas a la ligera.
Por las noches las afiladas ramas llegaban hasta mi ventana rasgueando el cristal, he intentado en vano alumbrar la copa del árbol sin éxito alguno. No es fácil conciliar el sueño cuando sientes que te observan desde lo alto. 














Roja Marchita


Y le di una rosa roja marchita
porque mi corazón es rojo como la rosa
y mi corazón rojo y marchito
quedó por su desprecio

Pepe Cabrera Martinez
Guadalajara Jalisco, Mexico

Revista Viajero N° 47 - Agosto 2010



Mi ruego


Ayúdame a aceptar lo irreparable.
A comenzar a andar por el camino
que ya no tiene más que una frontera.
¡Inevitable encuentro del destino!

¡Ayúdame a ser YO! Triste designio
para quien siempre lo dio todo por todos.
Ayúdame a llenar este vacío;
este hueco infernal en que me ahogo.

Poder abrirme al sol de cada día
y lograr ver las cosas de otro modo.
No ser en soledad solo recuerdos
aunque el recuerdo sea parte de mi todo.

Ayúdame a vivir si es que hoy vivo,
y no el estar muriéndome de a  poco.

Élida Galego
Enero/2000













Abecegrama del desconcierto


Aveces
bocas calladas
desnudan explosivas frases guardadas hondamente
inundando jornadas, kilos, litros, meses, noches
oyéndose pesadumbrosos quejidos,
rocas sangrando,
tristes uniones vencidas
whiskis
xerodermia
yacidos zigzagueos

Liliana Araya
liliana_soledad@hotmail.com













La presencia en ausencia...


Pienso en esa frase y la misma me resulta conmovedoramente insoportable, y a su vez, espeluznantemente tierna. Esto puede deberse a la doble significación que la misma puede recibir. Dicha bifurcación se fundamenta en la complicada naturaleza del género humano y despliega su carga emotiva como un abanico su sombra. Al leer aquellas palabras que dan nombre a este escrito, una imagen se acentúa en mi cabeza, una angustiosa foto en blanco y negro, en la cual se vislumbra un cuerpo sin alma. Y al pensar en dicha imagen, un escalofrío recorre mi cuerpo, sensación que solo encuentra su analogía en la necesidad de un abrazo en soledad, y que a su vez, proyectando recuerdos en mi mente. Tal vez, tendremos que acostumbrarnos a la efímera belleza de escasos momentos compartidos. La presencia en ausencia no es más que desear que estés y que mis deseos no logren saciar su energía libidinal. Y otra imagen aparece en mi mente, pero esta vez es una canción, que suplica como en una plegaria un "Anhelo De Satisfacción". Para ser sincero no me encuentro inmerso en toda la canción, sino en un grito, un grito de desesperante angustia que nada puede envidiarle a aquel anterior perfectamente plasmado por Edvard Munch. Pero en este caso el grito suplica "Cuando faltas me haces falta". Y vuelvo a caer en un sendero que se bifurca, ya que por un lado expresa una tierna y desesperada angustia... pero por otro, puede tornar un tono acaso más violento y culposo. Si tomáramos la culminación de la frase en un tono culturalmente futbolero podemos ver que la frase acusa culpabilidad de dolor hacia la otra persona. Tú me haces falta... y lo que es más, bajo estas categorías, intencionalmente.
Volviendo a la frase que encabeza este escrito, podemos plantear una segunda lectura de la misma como una presencia que supera la ausencia. Esta caracterización es inversa a la ultima planteada ya que implica una no intencionalidad en la ausencia, y una intencionalidad de presencia que genera que dicha distancia sea superada.
Mi espíritu romántico se encuentra nuevamente en una encrucijada, por un lado el dolor ante el abandono y el discontinuo ardor de un amor repleto de complicaciones, es la clásica definición del espíritu romántico. Pero por otro lado, qué más romántico que el deseo de unión supere las fronteras y las problemáticas contractuales.  Creo que en última instancia son problemáticas eternas que desmoronan el corazón humano, desde los comienzos de la humanidad como en una novela de Kafka, y que pueden simplificarse en la idea de destino y en las preguntas de ¿qué es lo normal y qué lo anormal?; ¿Qué es el bien y qué el mal?















Catástrofe


Qué pasaría si el sonido del mar se terminara,
y que tras caer la noche las estrellas ya no brillaran.
Que la luna ya no saliese nunca,
y que el sol ya no emitiera calor cuando hace frío,
Qué pasaría me pregunto si por un minuto el oxígeno se fuera
o que los volcanes expulsaran con gran fuerza su lava:
de seguro ese día lo que pasaría sería una catástrofe y una catástrofe
es lo que pasa cuando no te veo a mi lado.

Pepe Cabrera Martinez
Guadalajara Jalisco, Mexico













Poema


Gotas de lluvia que bailan
en el techo,
mientras escribo, en la tarde
que muere,
el poema sin rimas
que me pide
tu voz lejana,
en el silencio
que se agranda…

Olga Besada














entreabre la ventana y aunque aspira el aire frío
piensa en el mar |en aquel contraluz amarillo
                                                      /  que consumía la tarde
y piensa, además, un horizonte de gaviotas |
las alas a favor del viento | el regreso que preanuncia el ocaso

después ya no piensa  |  después la noche es vértigo
luz que trepa del balcón a la ventana

Miguel Angel Morelli















La sombra


Despierto, bañado en sudor con un dolor punzante en el pecho. Miro por la ventana y es de noche, el reloj despertador marca las 3:15. Cuando logro desenredarme de las sábanas me incorporo lentamente. Pongo la mano sobre el corazón, por suerte siento que sigue latiendo, igualmente acelerado como si estuviese corriendo delante de un león, y con el mismo miedo. Medio tambaleando por la habitación alcanzo un blister con pastillas, tomo dos. 
La ventana estaba abierta, hacía un frío de tumba. Prendí una hornalla para calentarme un poco, ubiqué un sobretodo negro que había caído sobre una silla y me lo puse. Me dispuse a prepararme un café, cuando noté el paquete de cigarrillos vacío, maldije hacia mis adentros, casi destruyo la cafetera de un golpe, pero mantuve la compostura, sabía que en la esquina estaría abierto ese bar de mala muerte con cigarrillos adentro.
El único problema era ella, que seguramente estaría parada como siempre en la esquina, debajo de esa pequeña luz amarilla. No me atrevía a mirarla, solo veía la sombra que su silueta producía en el asfalto, la forma de un ángel negro, sin alas, caído o salido de algún profundo agujero. 
Muchas noches me quedaba mirando el techo de mi oscura habitación pensando en su silueta, tratando de imitar con un velador y mi torpe mano esa imagen fascinante de mujer. Sabía que no podría tenerla, no por el dinero, ya que era una vulgar prostituta, sino porque no me atrevía siquiera a mirarla, menos hablarle e imposible tocarla. 
Por eso tardé en decidirme salir de mi habitación sucia, fría y sombría de pensión. Pero la adicción pudo más, el impulso era demasiado fuerte, la taquicardia era constante, el sudor frío. Mi cuerpo pedía a gritos nicotina. 
Bajé la escalera como un rayo, pero al llegar a la puerta me detuve, sabía que del otro lado ya la podía ver, más terrible aún, ella podría llegar a verme. Retrocedí unos pasos y cuando estaba a punto de pisar el primer escalón para subir, entran tambaleándose por la puerta la pareja del 5c, completamente borrachos los dos. Me miraron y se abalanzaron sobre mi, traté de eludirlos, balbuceaban palabras inentendibles, querían abrazarme o golpearme, no entendí bien. Cuando al fin los perdí me encontraba del lado de afuera. 
Ya sin opción agaché la cabeza y comencé a caminar en línea recta hacia la esquina, hacia los sonidos de los borrachos de ese bar, sabía que en unos ocho o diez pasos vería su silueta larga esbelta y con esas curvas incitantes. Caminé diez, quince pasos, ya se olía la peste del bodegón y nada. Ni una sombra, ni una luz, nada. Levanté la cabeza en dirección a su esquina, allí no estaba, ni rastros de aquella mujer. 
Entré al bar, pedí mi tabaco y me largué de ese espantoso lugar, mientras volvía a mi espantosa habitación, traté de pensar que sería de mi hermosa sombra, quién se la habría llevado. 

Leandro Szilvay















El beso, si es fresco y rueda en la mejilla, 
señala ese feliz encuentro
mas si junto a otra mejilla viaja al aire
antes de nacer ya estará frío;
ausente de todo sentimiento.

Si es tibio y a mis labios llega,
expresa la ternura del cariño
que al recibirlo tengo.

Si es húmedo y ardiente;
y tras de sí, salvaje trae el aliento;
expresará el deseo;
y a este recibirlo quiero.

Pero si se usa como espada vengadora
al negarlo tras infeliz encuentro,
prefiero olvidarlo para siempre
antes que soportar el pensamiento
de un futuro incierto.

Tal vez yo no sea cortés.
Tampoco soy violento
y besar jamás quisiera
mientras no pueda estar seguro
que recibir a ese beso lo desean,
aunque por ello muero.

Osmar A. Diaz

Revista Viajero N° 46 - Julio 2010




Amistad

A mis amigos de siempre…, 
y a los de hoy… ; 
a los que se han ido…, 
y a los que vendrán… ; 
a los que nunca se fueron 
porque en mi alma vivirán… ; 
a los de lejos… 
y a los de más acá… ; 
y…a todos aquellos con quienes 
compartimos el pan de la amistad.
Amigo mío…,
cuando el dolor y la tristeza,
desgranen gota a gota tu alma,
en tus nítidas manos,
yo posaré mi corazón, 
y te daré mi  alma.

Amigo…, hermano-amigo…,
cuando la soledad te envuelva,
y dejes caer una lágrima,
me quedaré, al lado tuyo,
en sigiloso abrazo, 
si decir una palabra.

Amigo del alma…, 
cuando todo parezca desierto,
cuando ya no queden ganas…,
a tu lado, aún me quedaré, 
para abrevar, juntos en amistad,
de alguna copa de esperanza.
 
Amigo…, hermano…, compañero…,
amigo mío…, amigo del alma…,
cuando el tiempo haya cambiado,
y el sol brille en tu mirar,
serán, pues, tus ojos,
la luz que iluminen,
las noches de mi andar...

Beto Cardozo
23/06/10
















Carta a mi queridísima...


¿Qué decir?...  nuevamente pensando qué escribir, será acaso que años de práctica impiadosa no fueron suficientes para poder esbozar sobre un papel, perenne testigo, un artero dictamen.  Quiero lograr expresar lo que siento por vos pero no sé cómo, y rondan por mi mente miles de ideas bifurcadas que no consiguen un rectilíneo rumbo. Realmente desconozco la respuesta de esta abrumadora tarea. Un verso propiciamente robado puede, fortuitamente, impulsarme a la gloria que vela tras la gracia de tu subliminal sonrisa aceptadora. Pero yo no sirvo para eso, conozco mis humanas limitaciones.
Tras algunas horas de disertación, creo haber conseguido un ejemplo que ilustra, esquemáticamente, mis sentimientos hacia vos. Pensé en las religiones que poseen visiones pesimistas de este suelo mundano, pensé pues en Dante, quien no se adhiere a esta desesperanza, y sobre todo en su “nobile castello” (infierno). En el mismo, Dante se encuentra con grandes personalidades de renombrados nombres tales como Homero, Platón y Ulises, entre otros, pero justamente en el canto V ve a dos personas que desconoce. Ellos son Paolo y Francesca quienes han muerto a causa de adulterio. Al dirigirles la palabra, Francesca, que habla por los dos, cuenta su trágica historia, insistiendo en que ella sigue enamorada de Paolo. El arrepentimiento está vedado en el infierno; ella sabe que ha pecado y sigue siendo fiel a su pecado, lo que le da grandeza heroica. Francesca sabe que el castigo es justo, lo acepta y sigue amando a Paolo. 
El punto sublime es que a Dante no le interesa el adulterio, no le interesa el modo como fueron descubiertos y ajusticiados, le interesa algo más íntimo, y es saber cómo supieron que estaban enamorados, cómo se enamoraron. Francesca declara que a veces se ruborizaban, pero que hubo un momento, cuando leíamos la deseada sonrisa, en que fue besada por su amante.
Es aquí donde quería detenerme, en medio de estos días tan turbulentos, y en los cuales tu vida puede cambiar en forma definitiva, me consultaste: ¿Qué es estar enamorado? Yo declaré, y creo ciertamente, no saberlo, y posteriormente esbocé una absorta definición. Hoy con unas horas más puedo retractarme, tal vez no en su totalidad, afirmando que no es eso estar enamorado, ya que es justamente algo que no se piensa. El intento de racionalizar el amor es el primer paso para desfigurarlo y mutarlo. Realmente creo que el amor se basa y reposa en esa sonrisa ruborizada de Francesca que no tiene ni un cómo ni un por qué; creo que se reposa en la absurda y eterna espera de un mensaje de texto; o tal vez, en poner tantas cosas en juego como aquellos amantes infieles que supieron perder su vida. No sé si estoy enamorado, si es lo que querías leer en este relato, tampoco puedo afirmar no estarlo, pero lo que sí puedo decir y asegurar es que siento cosas muy fuertes por vos que me llevan a poner muchas cosas en juego.
En cuanto al relato hay algo que no dice Dante, pero que bien destaca Borges, y se siente a lo largo de todo el episodio y que quizás le da su virtud. Con infinita piedad, Dante nos refiere el destino de los dos amantes y sentimos que él envidia ese destino. Paolo y Francesca están en el infierno, él se salvara, pero ellos se han querido y él no ha logrado el amor de la mujer que ama (Beatriz). Dante lo siente profundamente porque él ya está ausente de ella. En cambio, esos dos réprobos se hallan juntos, no pueden hablarse, giran en el negro remolino sin ninguna esperanza, ni siquiera, nos dice Dante, la esperanza de que los sufrimientos cesen, pero están juntos. Cuando ella habla usa el nosotros, habla por los dos, otra retórica forma de estar juntos. Estar juntos por la eternidad, comparten el infierno y eso para Dante tiene que haber sido una suerte de Paraíso. Tal vez, en este tiempo que compartimos girando casi sin poder hablarnos y condenados a no poder consumar nuestros deseos de complementariedad, aprendimos a saber estar juntos superando obstáculos y distancias.
A modo de desenlace puedo afirmar que creo que me ganó mi rol docente y terminé dando cátedra en lugar de decirte lo que siento, o tal vez es mi forma de decirlo, y tengo que volver a lo simple, frases simples y acotadas que solamente esbocen que te quiero muchísimo y que estoy. Que más allá de los problemas, dificultades y distancias estoy.
Quizás solamente quería decirte eso, pero soy muy complicado como para decirlo tan fácilmente. Sin más, me despido esperando que sepas leer estas míseras líneas contemplativas, escritas en tiempos robados al estudio facultativo y ganados al idilio de extrañarte.
















Día del Amigo


Cuando al sentirnos solos
en noches de desvelo
tan sólo nos acunan
las voces del silencio.

Cuando el alma perdida
no consigue consuelo
y el soplo que acaricia
se detiene en un vuelo.

Si rondan los fantasmas
en derredor del fuego
que consume en sus llamas
los fríos del invierno
y no se halla el abrigo
que nos entibie el pecho.

Si el corazón vacío
es un nido desierto,
y no llena su hueco
el consuelo del rezo.
¡Es la voz de un Amigo
la que acude al encuentro!

Élida Galego















Salix Babylónica


Nubes de flores
paseando por mis hojas en blanco,
algunas marchitas, otras fulgurosas.
Riñas entre alegrías y tristezas,
debaten como escribirse.
Categorías en lucha por definir,
como una sonrisa es invadida de lágrimas
sin mojarla, sin ahogarla.

Girasoles se ocultan del sol
y se duermen bajo la tierra,
para dejar espacio a las hormigas
que deciden emprender camino,
dedicándose hoy, laboriosas 
para pasar el frío invierno.

Sueños, sacrificios, triunfos, derrotas,
conviven en el alma cotidianamente
experimentando el dolor y la impotencia;
Reside también la esperanza 
decorando de verde el alma
aunque aveces ese verde traje 
sea un simple sauce llorón.
















digo yo  |  hablo de mí
pero ese yo es el otro  |  el que me habita
el que sustenta y a la vez carcome  |

ese que se alimenta del niño que fui
y apuñala la sombra que tal vez seré

el que lucha por sobrevivir toda vez que muero
el yo que se vuelve uno  |  reverso
implacable  |  pura alteridad

Miguel Angel Morelli


















Cuando duermen las palabras


Cuando esperamos de una palabra su belleza,
y no se unen las rimas.
Están los girasoles dando envidia al pasto,
la risa de las violetas esperan primavera y luna;
la noche silba el silencio de los grillos.
Una palabra y la belleza estéril.
Esperamos belleza;
esperamos palabras.
Rima girasoles con pasto estéril en una noche bella
y aun esa noche no contempla las caricias tímidas;
aun el silencio grita rimas brillantes
y las palabras, musas, inspiración, violetas, rimas no llegan.
El sueño jugó con mis dedos;
párpados, ventanas que no silban.
Un brazo se mueve y cierra la página,
la rima bella se fugó por la ventana y cerró la persiana.

















El agua no es agua porque sí, la misma creó la vida y desarrolló la vida de todo ser dentro y fuera de ella. 
La madera no es madera porque sí, es por algo que ha vivido lo suficiente para formarla, y algo que crea bienestar a nuestras vidas y a la tierra también.
La piel no es piel porque sí, es por algo que con años abrigó nuestros cuerpos y también nos alimentó. 
La vida no es vida porque sí, nos enseñó a buscar nuevos caminos y dejar senderos para que otros siguieran nuestros pasos, nos dio la templanza y sabiduría de valernos por nosotros y forjar nuestros elementos de caza, pesca y alimentación, descubrir de las piedras su valor y luchar por ello, la capacidad de montar los equinos y trasladarnos sin esfuerzo, y más deprisa y dar temor sobre ellos de arrogancia guerrera.
Haber desarrollado los elementos de transporte y de vivienda, la pesca, la agricultura, la ganadería, para luego la revolución cultural e industrial.
El hombre puso de sí lo mejor al servicio de la humanidad y el bienestar de sí mismo.
Tal vez si la evolución de la vida estaría en manos de la famosa costilla deberíamos retrotraernos al primer eslabón del Homosapiens. 

Luis Estevez

Revista Viajero N° 45 - Junio de 2010




Oda a la nostalgia de Andreí


Muy a menudo nos mata la insoslayable necesidad de ver lo que uno no va a encontrar. Es que la nostalgia es como el arte, intraducible. Se dice que el que viaja fortalece el corazón, pero yo creo que quien vive viajando en realidad se encuentra huyendo de algo, de algo que va con el viajante y no justamente en sus valijas. ¿A qué le temes?, es la pregunta; A mí, acaso la respuesta. En realidad le tememos a dos cosas, a aquello que no conocemos o a aquello que no podemos controlar. He ahí las dos grandes corrientes dialécticas del temor humano, pero existe algo que sobrepasa ambas, tal vez por rigor de integrarlas, y no hablo de la dulce señora que nos corteja en este idilio que es la vida, sino de algo, probablemente mayor, que es el destino.
Si la lluvia nos salvara de este apócrifo estancamiento de quiméricos dialectos de un atemporal pretérito. Mi fidelidad se encuentra intacta como aquel poema que no leí y aquel niño que no nació. Es claro que en la infancia somos adictos a la vida, la consumimos a más no poder, y saboreamos cada instante como si fuera el último, pero con la frescura de una sabor flamantemente revelado. Cuando incendie estas hojas, de alegre luto carnal, me consumiré en la angustia de una calle vacía, de un carnaval sin guarida y de una vela prendida, y no hablo de falta de amor, o peor aun de ausencia del mismo, sino de sumisión a éste. Hablo de tiempos ganados y perdidos en este laberinto de galerías dilatadas, hablo de la bella arrogancia de un espíritu cisterciense.
La vida es tan simple que no logramos comprenderla, en nuestro racionalista intento de sensato entendimiento. Y, al igual que a mis hojas, serán los girones de fuego los que me inunden comiendo y purificando este impío cuerpo ante la absorta mirada de mis coterráneos, súbitos espectadores, que me verán cruzar las secas aguas de pie, defendiendo inútilmente  la llama de los avatares de las corrientes de aire, en esta filantrópica tarea. Y cuando finalmente llegue a destino y haya regresado a mi hogar, mi padre me estará esperando tan flaco y barbudo como se conserva en mi equivoca memoria. Es en dicho preciso momento, cuando mi lealtad hará de mi casa y el templo una misma cosa, uno reflejo del otro, y la lluvia bañara nuestros cuerpos con la sutileza de una foto blanco y negro en la que se representan nuestras madres a su vez hechas todas y una.

Emanuel Cañoto














Tía Emilia


Traía los cabellos recogidos ya que eran muy largos y canosos, las gordas trenzas parecían víboras enroscadas en sedoso espiral. Nunca hablaba más de lo necesario, al contrario era retraída casi misteriosa. Cuando la tía me miraba fijo debía desviar la mirada, la misma era penetrante y hasta maliciosa. 
De noche ella se encerraba en su cuarto y nos prohibía la entrada, aducía que entes malignos se apoderaban de la habitación. Eso bastaba para mantenernos alejados, y también dificultaba nuestro sueño. Una noche me atreví a posar mi oído en su puerta, se la escuchaba susurrar palabras ininteligibles, y en un momento dado un frío me atravesó el cuerpo como cuchillo a la mantequilla saliendo el mismo por mi pecho y entrando a la habitación, los susurros cesaron y yo salí corriendo hacia mi cuarto.
Al otro día mientras desayunábamos Emilia me miró suspicazmente y yo entendí que se había dado cuenta sobre mi intromisión nocturna, ella no dijo nada pero de alguna forma entendí que su mirada era como una fugaz amenaza; no intenté ninguna otra artimaña por miedo.
Antes de levantar las tazas de la mesa nos dijo:
-Mañana es “Noche de Brujas” y vamos a divertirnos mucho.
Los cuatro nos miramos.
-Mañana vendrán unas amigas mías y la pasaremos muy bien, ustedes deben idearse un disfraz. 
Entonces le pregunté
-¿Tía vos también usarás disfraz?
-Claro que sí, yo seré una de las cuatro brujas.
No nos causó ninguna gracia, al contrario, el miedo comenzó a crecer y definitivamente no quería conocer a las amigas de la tía ni festejar la noche de brujas.
Mi disfraz era de diablillo, el de mi primo Hernán de Drácula, mi prima Noe de Muerta, y Nico de Frankestein. 
Comenzamos a recorrer las casas del barrio recolectando muchos dulces, ya había olvidado a mi tía y sus amigas, cuando volvimos con los bolsillos repletos y al entrar a la casa, notamos que las luces estaban apagadas y sólo una vela iluminaba apenas el comedor, mi tía estaba sentada en la mesa, al acercarnos nos dijo:
-Que bien que regresaron, ahora conocerán a mis amigas.
La vela se apagó bruscamente, mientras mi tía reía a carcajadas, al cabo de unos segundos se sumó otra risa y otra más, no podía ver nada sólo me tiré debajo de la mesa, donde ya estaban mis primos espantados.
Habrían pasado otros tantos segundos cuando cesaron de reír y la luz volvía. No pude ver los zapatos de mi tía, al parecer estábamos solos en la sala, nos incorporamos y buscamos por todos lados a Emilia sin encontrarla nunca jamás















Soledad


Quisiera poder morirme con todas las muertes juntas
si así con todas esas muertes lograra comprar tu vida.
Quisiera poder quedarme entre todo ese silencio
de misterios que descansan 
e introducirme en tu lecho
y calentar tus entrañas.
Quisiera, como quisiera 
que estés conmigo de nuevo 
en la vida, en la muerte, 
en el cielo, en el infierno, en la tierra de los que aman
con salvaje egolatrismo o en el mundo mudo y frío
de los que callan su olvido.
Quisiera que mi alma enferma sedienta de tus recuerdos
en sombra se convirtiera 
y así andar por los caminos pegada siempre a tu cuerpo 
quisiera, como quisiera!, 
más ya no puedo ni eso.
La fila larga infinita de todos los que existieron
están contigo, en tu encierro, 
en tu misterio insondable,
en tu viaje sin regreso,
en tu adiós sin un reencuentro
y yo sola mendigando que me mires un momento,
que mitigues mis lamentos, que no te vayas tan lejos
porque estoy sola, muy sola con mi carga de recuerdos.
Quisiera, como quisiera 
que estés conmigo de nuevo
quisiera, como quisiera 
más ya no puedo ni eso.

Mari Bacot














primero pensar en el muro |
hasta que al muro le crezca una ventana 

después pensar en la ventana |
hasta que los vidrios estallen

finalmente | de cara al vacío
pensar otras razones:
la seducción del abismo
el deseo de ser pájaro

Miguel Angel Morelli















A veces no sabés cómo el deseo que cosechaste 
durante tanto tiempo, se haya gastado así; es que el 
tiempo a erosionado sobre él, prevaleciendo con su
desgaste y dando lugar a que otras locuras 
florecieran sobre la ruina del amor que a nuestro 
lado anduvo, en el sendero donde ambos marcaron 
el camino.
A veces quisiera aflorar en mi imaginación los recuerdos de 
tantos pasos perdidos y no me deja retrotraer ni un instante 
de ellos.
A veces oteo mi mirada hacia el poniente en el ocaso de 
alguna tarde y no comprendo el por qué, de ese final diario 
donde febo nos cobija y lumbre nos da.
Es que a veces nuestras vidas en su transcurso ocultan a su 
paso todas las miserias que ofrece diariamente el placer que 
deleita y halaga hasta transformarnos en prisionero de él, 
cuan sabio sería si pudiera haber evitado lo inevitable.

Luis 528

Revista Viajero N° 44 - Mayo de 2010





Idilio de una noche de eterna


Me pediste de antemano
que algo te escribiera,
algo que no sea mi oficio,
pero forje sinestesia.
Sin pensar mucho en vano,
con un poco de espera,
pude saciar el vacio
a sudor e inconsciencia.
Me pregunto por ¿Qué plasmo?
quizás alguna quimera
y un anhelo ficticio
de ilusiones pasajeras.
Una vida de gitanos,
una humilde calavera,
preguntarse por el ser
en cinco actos cualquieras.

No me olvido de tu parte,
de tu pena y tu diáspora,
no me olvido que dijiste
salgo para no estar sola.
Teoracto de sentimientos
antes de llegar la aurora
sabor amargo y triste 
pico dulce en tu boca.
El insomnio nos comparte,
paramnesia a estas horas,
tiempo que se hace flexible
mañanas en que se nota.
Metempsícosis de momentos
en que deseas ser otra,
olvidar lo que ya fuiste
redención tan lastimosa.

Pensamientos divagantes,
conexiones espontaneas,
laberintos convergentes,
senderos que se entrelazan.
Quisiera acompañarte
para que no salgas sola,
ansiaría  embriagarte
con mi música de alcoba.
Pero al advenir las noches,
fusco lienzo que enamora,
afloran cuentas pendientes
óbice que te desploma
mientras piensas en sainetes
en el baile y las bromas
ineluctable rutina
que mis sueños demora.

Y tus solsticios deroga.
Y tus solsticios deroga.

Emanuel Cañoto














La medallita


Amanecía en Buenos Aires.
Prevalecía en la acera la humedad del rocío nocturno complicando el caminar de Sonia Papasinni, una perseverante mujer de 75 años, que aún mantenía su elegante andar.
Esa mañana miraba con detenimiento las baldosas para no resbalarse, aunque conocía muy bien el camino hacia el subterráneo que por décadas había transitado.
Sonia había recuperado la esperanza: un nuevo rastro le indicaba que pronto se encontraría abrazada a su nieta.
En el bolsillo de su abrigo mantenía como amuleto la foto plastificada de su hija Marta y su yerno Ramiro, la última foto donde se aprecia el embarazo avanzado de su hija.
Es para ella imposible olvidar aquel terrible día en que un grupo de hombres los vino a buscar por averiguación de datos. Nunca más regresaron.
Pasados 30 años, corroboró que los dos habían sido asesinados sin enterarse porqué.
La angustia con el tiempo fue decayendo cuando las abuelas con similares situaciones deciden agruparse, en este caso, para recuperar sus descendencias.

Las lágrimas están asomándose pero respira hondo y como tantas veces ahoga su llanto.
El dolor, el cansancio y la desilusión, los amontonó el el arcón de los malos momentos.
Sonia quería poner todos los sentidos positivos para recuperar a su nieta de la cuál solo sabía que su hija en cautiverio había dado luz (a una niña.)
Había tejido, bordado, confeccionado prendas para un bebé que solo vio en una foto de su hija embarazada.
Escribió poemas y cuentos; inventó juegos y canciones infantiles.

Había soñado poner bajo la almohada inventando ser el ratón, las monedas para cuando perdiera su primer diente.
Se vio representada por otras abuelas en la puerta de la escuela retirando a su nieta.

La vio vestida de blanco a la salida de la parroquia con su canastita llena de estampitas.
Con su marido Raúl conversó noches enteras pensando: ¿Como será? 
¿Tendrá rulos como Marta o será lacio su cabello?
¿Quien la estará peinando diariamente? 
¿El hoyuelo de Ramiro tan pronunciado en su pómulo izquierdo lo habría heredado?

¿Como serán sus ojos?, ¿tal vez pardos y brillantes como los de Marta? 
Cuantos pensamientos sin respuestas. 
Cuantos remiendos tuvo su corazón, al que le hilvanó quebrantos.
El gran esfuerzo del grupo de abuelas que día a día recuperaban su descendencia la incentivaba a seguir.
Algo giraba en su mente, nunca perdió las esperanzas.
Las investigaciones habían avanzado pero necesitaba más confianza en si misma
Una semana atrás en una de tantas visitas a distintos videntes acudió a un lugar especial donde leían la borra del café.
Se sintió atrapada con algo diferente. Según decían, la acción de leer la borra del café era milenaria
La borra vislumbró el ondular de una falda, y un círculo de colores. A todo lo que le indicara una posibilidad más, ella siempre estaba dispuesta.
Cuando las encargados de realizar los encuentros, abogados, sicólogos, sicoterapeutas y el incansable grupo de abuelas la citaron a las 10 de esa mañana, Sonia le comentó a su esposo: –es preferible que no vengas Raúl, quédate, cualquier cosa te llamo, con tu arritmia no es conveniente, te prometo que te llamo si todo es positivo, te tomás un taxi y venís. No te esfuerces, mientras, prepárate un guisito ese que me gusta…eh -
Él respiró profundo, la saludó con un dulce beso y con la voz entrecortada le dijo:-¡cuanto te quiero mujer!, tengo fe, ¡hoy más que nunca!, prepararé el más rico guiso de los últimos años-.
Sonia sabía que el encuentro iba a ser difícil.
Ya no encontraría la niña anhelada, ahora es una mujer sorprendida por los hechos y con una identidad por recuperar.
Llegó al lugar de la cita.La voz de una mujer que sale del portero eléctrico le contesta: Adelante, espere cómoda en la sala.
Sonia entró lentamente a uno de los amplios salones donde se realizaban los trámites para dichos encuentros, sintió una sensación especial, tenía mucha fe de que era su nieta la que se encontraba allí, en una habitación cercana.
De repente una pelota de colores llegó a sus pies, recordó el círculo en la borra del café, se agachó temblando, un niño pequeño se encontraba a su lado, ella le sonrió, sus cabellos con rulos, el hoyuelo sobre el cachete rojo izquierdo le anunciaron que él era su biznieto. 
El niño levantó su pelota y corrió a la habitación cercana.
La sicóloga vino a buscar a Sonia, ella muy suavemete le habló: -señora no es seguro que la persona citada sea su nieta, tranquila no es conveniente que se desilusione-
-Está bien, pero, ¡sé que es mi nieta!, ella está acompañada con un niño con una pelota de colores y llamé a mi marido en unos minutos estará aquí, mi nieta, es la señora que citaron en unos minutos la abrazaremos los dos. -Raúl sabe que su mujer lo está esperando ansiosa y con sumo cuidado respira hondo para no desbordarse con el llanto contenido.
Sonia lo recibe, -amor, ya es hora de disfrutar nuevos tiempos.
Entrelazan sus manos junto a la foto de Marta y Ramiro.
Dentro del salón se escucha una dulce voz llamando…-vení Ramirito andá a buscar la pelota que están por entrar los abuelos.
Al verse supieron que eran una familia.
Los besos y abrazos colmaron con lágrimas el dulce y esperado encuentro.
La nieta les comenta: -yo también los buscaba, desde el día en que un señor en la puerta de la facultad me entregó un estuche con una joya de oro que en cautiverio le entregaron mis padres cuando este hombre fue liberado.
El me contó: -dejé transcurrir el tiempo, quería estar seguro de que fueras la hija de mis maravillosos amigos, el estuche es un regalo mío.
Este recuerdo será una bendición, consérvalo y busca a tus abuelos, ellos te contarán lo que pasó-.
Marta adoptó el nombre de su madre, ella en su cuello luce una cadena de oro con una medalla en forma de sol que en su revés hay una frase escrita que dice: 
Para Marta.
Con Amor.
Ramiro. 

Nilda Etal DE Luca
















Sé que por las noches mi alma se pasea


Aquella noche fue perfecta
dormía mucho, desde temprano
pero pude sentir la brisa que entraba
por la ventana, estaba fresco, 
pude sentir como mi cuerpo se erizaba
en seguida pensé. ¡ es como un regalo !
Adoro las noches, adoro esas noches,
taparme, dar vueltas, destaparme
volver a taparme; tener una cama grande
y dormir hecha un bollito solamente 
de un costado, el izquierdo,
(del otro lado me siento desprotegida
como vacía.)
El hecho era que dormía tranquila,
dormía en paz, dejando la mochila 
a los pies de la cama, hasta que te vi
hasta que me vi o mejor dicho hasta que la vi 
a través de la ventana, era ella que paseaba
sobrevolaba y me miraba, yo en la cama tapada
ella, desnuda volando por mi ventana.
Una ráfaga de paz o tranquilidad 
o quizás de las dos, me inundaba 
no importaba cuántas penas tenía
acumuladas, esa noche no estaban en
mi almohada, habían quedado a los  
a los pies de la cama.
Yo estaba contemplando el aire
entrar por la ventana y así estaba en paz
y así no necesitaba nada más.
Sé que por las noches mi alma pasea
visita amores y llora penas.
Por eso la espero, mirando por la ventana
luego regresa, se acomoda a mi lado 
y seguimos juntas caminando,
acompañándonos.
Se que por las noches mi alma pasea
visita amores y lava penas.
Se que por las noches mi alma pasea.
Se que por las noches me regalan vientos
que lavan penas.

María Eugenia Nebbia














Pensando en Ti…


Solo en ti estoy pensando
con mi corazón sollozo 
y mis brazos abiertos,
yo te estoy esperando…

Pensando en ti, aquí me encuentro,
con mis ojos de lejos oteando,
y mis labios rezando,
yo te estoy esperando…

Solamente en ti estoy pensando
con el alma en mis manos
y mis ansias temblando,
yo te estoy esperando…

En ti sola, estoy pensando…
no sé, desde cuando,
con mis ojos despiertos y
mis brazos abiertos,
que te están esperando…

Beto Cardozo
02/03/2008














Prohibido


Podrá apagar el cielo
                                  De un soplo
Podrá de a sorbos 
                              Enmudecer el mar
Pero nunca mi alma
                               Con silueta de papel y sangre de tinta

Podrá callar mi silenciada forma de amarte…

Emilia Vega Hünicken