Revista Viajero Nro. 18 - Julio 2007





Mi lugar


Cuando viajo suelo agudizar los sentidos para traerme puesto un poco de cada lugar. Como no tengo siempre el mismo ánimo hay cosas que me gustan más o menos, según como me sienta. Miro los paisajes, trato de aprender un poco su entorno, me meto adentro. Pero acá me pasó algo curioso, era un lugar especial y eso pude sentirlo mientras lo recorría, era como un gran campo y detrás salía casi tímida una cadena de montañas.
Estaba nublado y el juego de las nubes le daban un colorido especial. Azules y rosados hacían una pincelada diferente allí donde la paleta del pintor se distraía para demostrar que era posible. Delante de la cadena de montañas había una fila de árboles pequeños en relación a las montañas que formaban un contraste de colores. Más adelante una calle de tierra colorada por donde se asomaban cuatro árboles más, cinco piedras sobre un costado y el pasto verde y amarillo con tres plantas tipo penachos, esas que tienen los plumeritos blancos. Un paisaje que llamaba a disfrutarlo y así me quedé. No se cuanto estuve, el cuadro me llevaba a pensar y por un momento me imaginé que ese lugar me pertenecía. Todo era mío y yo lo dejaba, dejaba que el viento moviera los árboles y que el sol blanqueara los pastos y entonces me quedaba reparada sin ser otra cosa que un pedacito del paisaje.
Cerré los ojos y seguí viendo todo igual, ya lo tenía instalado en las retinas podía ver cada detalle sin equivocarme y entonces sentí que todo cambiaba, yo ya no observaba sino que era observada. El lugar me observaba, me miraba, me recorría de la misma manera que yo antes. Me acariciaba su brisa, el pasto me hacía cosquillas, el sol me calentaba y el perfume me adormecía dejándome una rara sensación, sensación de haber estado antes, de haberlo recorrido. Por eso me quedé.

Gladys Alvarez
tahiagla@hotmail.com

 











Cuanto más fuerte es la atracción, más fuerte es el espejo


He descubierto que cuando estoy dispuesta a confiar en mi energía y seguirla, esta me conduce hacia personas de las cuales tengo mucho que aprender.
Cuando más fuerte es la atracción, más fuerte es el espejo.
Mi energía siempre me conduce a las más intensas situaciones de aprendizaje.
No necesito involucrarme o permanecer en una relación que no es buena para mi, pero si elijo dejarla.
Aun puedo agradecer el Don y las enseñanzas que recibí.
Acepto a mis relaciones como mis maestras.


Carolina Magallanes














Oscuridad instantánea


Entrando súbitamente en la vida de todos, repentinamente me buscas la mirada, me haces saber que estás presente. Amarga y cruenta es la reacción metabólica a semejante estímulo que generas en mí. Bien sé que escondes un propósito ineludible pero no audible en la oscuridad que caracteriza tu esencia.
Devuelves a las miradas más cálidas esa grotesca penumbra que nos atormenta a los más sensibles pero no inmuta a la pequeñez de la mayoría.
No te niego, pero tampoco te proclamo; últimamente no siempre te encuentro, pero sí te busco.

Me aceptas unas pocas monedas groseras, y  todo vuelve a repetirse sin demasiado asombro de los espectadores.

Medio de disputas, metafórica excusa que esconde propuestas decididas, cálida dosis de tinieblas que necesitamos poseer. Poder otorgas entre los menos, mientras los más caen rendidos en tu áspero regazo que vuelve adicto hasta al más entendido de tus metódicos caprichos.

Al unísono de mis monedas y tu limitada disposición, me ofreces tus servicios: Simple, Doble, Franciscano, Irlandés,  cortado…
Como proveniente de orígenes varios te anuncian, más tú y yo bien sabemos que emanas de una única fuente cuya amargura es solamente superada por su negrura. Aún no comprendo cómo obtienes la calidez que te caracteriza en algunas ocasiones; no te es propia, y sin embargo tan tuya a la vez.
¿Dulce o amargo? Qué curioso resulta, te acompaña la más tierna de las drogas, dulce y melodramática como ella sola. Muchos dirían que se trata de otro e irónicamente claro ejemplo de que los opuestos se atraen; la princesa heredera del trono y el plebeyo oscuro que, en teoría, la llevará a la ruina; sólo en teoría.

Mi querido mal amigo, no te rindas a la tentación de aquella otra rosa grisácea, rebosante de entusiasmo por ser preferida a la verdadera princesa por muchos. Neta ambigüedad de este mundo, tan adictiva como sólo tú podrías entenderlo. Si la dejas, ella se volverá tu  perdición, tu tormento personal. Por eso te ruego: consérvate fuerte, como siempre.

Todo esto acude a mí en un repentino espasmo mientras te arrebato delicadamente de tus cobijas soñolientas, devolviéndome esa grotesca penumbra que me enlista poderoso.

Gonzalo M. Romano
gonzaromano@hotmail.com

 










Ámame


Ámame… musita cerquita mío ese ansiado ¡te amo!
muy despacito…así…casi imperceptiblemente…
hasta que tus susurros produzcan sensaciones…
y mis palabras broten del silencio ardientemente…

Ámame…dejaré que lo hagas sin concesiones…
te acunaré en mis brazos como a un niño,
beberás de mis labios la miel eterna
que brota apenas con esbozar tu nombre…

Ámame… cuando el crepúsculo se ahogue
desapareciendo en la profundidad del mar,
y mi desnudo cuerpo mecido por las olas…
empapado de deseo te busque…para amar…

Ámame…en días estivales o en noches de invierno…
cuando mis manos acaricien tu cuerpo estremecido,
cuando el dorado del amanecer barra con la bruma,
y las mieles del rocío se diluyan por los prados.

Ámame… dejemos agonizar esas agujas de relojes…
que nos tiranizan marcándonos espacios y tiempos…
Tan solo ámame!...tómate tu tiempo…
detente en tu camino…y ámame…¡libremente!..

Rosenna
www.rosenna.com

Tan Mio


Es tan curioso necesitarte.
Tan bravo el oleaje de
tus pestañas en mis ojos antes de
dormir.

Tan cálidos son tus silencios
cuando mueren las palabras
inútiles para expresar

Tan mío el hueco de tu paz
cuando cobija mi cintura cansada
de la jornada.

Tan irremplazable es tu fortaleza
que ningún cordón rocoso podría
contener la ansiedad que me
sujetas.

Como ramos de ternuras rosas,
se amontona tu optimismo para
limitar mi desesperanza.

Tan feliz el hoy que degustamos
en la más minúscula sencillez,
que en un bache sin ti entiendo...
no es curioso necesitarte

Liliana Araya













Danza de corazones


En el cantar de tus noches,
encontré tu cuerpo al compás;
y tus ojos miraban mi espera.
Te encontré tomando conmigo
el mundo, en la danza de corazones.

En el abrazo de tus noches,
encontré tu belleza en el no jamás
y tu pelo a mis manos suavizaba;
te encontré quemando conmigo
el mundo, en la danza de corazones.

En el recuerdo de tus noches,
encontré al despertar tus caricias
y tu aroma torturaba mi pena;
te encontré buscando otra vez conmigo
el mundo, en la danza de corazones.

En el sufrir de tus noches,
encontraras el fin de las nostalgias,
buscando el mundo
en la danza de corazones.

Lautaro Dure
lauchagnr_99@hotmail.com

 








 

La casa funciona


Sin baterías, y ni un solo interruptor
la casa comienza a moverse
se acomoda y hasta dialoga
con las plantas que vendrán...

El cielo de noche y estrellado
parece una postal de navidad,
navidad por el hecho del nacimiento,
aquí ha nacido y no solo eso
aquí hemos vuelto a nacer...

La casa funciona porque no se la siente quejar
respira como todos con las manos abiertas
buscando que la miren
mirándonos, dejándonos caminar entre sus brazos
casi una madre que ya aprendió a criar
casi una madre que sabe sobre la libertad...

Y una luz saldrá de las flores
cuando haya flores,
para dejarnos a solas por un momento
con eso que el corazón ansía
con eso que la sombra no deja mostrar
con las palabras que decimos
cuando decir es más que un simple habitar...

La casa funciona y funcionar no viene de máquina
funcionar es tener un objetivo
es simplemente sentirse vivo,
es amar, es aprender a sonreír,
es una estrategia contra el dolor...

Allá lejos alguien lo soñó
aquí cerca, alguien lo entendió
dejaré que una parte del silencio
se convierta en canción,
tomaré un papel, un lápiz
miraré por la ventana y casi sin pestañear
o cerrando los ojos,

despertaré al resto de las almas
despertaré al resto de las casas...

Esteban
estebancordova100@hotmail.com

 










Fragmentos del libro ¿Qué pasa Cristina?

Mi destino, ¿cual será? Lo que puedo decir de él, es que ... bueno, no tengo idea. Ni siquiera sé si existe este improbable destino. Por ahí escuche que estamos en la vida para evolucionar hacia el amor. Todos queremos llegar a ser felices, pero no sé si se trata del destino, pues hay quienes no la tienen ni tendrán, por distintos motivos que no estoy dispuesto a juzgar.

Si te tomás un té para pensar. Por ahí encuentres similitudes o no, con que hoy es un día nublado o soleado o frío o pesado. Por ahí lo pesado es que en vez de relajarte leyendo, tenés que relacionar que en cinco minutos tomas un té. Y que este té se uso para reemplazar a cinco minutos mas arriba. Pero Pensar, a veces, es bueno. Aunque otras lo mejor es actuar. Lo que propongo es entretenerse pensando. Descubrir que encierran mis sencillas frases y si descubrís que nada encierran, mejor. La búsqueda no tiene final. Y si no encontrás, de nada vale la depresión; al contrario, hay que poner más ahínco. Buscar hasta encontrarse uno mismo; así, sólo después de saber quienes somos hallaremos lo que buscamos sin buscarlo.

Sol que habita en las estrellas. Estrellas iluminando y dibujando el cielo. Cielo contrapuesto e igual al suelo. Suelo blando que caminamos como desierto. Desierto e inmenso el mar incierto. Incierto es nuestro paso por el mundo. Mundo despintado mutando. Mutando las plantas en jardines. Jardines de violetas y rosas. Rosas que conocen los inviernos. Inviernos con sus amarillentas hojas. Hojas escribiendo versos amantes. Amantes en noches de lunas llenas. Lunas llenas recuerdan corazones. Corazones rotos por almas crueles. Crueles canciones habitan en el recuerdo. Recuerdo de historias perdidas. Perdidas en noches de luna llena. Llena de arena la playa. Playa con un enorme sol. Sol que habita en las estrellas...
La idea que todo es cíclico, está plasmada burdamente acá.

Jonatanjony87@hotmail.com

 

La calesita


Antigua calesita
ya no estas en la esquina,
el terreno baldío
esta triste sin vos.

El progreso ha llevado
lejos tu caballito,
y los niños no sueñan
que viajan en avión.

Porqué cosas tan tiernas
van desapareciendo,
llevándose consigo
la amistad y el candor.

Y en su lugar llegaron
esos juegos siniestros
cargados de violencia,
sin un poco de amor.

La agresión no permite,
jugar en la vereda,
la t.v. los atrapa
y los llena de horror.

Que lindo si a la esquina
volviera nuevamente,
la antigua calesita
con sortija y canción.

Isabel Corrao Santos
poemas19@hotmail.com

 

 







Nuevos Rumbos


Detrás de cada instante
se halla la solución preciada
sueño de una nube galopante
imágenes e ígneas miradas.


Seduciendo el espacio
atravesamos vórtices hirientes,
y con cadenas sobre el cielo lacio
esculpimos rostros ausentes.


Resolveremos la escabrosa efigie
que han arado los pájaros nocturnos
no te detengas sobre la superficie
escoge ávidamente nuevos rumbos.

Juan Garibaldi













Collar de perlas


Collar de perlas
Regalo de un amor ausente.
_ “¡Póntelo!” me decías.
_ “Te ilumina el rostro
aunque ellas estén celosas de tu luz”.

Guardo tu bello regalo.
No son legítimas
pero en el cofre más preciado,
brillan dándole paz
a mi alma en pena.

Un día se soltaron
y escribieron un poema.
Algunas dibujaron un corazón,
y luego una luna,
otras volaron
diseñando estrellas,
trazando un camino
que me diera luz.

Quedaron algunas sueltas,
suaves pétalos de rosa,
las tomo en mis manos
y con sorpresa encuentro
palabras de inmensa ayuda:
ternura, entendimiento, verdad, templanza,
perdón, gratitud y esperanza.

Hoy encontré una perla
en el solitario cordel.
Dice: Amor.

Comprendo con lágrimas,
tu mensaje celestial
porque me has querido bien
y no puedes ver sufrir…
a quien vela minuciosa
atesorando tus perlas.

Nilda Deluca













Me cagaste gatita


Hiciste fácilmente todas las cosas
que a mi me cuestan
o no sé o no puedo hacer.
Me quisiste.
Me lo demostraste.
Te subiste a todos los árboles.
Te metiste en todos lados
y todos te quisieron.
Fuiste feliz.
Y te moriste.
Me cagaste gatita

Carlos López