Las "benditas" foráneas influencias
Continuación de la edición anterior
... Y no creamos que sólo en los siglos XX y XXI se pueda producir este fenómeno. En todas las épocas existió ese canje cultural, con sus tornasoles, sus conos de sombras, sus impasses, pero con la rueda girando siempre en una dirección.
Ya desde los albores de la evolución humana, con los primeros homínidos, el sentido de sociabilización se perfecciona conforme al avance del intercambio cultural entre tribus, el hombre desarrolla esa condición de ser social hasta niveles que, junto a otros atributos, lo distancian definitivamente de las otras especies. Si bien este proceso contribuyó a la extinción de las tribus más rezagadas, propició un salto evolutivo a otras. Más tarde, cualquier música hallará en el intercambio, en el aporte y en la mixtura, las materias primas para su desarrollo.
Veamos esto. Si no fuera por el aporte de culturas como la hebrea, gitana y morisca, España no tendría el flamenco; si no hubieran existido los bardos de Escocia, Irlanda y Bretaña - que acompañados de un laúd cantaban gestas de batallas – no hubieran tomado modelo los juglares y trovadores medievales ; si no fuera por el arribo de instrumentos europeos como la trompeta de pistones, contrabajo y otros, el jazz no tendría la riqueza tímbrica en sus orquestas; si no hubiera existido un ocurrente Piazzola que cometió ese “hermoso sacrilegio” de fusionar tango con jazz y música académica, nos imaginaríamos todavía a Buenos Aires con el farolito, las calles empedradas y el conventillo, y no a la Buenos Aires del Siglo XXI, vertiginosa, alocada, con sus colectivos, ruidos y neones. Y podemos continuar la lista. Todos estos ejemplos que a su vez fueron influencia de otros, le deben algún aporte a alguien, y así nos adentraríamos en una genealogía musical tan extensa como apasionante.
Abrir el paso a las influencias foráneas, en materia de música, tampoco tiene que ver con una pretensión esnobista. Como planteábamos antes, se trata muchas veces de una necesidad. Los puristas y conservadores pueden dormir tranquilos, que la fusión y las influencias no le restarán legitimidad a la música argentina. Cualquier expresión en apariencia castiza puede convivir, sin problemas, con formas más agiornadas sin que ello demande necesariamente un juicio de valor ni jerarquización entre ambas.
Insaurralde, Alejandro.
Las “benditas” foráneas influencias. Literarte [en línea]. 2010.
Espera
Te amo con fuerza de trasmallo
que trata que el pez en él se enrede.
Amor que siento y no puedo olvidar
cuando abro las compuertas del torrente.
Los colores de mi sangre han cambiado.
Se tornaron pálidos, sin brillo
y lo que fue arco iris del pasado,
hoy se viste de gris en el hastío.
Ya no galopan las arterias
en mis campos sembrados de esperanza,
sólo circula líquido en mis venas
para no morir tan desdichada.
Sueño que un día volverás arrepentido
a buscar la rosa ya marchita.
Celebraré los besos de tu boca
que antaño en tu reino recibía.
No sabré que hacer con mi alegría.
Les brindaré la tibieza de mi alma
a las palomas del alto campanario
para que hagan sonar las mil campanas.
Mi corazón espera una tormenta
de abrazos, música, embeleso,
que produzca el milagro tan ansiado
de que vuelvas a amarme como entonces.
Nilda Etel Deluca
Canto a la Naturaleza
Yo me iré muy lejos,
muy lejos de aquí,
pero este canto
se queda aquí.
Una flor callada,
cuyo aroma puedo sentir,
es objeto de este canto
que habla por mí.
Quebracho viejo que has visto
crecer a mi país:
Cuando yo ya no cante,
¿darás flor por mí?
Estaré olvidado,
no sabrán quién fui,
pero el árbol, la flor y el canto
Llorarán por mí.
María Victoria Pérez
Estoy pensando en ti...
Mientras las hojas caen
y desde el ocaso
contemplamos como
la danza de la lluvia...
Majestuosamente en un grito
hacen que los oídos del viento
siembran semillas en el corazón.
Pegasus alumbra
una corona ondulante
de afresias y azaleas.
La oda traviesa celebra curiosa
prodigando armonía
la noche serena se presta...
Para que te asomes
a la ventana y la memoria
te recuerde que aquí
aun existe el aroma a la primavera...
Angelross
Los sueños
Los sueños pueden ser hermosos:
Algunas veces se cumplen,
otras son olvidados.
Un sueño se puede llamar
esperanza, deseo, motivación;
Como también un sueño puede ser
frustración, tristeza, desilusión.
Un sueño te puede inspirar a seguirlo, a vivirlo.
Si lo logras mejoras tu vida.
Pero sino tu vida se puede destrozar,
junto con tu autoestima
dependiendo de cuanto creas en ti.
Si no lo logras a la primera,
siempre habrá una segunda;
como también habrá otro sueño
por el cual luchar.
Tu verdadero sueño llegara; pero recuerda:
Nada es imposible,
sino personas incapaces
de arriesgarse, de creer, de soñar…
el resultado depende de ti,
del esfuerzo que le otorgues.
El intentarlo mejora tu corazón.
Sol Rodriguez
no conozco el mar
muy pocos lo conocen
el mar no es esa tarde azul de primavera
mis huellas detrás de tus huellas
un cielo de gaviotas dibujándose a los lejos
el mar es una memoria de infinitos naufragios
el dolor del hombre que va solo y un día
al pie de la tristeza se acuesta con la muerte
no conozco la muerte
nadie la conoce
la muerte es el vértigo que dibuja lo vacío
un no decir que desbautiza las cosas
el salto y la caída | las llagas violentas del amor
no conozco el amor
Miguel Angel Morelli
Te vas a cansar
no!
yo me quiero quedar en este lugar
amores luciendo de pie
las glorias todos aplauden
y hasta las palomas cantan
desplegadas al viento
Unidas
de mis anhelos
ya nació
hecho un ovillo
Profanador!
Lucía Tyburczy
Espera
Te amo con fuerza de trasmallo
que trata que el pez en él se enrede.
Amor que siento y no puedo olvidar
cuando abro las compuertas del torrente.
Los colores de mi sangre han cambiado.
Se tornaron pálidos, sin brillo
y lo que fue arco iris del pasado,
hoy se viste de gris en el hastío.
Ya no galopan las arterias
en mis campos sembrados de esperanza,
sólo circula líquido en mis venas
para no morir tan desdichada.
Sueño que un día volverás arrepentido
a buscar la rosa ya marchita.
Celebraré los besos de tu boca
que antaño en tu reino recibía.
No sabré que hacer con mi alegría.
Les brindaré la tibieza de mi alma
a las palomas del alto campanario
para que hagan sonar las mil campanas.
Mi corazón espera una tormenta
de abrazos, música, embeleso,
que produzca el milagro tan ansiado
de que vuelvas a amarme como entonces.
Nilda Etel Deluca
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