Corto abrazo
Abrazaba lo que cabía en sus brazos,
el resto se moría de frío,
y de veras que había hielo
en cada invierno que llegaba
Verónica Garay Moffat
Fortalecidos
Siempre lo
supe, eras “el para siempre”
brillabas
por fuera ante mis ojos admirados,
fui
desenvolviendo el regalo más lindo de Dios
y viendo
como todo era más brillante en su interior.
Siempre lo
supe, iba a ser difícil.
Historias
diferentes pero muy parecidas,
dolores
distintos pero un misma cura,
nuestras
manos juntas y dos locuras unidas
Siempre lo
supe, te admiraría
tu amor no
tiene límites,
tus virtudes
no caducan,
y tus
errores los superás con valentía
Siempre lo
supe, en las buenas y en las malas,
en las
buenas gozando la vida,
y en las
malas fortaleciéndonos
y creciendo
como familia.
Siempre lo
supe, daría gracias cada día
por tu
optimismo que te da persistencia,
por tu
creatividad para salir de problemas,
y por tu
entereza al levantarte de cada caída.
Siempre lo
supe, tesoro de mi alma,
que te
amaría toda la vida,
que
valoraría cada esfuerzo por construir,
y
buscaríamos ser felices cada día
Siempre lo
supe, nunca vamos a estar solos
juntos por
tormentas, oscuridades y mareas altas
juntos entre
lágrimas, dificultades y dolores
juntos hoy y
cada mañana.
Siempre lo
supe, eras “el para siempre”
brillabas
por fuera ante mis ojos admirados,
fui
desenvolviendo el regalo más lindo de Dios
y viendo
como todo era más brillante en su interior.
Siempre lo supe,
iba a ser difícil.
Historias
diferentes pero muy parecidas,
dolores
distintos pero un misma cura,
nuestras
manos juntas y dos locuras unidas
Siempre lo
supe, te admiraría
tu amor no
tiene límites,
tus virtudes
no caducan,
y tus
errores los superás con valentía
Siempre lo
supe, en las buenas y en las malas,
en las
buenas gozando la vida,
y en las
malas fortaleciéndonos
y creciendo
como familia.
Siempre lo
supe, daría gracias cada día
por tu
optimismo que te da persistencia,
por tu
creatividad para salir de problemas,
y por tu
entereza al levantarte de cada caída.
Siempre lo
supe, tesoro de mi alma,
que te
amaría toda la vida,
que
valoraría cada esfuerzo por construir,
y
buscaríamos ser felices cada día
Siempre lo
supe, nunca vamos a estar solos
juntos por
tormentas, oscuridades y mareas altas
juntos entre
lágrimas, dificultades y dolores
juntos hoy y
cada mañana.
Liliana Araya
Octubre 2015
Reencuentro
M: Princesa de mis sueños, no dejo de pensar en
ti...
Aquella tarde de verano, cuando te conocí,
fue como un hermoso sueño, lo mejor que pude
sentir.
Princesa de mis sueños, eres todo para mí.
F: El día en que te fuiste, nunca me lo imaginé.
Nuestro amor en mi mente solía aparecer.
Pero hay una fantasía que en mí comenzó a crecer,
y hoy se ha cumplido: hoy al fin te veo volver.
M-F: Parecían eternidad esos días sin ti.
Soñar con tus palabras eran mi razón de vivir.
Pero verte aquí conmigo es una alegría sin fin.
Siento que el amor ha renacido en mí.
Quiero perderme en tu mirada otra vez.
Quiero sentir tus brazos abrazándome como ayer.
Quiero oír tu voz diciendo que me quieres
y que siempre me querrás, tal como yo lo soñé.
María Victoria Perez
m.victoria1998@yahoo.com.ar
R etratos de
un alma enamorada.
El alma habla, en todo lo que hacemos, en lo que somos.
En mi caso, se expresa a través de mis pinturas.
Es lo que amo hacer. No creo que pudiera dedicarme a otra
cosa. Es, simplemente, más fuerte que yo.
Gracias a mis trazos, por ellos, veo a los demás tal cual
son… y lo veo a él.
No lo conozco. Ni siquiera sé si existe, pero cada cuadro
me enseña más de ese hombre…
Mis dedos se dejan llevar, los colores van apareciendo,
tímidos al principio, más definidos después. Sus rasgos perfectos, al menos
para mí. ¿Existirá?
Me mira, me sonríe, llora y se enoja, y vive en cada
lienzo.
Hoy me animo a exponerlos. ¡Qué maravilloso día!
Conocidos y desconocidos se acercaban a compartir este
momento inolvidable, movidos por quién sabe qué.
Acá estoy recibiendo halagos y la pregunta obligada:
¿quién es?
Pero una chica no la formuló, en cambio, ella gritó,
sorprendida:
―Sebastián, vení. ¡Mirá!
El alma habla, y perdura a través del tiempo, y busca,
siempre busca su otra mitad. Yo solamente estaba ahí parada. Y lo supe…
No lo encontraría, él me encontraría a mí.
Vanina Rodríguez
Arabescos
Continúa;
se escribe sin puntos,
sin detenimientos esgrime como espada despierta contra el
silencio templanza.
Las caricias sobre cada roce de sus blanduras son idas y
venidas que ningún sueño produce.
Los séquitos de todo reino reúnen incompasivos sentencias
para que un arabesco se duerma; aunque sepan que no duerme ni despierta,
que carece de consciencia,
de suspenso.
Nada lo mantiene tan vivo como el saberse movimiento,
idas y venidas que decide producir.
Continúa;
los arabescos descansarán cuando toda eternidad le digne
su tiempo,
y todo espacio, su lugar.
Continúa,
el arabesco nunca tuvo ni tiempo y ni lugar medido,
siempre fue alcanzable nada más que por continuidad
imprevista.
Federico Laurenzana
fedelaurenzana@hotmail.com
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