Revista Viajero Nro. 129 - Junio de 2018



Poemita

Allí colgada
dispersa en mil pedazos
incoherentes, luminosos.

Ajena al dolor
a la sombra
y al silencio.

Me mira y se ríe
se ríe y bosteza
tragándose el día
la casa, el arcoíris
toda la brisa.

Mi manta naranja
tendida al sol.

Adriana Subrié 
arkhe@live.com.ar






Intentando ver el universo de cristal,
No debe ser todo este tiempo casualidad,
Uno cree en alguien más para poder salir de aquí.
Lejos de mi ausencia, dejarse sonreír y vulnerar.
Las palabras no deben doler, como caricias en cada papel.
Esto te envuelve y deja crecer.
Nace una flor en el cemento gris, alguien la pisa y vuelve a surgir.
Así sos vos, esa es tu voz. El más puro poder.
El alma se enciende y vuelve a renacer mil veces después.

Leandro Szilvay
leaszilvay@gmail.com





Kilómetros

Mirame
Que te estoy mirando
Gaste tantos minutos
Embelezada viéndote.
Mirame
Que estoy deseando
Acercarme y escuchar tu voz.
Mirame, por favor mirame
Pasan los meses
Días, años
Minutos, segundos
Esperando que el destino
Me obsequie tu presencia
Un día, unas horas o segundos
¿Serán?
Pero mirame
Entre tanta gente
Tantas personas, tanta distancia e inmensidad
Tantas estrellas, constelaciones
Kilómetros y almas
En este momento
Te estoy mirando.

Marina Aguirre
anira90@hotmail.com





El viaje 

Ahí donde el viaje apenas comienza. 
16 de noviembre de 1922, en Azinhaga, Portugal, nace José. Poeta, narrador y ensayista. Hijo de campesinos sin tierras.
Su primera novela “Tierra de pecado” se publica en 1947,  sin éxito.  Los próximos veinte años no se dedica a la literatura.  Decide callar.  La segunda “Claraboya”  recién en 2012, dos años después de su muerte. 
En 1966 aparece  “Poemas posibles” y en 1970 “Probablemente alegría”.
José es dueño de un escenario propio, minuciosamente creado con texturas y movimientos precisos.  Dueño de una prosa sinuosa y una escritura imposible de no vincular con la controvertida visión de la historia y la cultura.  Una palabra reflexiva y filosófica.
Según la Academia Sueca, vuelve comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía. 
No obstante, la aceptación internacional llega en 1982 con “Memorial del convento”.  Su trabajo narrativo goza desde entonces de una admiración que cruza todas las fronteras. 
Publica un total de 39 obras, entre ellas, “Ensayo sobre la ceguera”, “Todos los nombres”, “El año de la muerte de Ricardo Reis”, “Las intermitencias de la muerte”, “Caín”, “Las pequeñas memorias”.
Libro a libro,  hasta instalarse en ese lugar de extraña centralidad que le corresponde.
Obtiene numerosos galardones y doctorados Honoris Causa.  Sobresalen el Premio Camões en 1995 y el Premio Nobel de Literatura en 1998.

“el destino es una caja como no hay otra, que es abierta y cerrada a la vez”

Esa caja tiene cuerpo y tiene vuelo.   Sólo con abrirla nos permite descifrar signos,  apropiarnos de imágenes,  anécdotas,  personajes.
Ahí donde el viaje apenas comienza. 
18 de junio de 2010, en Lanzarote, España, muere José. 
No hay que interrumpir la ceremonia.  Hay que preservar los bienes , los dones y el apellido.    Saramago, claro está.

Liliana Souza
ls.lilianasouza@gmail.com





Tal vez no lo sepas

tal vez no lo sepas
o sea por costumbre
y casi no te des cuenta
pero cuando el alma se te va
sobre tus cejas hay hielo
es tan raro este factor sorpresa
que no me alcanza el abrigo
y suelo quedar inmóvil
a la espera de su regreso...
tal vez no lo sepas
este frío te cierra la sonrisa
es un invierno fuera de almanaque
congelador de deseos ...intentos...sueños
lluvia helada por la sangre
silencio arrinconado de destiempos...
tal vez no lo sepas
pero
cada vez que esto te sucede
corro a pedir auxilio al rey de mi fuego
pequeños soles se expanden
y entre las llamaradas
pongo todas mis flores
porque sé que no se queman
hay una parte del amor
llamada ...primavera.

Maria M. Stanganello
meri.marta@hotmail.com





Distinto

Una corola despuntaba el alba
Se dio cuenta Lucia, de que este iba a ser por fin, un día distinto
No está sola la pobre
Un ala partida
se posó en el balcón de su sonrisa
no creía en otra cosa que curarla. Llevala al sol,se dijo.

Un vaso desfondado entre sus pulpejos,
le dio una idea; disimular la presencia de semejante accidente angelical de solo pensarse bella y resplandeciente.
Es que a veces, mejor dicho siempre, salen encapuchados los deseos.
Al menos eso es lo que una vecina parecia susurrarle.
Son los zafiros de mi infancia, dedujo, aquellos sueños brillantes que se repetían. Y creía asi en la eternidad,
que nace en la misma entraña
donde se agitan las pasiones.
Puedo jurar que la vi entre la ternura, de algún cuento para niños. _

En medio de tales elucubraciones se encontraba, cuando recordó que debia salir y enfrentar al mundo.
Aquel irrebatible mundo que la requería entera y suspicaz. Encomendó un espíritual destino que sabía, le reparaba aquel día.
Determinó suicidar las peores ideas,
aquellas no servían al pragmatismo cruel de la vida .
Ni a las rimas que duermen sobre las poesías de un tal Borges .

A su jefe no le importaban sus planes. Un pequeño eslabón se unió a otro hoy, ante aquella aparición. En vano se persigna sobre su escritorio, lo hecho, hecho está

Otra lágrima rodaba la empinada calle hacia la casa de su padre, donde el grito ausente de su hermana le recordó que había muerto.
Ahora se pregunta mientras enmienda su ala con vendas y pensamientos ... ¿Quién realmente es la fantasma?

Luciano Calzada
lucianoquilmes@yahoo.com.ar





Dos campanas

Bueno. Sigo sin encontrar eso que estoy buscando. Sigo transitando por la senda del perdedor. Sigo con los mismos problemas. Sigo metiendo la pata. En resumen,  siempre igual. Nada nuevo para mi. Ya me conozco ese cuento. Separate de los malos pensamientos. Separate de los malos hábitos. Es mejor si es temprano. Recuerda  que todo es pasajero. Recuerda que nada es para siempre, incluso el dolor. Ve el lado bueno de las cosas. Siempre hay dos puntos de vista. Siempre hay dos canpanas. ¡Siempre se puede estar peor! ¡o mejor! Depende de cómo lo mires.
Puedes sentarte a llorar como una nena o encarar las cosas como un hombre. Debes poner el pecho a la bala, incluso si la bala te atraviesa el tórax. No hay remedio. Así son las cosas por estos lados. Si buscas una mano amiga, empieza por tu brazo izquierdo.
Si buscas  a Dios, empieza por tu interior.
Si buscas la solución a todos los problemas de tu vida, encuentra a la muerte, pone fin a todas las penas.
Si quieres encontrarte a ti mismo, mira al espejo y preguntate: ¿este soy yo?

brian lavedova
nirvano_24@hotmail.com

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